Lo cotidiano

Por Jorge Mur.

Sumidos en el caos del día a día, la velocidad elimina los detalles. Todo a nuestro alrededor adquiere una pátina neutra, de manera que los paisajes quedan reducidos a una serie de puntitos brillantes que se disipan en cuestión de segundos, como si no hubieran llegado a existir. Sin embargo, la rutina posee cierta carga estética. Basta, por ejemplo, con alzar la vista cuando estamos detenidos ante un semáforo. En cualquier ciudad del planeta podemos hallar edificios asombrosos. Además, la naturaleza toma partido siempre que puede o, ¿cómo llamaríais a la nieve cayendo sobre un jardín o al reflejo de la luz del atardecer en la ventana de una cafetería?

Para las miradas perdidas en la pantalla de un teléfono móvil son indescifrables, pero están por todas partes. Hay fotógrafos que encuentran el lugar y el momento. Son los cazadores de lo cotidiano, de esos instantes estéticos que nacen, casi como por arte de magia, de la repetición. Y Betül Vargün es una de esas personas, una fotógrafa veinteañera que camina por Estambul en busca de una rutina bella.

La fotografía ha formado parte de su vida desde siempre, desde que era pequeña. Solía jugar con la cámara de su madre y con las de sus tíos, y tuvo suerte porque nunca le regañaron, ni siquiera cuando se equivocaba con la película. Luego, con ocho años, por fin pudo disfrutar de una cámara propia. A partir de ese momento se unió a un club de fotografía para realizar distintas actividades sociales.

Estambul es su principal decorado y, como ella misma nos cuenta, camina y toma fotografías siempre que le apetece. «Mis lugares favoritos son Kadıköy, Karaköy y Beyoğlu. Se debe principalmente a las vibraciones nostálgicas y vintage y a los hermosos cafés y, también, porque a nadie le importa que tomes fotos o que camines por ahí con la cámara lista para disparar», apunta Betül que, además, nos cofiesa otras fuentes de inspiración, «la encuentro en algunas películas, en fotos antiguas y, a veces, en letras de canciones».

«Al principio, me di cuenta de que cuando fotografiaba una acción cotidiana simple, como la lectura, parecía más estética de lo que en realidad era. Entonces pensé que si mostraba el lado estético de nuestras acciones cotidianas en imágenes, nuestra aburrida vida cotidiana sería más llevadera», nos comenta Betül en relación a la importancia de la rutina en su fotografía. Y concluye: «después de un tiempo, me encontré buscando hermosas luces y aspectos estéticamente agradables a mi alrededor».

En sus fotografías, además de la estética de lo cotidiano, podemos distinguir el rastro de un determinado tipo de nostalgia, tal vez por las atmósferas que poseen muchas de sus instantáneas. «Siempre, desde niña, he tenido un anhelo por los viejos tiempos. Siempre me gustó escuchar música antigua, las prendas vintage y ver películas viejas. Probablemente es por eso que en mi fotografía prevalece un ambiente de nostalgia», nos aclara Betül.

Lo que más me gusta de la fotografía es que es la vía de escape de lo común.

Dos preguntas más sobre fotografía.

Sigues el trabajo de…

Hamada Hideaki y Saul Leiter.

Tu destino soñado para tomar fotografías es…
Probablemente sea Busan, en Corea del Sur.

Dejando a un lado la fotografía, nos comenta que le gusta leer y escribir, cocinar, y realizar ejercicio. Y, por último, si le preguntamos por su filosofía de vida… «No sé si tengo una filosofía como tal, pero creo que si tenemos sueños es porque somos capaces de hacerlos realidad», responde Betül.

 
* Podéis seguirle la pista en Instagram: https://www.instagram.com/betulvargun/
** Todas las fotografías han sido reproducidas bajo el permiso de su autor.

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