La leyenda de Los Brincos emerge de nuevo

Por: Juan M. Moratinos 
Es mérito en principio de un restaurante-espectáculo como el Marboré de Torrelodones, proclive a acoger, entre muchos otros, también a artistas sobrevivientes de la “década prodigiosa” de nuestro país. Así que el sábado 7 de julio allí estaban Los Brincos para desglosar su memorable repertorio. No defraudaron.                                                                                                                                                                                   

Los Brincos, formación original (1964-66). De izqda. a dcha.: Fernando Arbex, Manolo González, Antonio Morales “Junior” y Juan Pardo.
Los Brincos, formación original (1964-66). De izqda. a dcha.: Fernando Arbex, Manolo González, Antonio Morales “Junior” y Juan Pardo.

  
Seguramente para un músico veterano como Miguel Morales Barreto llevar sobre sus hombros la responsabilidad de seguir abanderando el grupo pionero más importante del pop español después de más de 50 años de su nacimiento produzca algo parecido al vértigo. Y por eso mismo, ser uno testigo en vivo y en directo en pleno siglo XXI de un concierto de Los Brincos sea como tener en las manos por unos instantes una reliquia de valor casi incalculable, dulce y entrañable a la vez.
Y sí, ya sé que Miguel Morales es el único miembro real que prevalece de la formación de la segunda época del grupo, de 1968 a 1970 (de la primera, de 1964 a 1967, Fernando Arbex y Antonio Morales “Junior”, hermano de Miguel, ya no están en este mundo; y Juan Pardo y el bajista Manolo González están retirados de la música –eventualmente éste último se une a la actual agrupación para apoyar con su voz); por eso, el inestimable valor de su presencia como último baluarte de lo que en su día se dio en llamar sin ninguna exageración “los Beatles españoles”.
Los Brincos, segunda formación (1967-70). De izqda. a dcha.: Ricky Morales, Fernando Arbex, Manolo González y Miguel Morales.
Los Brincos, segunda formación (1967-70). De izqda. a dcha.: Ricky Morales, Fernando Arbex, Manolo González y Miguel Morales.

Y aunque Los Brincos, a diferencia de los “four fab” ingleses, nacieron como un grupo de diseño (una idea del malogrado Luis Sartorius, quien allá por 1963 convenció a su ex-compañero Fernando Arbex en Los Estudiantes para crear un cuarteto versión española a imagen y semejanza de el  de Liverpool), pronto las cartas se pusieron todas de cara sobre la mesa; y con la crucial asistencia de la joven productora  Maryní Callejo (la quinta Brinco o la George Martin española, siguiendo con la comparación) el proyecto floreció de inmediato; aunque no lo bastante a tiempo como para que su mentor lo viera, ya que Luis Sartorius moriría en un desgraciado accidente de coche en el centro de Madrid pocas semanas antes del lanzamiento del grupo. Incluso con ellos nació el sello Novola, filial de Zafiro, liderado por la propia Maryní Callejo para dar cobijo y proyección a su discografía.
Juan y Junior
Juan y Junior

Todo funcionó a la perfección. Los éxitos, todos temas de propia creación, se sucedieron: “Flamenco”, “Sola”, “Borracho”, “Tú me dijiste adiós”, “Mejor”… La fórmula consistía en combinar el beat británico (guitarras eléctricas limpias y armonías vocales brillantes) con distintivos toques hispanos, no sólo en lo musical sino también en la estética: las capas, las botas con cascabeles… Incluso compusieron en inglés (el excelente “Cry”, por ejemplo) y hasta en italiano. Su fama alcanzó tales cotas que llegó a hablarse de “Brincosis” (como casi en paralelo se hablaba de “Beatlemania”). Y cuando hollaban la cima de su éxito, tras el celebérrimo “Un sorbito de champán”, desavenencias derivadas de una controvertida actuación en el Festival de Benidorm de 1966 desembocaron en la salida del grupo de Juan Pardo y Antonio Morales. Nacía así el dúo Juan y Junior, genuino spin offde Brincos que, manteniendo el sonido original de su grupo matriz, aunque con arreglos bastante más sofisticados, firmó una efímera pero igualmente exitosa carrera (y rentabilísima: sólo 6 singles en poco más de dos años, con canciones todas ellas aclamadas en su día como “La caza”, “Anduriña”, “Nos falta fe”, “Tiempo de amor”…)
Discos sencillos de éxito de Los Brincos
Discos sencillos de éxito de Los Brincos

