I Called Him Morgan (2016), de Kasper Collin – Crítica

 
Por Hernán Touzón.
I Called Him Morgan recupera la historia del genial trompetista Lee Morgan, enfocándose tanto en su carrera profesional como en la relación con su esposa Helen, quien luego de una discusión amorosa acabaría con la vida del músico en 1972.
Originario de Filadelfia, Morgan tenía un talento innato para la trompeta. Miembro de la big band de Dizzy Gillespie con apenas 16 años, Lee participó en grabaciones clásicas del jazz como Blue Train de John Coltrane o Moanin´ de Art Blakey, uno de los discos fundamentales del hard bop. En paralelo, la exitosa carrera de Morgan en el sello Blue Note comenzó a verse opacada por su adicción a la heroína, situación que lo alejó de los escenarios por más de dos años.
El documental le da gran protagonismo a Helen, quien después del asesinato fue enviada a prisión para finalmente obtener la libertad condicional. No es arbitrario el interés del director por el testimonio de Helen. La paradoja de la historia radica en que a pesar de haber sido la causante de la muerte de su esposo, fue ella quien ayudó a Morgan a salir del infierno de las drogas. Los allegados de Lee percibían el maternal trato de Helen hacia el trompetista, quien, con 13 años más que él, se convirtió en su manager y secretaria, además de ama de casa.
Kasper Collin se sirve de una entrevista registrada en cassette por un profesor de Helen un mes antes de su muerte en 1996 para ahondar en la relación amorosa de la pareja. Se trata del único documento en el que podemos oír la versión de la historia con la voz de Helen, una grabación en la que se percibe el peso que supuso para ella haber sido la causante de la muerte de su esposo.
A causa de la poca disponibilidad de material documental –Lee Morgan sólo aparece en persona en un video en el que da clases de jazz a un grupo de jóvenes, por lo que mayormente lo vemos en fotografías–, el director opta por superponer la grabación de Helen con imágenes de paisajes rurales –donde ella pasó su infancia–, sumado a registros de Nueva York bajo nieve, lo que le otorga a la historia un tono muy intimista y nostálgico. Además, se suman entrevistas de músicos que compartieron escenario con Morgan, como el caso del saxofonista Wayne Shorter, con quien el trompetista tenía una cercana relación.
Lo más destacable del documental es la parte final en la que se reconstruye la fatídica noche del asesinato de Morgan, donde una tormenta de nieve prefiguraba lo que sucedería horas después. El hecho tuvo lugar en un club de jazz llamado Slug´s, en la zona del East Village neoyorquino, mientras Lee se preparaba para volver al escenario tras un intervalo. Sabiendo que el músico estaría allí con su nueva pareja (Angela Davis), Helen se dirigió al lugar con un arma que el mismo Lee le había comprado tiempo atrás. Los músicos presentes en ese momento rememoran frente a la cámara el shock que resultó la tan inesperada irrupción de Helen en el club.
I Called Him Morgan es un documento que, además de repasar la corta carrera de uno de los trompetistas fundamentales del jazz y del hard bop, arroja luz sobre la intimidad de una dramática historia amorosa que terminó en tragedia.

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