Mientras tanto, lejos de resentirse por las dos bajas aludidas, Fernando Arbex, que conservaba el liderazgo del grupo, optó rápidamente por los fichajes de Ricky Morales (hermano de Junior) y Vicente Martínez. A pesar de la salida de este último, los ingresos en 1968 de Miguel Morales (el menor de los hermanos Morales) y el teclista Óscar Lasprilla mantuvieron el listón musical muy alto. Con ellos Los Brincos cosecharon nuevos éxitos como “Lola”, “El pasaporte” o “Nadie te quiere ya”.
Y si en 1970 los Beatles ponían broche final a su carrera tras la publicación de “Let it be”, tampoco Los Brincos sobrevivieron a la nueva década; eso sí, previamente editan ese mismo año un ambicioso álbum como “Mundo, demonio y carne” (y su versión homónima en inglés), tan censurado por su portada (los torsos desnudos de los miembros del grupo) como mal entendido por el gran público. Porque estaban encauzando su sonido hacia el rock progresivo, ya muy en boga entonces fuera de nuestras fronteras. No se lo perdonaron. Aunque tampoco importó demasiado. Respuesta: refundación del grupo una vez más a cargo de Fernando Arbex, con nuevos miembros, cambio de estilo con inmersión en el funky y el afro-rock en la onda de Santana u Osibisa… Resultado: Barrabás. Pero eso era ya otro grupo… y otra historia. Lo esencial, y visto sobre todo desde hoy día, el camino había sido hecho; y la leyenda quedó escrita.
El polémico álbum “Mundo, demonio y carne” (a la izqda., portada de la edición española; a la dcha., portada original censurada)
El polémico álbum “Mundo, demonio y carne” (a la izqda., portada de la edición española; a la dcha., portada original censurada)

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Corría el año 2014. Se cumplía el cincuentenario del nacimiento de Los Brincos, y en el mes de abril fallecía Antonio Morales “Junior”. Al que suscribe le invadió un fuerte vacío: interior, por la pérdida del músico y la persona;  y también exterior, por el injusto, casi insoportable desdén ante la nula repercusión que estaba teniendo la efeméride, lo que venía a confirmar algo que hace tiempo se venía percibiendo: cómo toda una generación precursora del pop-rock en España estaba siendo olvidada y arrinconada fuera de la memoria musical mayoritaria. No pudiendo concebir que nadie se hiciera eco de aquella efeméride de Los Brincos, máxime cuando coincidía con la desaparición de uno de sus miembros fundadores, contacté con la Fundación Autor, con Juan Pardo, con Manolo González; visité el Ayuntamiento de Torrelodones (Junior y Fernando Arbex habían vivido en su término municipal) y me mostraron su centro cultural. Se trataba de hacer allí un concierto de homenaje a Los Brincos… y a Junior. ¡Qué menos!  Y porque, en contra de la opinión generalizada, hubo vida (e intensísima) en el pop español de los años ’60, veinte años antes de la tan cacareada “movida” ochentera. ¡Y había que demostrarlo!
Fue con Miguel Morales con quien más contacto mantuve en aquellos meses. Hasta que un glorioso doble concierto por el 50º aniversario de Los Brincos celebrado en el madrileño Teatro de La Latina en diciembre de 2014, con llenos totales, vino a cubrir en parte ese vacío de la memoria y a hacer justicia por fin. Para más satisfacción, apenas un año después nacía la asociación Pioneros Madrileños del Pop (PMP); y es que no había sido yo el único en tener aquel sentimiento de vacío y reivindicación por la mítica generación ye-yé en la que Los Brincos descollaron, y que otras almas sensibles se habían sentido llamadas igual que yo y ponían manos en el asunto para llenar ese hueco.
Los Brincos en directo desde Marboré
Los Brincos en directo desde Marboré

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Cuatro años han pasado desde entonces, y Los Brincos han seguido en activo con su actual formación, salvo con leves cambios, siempre encabezada por Miguel Morales (guitarra y voz). Con ella se presentó en Marboré el pasado viernes. El resto de miembros fueron: Francis Cervera (guitarra eléctrica y voz), Manolo García (bajo y voz), Félix Arribas (ex-Pekenikes, batería) y Jaime Zelada (teclados y voz).
El clásico repertorio de Brincos de ambas épocas volvió a sonar en todo su esplendor. Especial mención a “Esa mujer”, emotiva balada que Miguel Morales compusiera para el álbum “Mundo, demonio y carne”, que arrancó encendidos vítores de la audiencia. Incluso recaló en un tema como “Volverás a mí”, del álbum “Eterna juventud”, tímida reedición de Los Brincos que en el año 2000 montaron a medias Miguel Morales y Fernando Arbex, tres años antes de la muerte de éste. La guinda del hermoso pastel fue una breve pero impagable incursión en el repertorio de Juan y Junior (por otro lado, un generoso recuerdo a su hermano mayor ausente), a través de un medleyde “La caza”, “A dos niñas” y “Anduriña”.
Miguel Morales con Juan Manuel Moratinos tras el concierto en Marboré
Miguel Morales con Juan Manuel Moratinos tras el concierto en Marboré

Mientras el cuerpo aguante (como él mismo dice) Miguel Morales seguirá liderando a estos Brincos. Y eso sin detrimento de proseguir una carrera discográfica en solitario que el año pasado inició con un más que notable álbum titulado “De corazón”. Acaso a no mucho tardar y con el apoyo de la asociación PMP, a la que él también pertenece, Los Brincos y demás grupos de su generación (Pekenikes, Bravos, Sírex, Pasos, Canarios, Relámpagos…) sean reconocidos hasta ocupar el lugar de prominencia que nunca debieron perder de la memoria de la música española.
PRÓXIMO CONCIERTO DE LOS BRINCOS 
3 (viernes) (21,00h) –  Galileo Galilei – c/ Galileo 100 (Madrid)

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