'El libro de Joan', de Lidia Yuknavitch

EL LIBRO DE JOAN

Lidia Yuknavitch

Alpha Decay

Traducción de Albert Fuentes

312 páginas

Cuestionarnos qué nos hace humanos, dar por sentado que lo que conocemos como estado es un mal, la búsqueda de la armonía, de la música como salvación aunque solo sea durante unos minutos, de todo esto, que es mucho, trata la distopía que es este libro. Está la biología sintética que sirve para unir cuerpo y palabra, en una visión novedosa de los cimientos de varias culturas religiosas, y está la muerte y la condena a muerte, la rebelión y un mundo por el que ha pasado a la par el Apocalipsis y el Armagedeón, la destrucción natural y la provocada por el hombre. Una historia en la que el cuerpo tiene su propio punto de vista, guarda secretos, elabora historias y lo hace por cualquier medio.

Revista de letras:

“Nos hemos convertido en signos, piensa ella, meros signos de nuestros yos anteriores. Evacuados de la trama y la acción de nuestras propias vidas.”

Christine Pizan, habitante de la estación espacial CIEL -una especie de Arca de Noé, mitad prisión mitad reservorio en la que se embarcó lo más abominable de la raza humana con la esperanza de recuperar su humanidad antes del arribo a su improbable Ararat-, es un individuo híbrido, una especie de mutante con implantes cibernéticos, resultante de las modificaciones genéticas provocadas por la destrucción del entorno terrícola natural; un cataclismo que hizo desaparecer la sexualidad y la distinción de sexos, pero que dejó intacto el fenómeno del deseo, convirtiéndolo en el castigo que siempre propugnaron los libros sagrados y cuya culminación solo puede llevarse a cabo mediante la violencia, autoinfligida o perpetrada.

“Hay distintas formas de comprender la crueldad. Uno puede observarla, en cuyo caso la escena deviene a veces una suerte de estética […]; al margen de las emociones suscitadas por la pieza de que se trate, la distancia salva al espectador de cualquier daño. Se cuenta que quienes se ven obligados a presenciar la brutalidad de forma reiterada adoptan dicho punto de vista como una estrategia de supervivencia. Uno puede también ser víctima, y a menudo en tales casos las víctimas solo pueden sobrellevarlo abandonando sus cuerpos. Se trata de una disociación formidable, con la esperanza de o bien sobrevivir o bien morir. Por último, uno puede ser quien administra la crueldad. Esa atávica tiniebla goza de buena salud en todos nosotros y su actividad solo es reprimida por un fino velo de convenciones. Con reiterada indulgencia desaparecen las distinciones entre el nimio y triste deseo de agradar a los demás […] y la fuerza descomunal de provocar dolor, que funciona como una suerte de intensísimo opiáceo contra el temor a que, en última instancia, no seamos nada o, peor si cabe, seamos indignos de todo amor.”

La falta de papel, pero también la voluntad de permanencia, ha provocado que los documentos históricos se escarifiquen sobre la piel de los individuos y en injertos -cuyo número denota el estrato social de su poseedor- implantados con ese fin. Christine lleva impresa en su cuerpo la historia de Joan de Dark, una legendaria líder de la resistencia, una versión futura de Juana de Arco en el pasado prebélico; una niña dotada de poderes sobrehumanos -en la terminología actual se podrían llamar transhumanos-, una mesías antimesiánica que predica y ejerce la destrucción pura, sin objetivo, como única respuesta a la agresión, y que no busca discípulos porque tampoco tiene ningún mensaje que transmitir. Esta historia, con las anotaciones al margen que representan las intervenciones de la propia Christine y de algunos personajes secundarios, es el núcleo del sorprendente Libro de Joan (The Book of Joan, 2017), primera incursión en la ciencia-ficción de la escritora estadounidense Lidia Yuknavitch.

“Elegiré, fragmentaré y desplazaré versos concretos de mi poema épico corporal a los cuerpos de otros individuos hasta que nos convirtamos en una suerte de ejército, depositarios de todos los microinjertos que relatan mi propia macroépica: un movimiento de resistencia hecho de carne. La acción culminará durante nuestra actuación en una pluralidad de actos de violencia física tan profundos que nadie olvidará jamás la materialidad de la carne.”

Borrado el pasado debido a una voluntad incapaz de regreso y por un cataclismo que lo ha convertido en cenizas, y agotada la posibilidad de futuro, la vida se ha convertido en un continuo presente de indicativo tan inmodificable como ineluctable. Antes del apocalipsis, la ciencia disfrutó de una época de progreso que parecía imparable y la técnica le iba a la zaga; la vida humana se convirtió en una tarea fácil y placentera que parecía despegarse de los lastres de la enfermedad y en envejecimiento. Pero el progreso técnico conllevó su equivalente bélico hasta que las guerras, es decir, la lucha por el poder, aparecieron con inusitada violencia y envolvieron a todo el planeta.

La acción avanza desplegándose en paralelo a través de varios escenarios a la vez complementarios y excluyentes; la voz narradora sufre también transformaciones dependiendo del punto del sistema espacio-temporal en que se encuentra, pues la acción no avanza de modo lineal sino en un complejo recorrido que reproduce la desubicación temporal de los protagonistas. El Libro de Joan es una distopía ecológico-feminista sobre la aniquilación total de planeta y de los seres que lo pueblan, y sobre la regeneración, por vías inconcebibles para la humanidad, mediante una especie de salto evolutivo que conlleva una reformulación del concepto de vida y de todo lo que este lleva anexo; una exposición innovadora del post-apocalipsis y, tal vez, la constatación definitiva del papel proponderante que han adquirido las escritoras en la mejor literatura de ciencia-ficción contemporánea.

En un escenario futuro no muy lejano, la Tierra es un paisaje desolado y en guerra permanente. Jean de Men, líder de una sangrienta revuelta de la que resultó vencedor, ha convertido el planeta en un entorno radioactivo que ha modificado genéticamente a la mayor parte de la humanidad. Solo se guía por la avaricia y el poder; cualquier intento de resistencia que discuta su dominio es rápidamente aplastado, por lo que ya no existe ninguna oposición a su dictadura: los últimos rebeldes, expulsados de la Tierra, orbitan ahora alrededor del planeta en una plataforma espacial, CIEL, una suerte de cárcel en la que sobreviven grabando sus recuerdos –la historia de una guerra apocalíptica– en su cuerpo, convertido en el pergamino que explicará el último gran relato de la humanidad. Son seres sin género, delgados y pálidos, la expresión perfecta de una derrota militar y biológica. Pero Christine, que un día fue mujer y participó en la última revuelta contra Jean de Men, tiene la clave de la supervivencia de toda la especie inscrita en su piel: palabra a palabra, ha ido recogiendo la historia olvidada de Joan de Dark, trasunto apocalíptico de Juana de Arco que plantó cara a la tiranía y cuya proeza y martirio, ahora recuperable a través del cuerpo profundamente modificado de Christine, volverá a ser un revulsivo para reconquistar el planeta, la libertad y el futuro: una vez más, comenzará la rebelión.

El libro de Joan es la primera incursión de Lidia Yuknavitch en la ciencia-ficción. Con un estilo elegante y agudo, mezcla el género popular de la space opera con la complejidad filosófica del cyberpunk, añadiendo interesantes dosis de teoría feminista y transhumanista. Un título esencial en la creciente lista de novelas de anticipación –de la que participan autoras como Naomi Alderman o Kameron Hurley– que abordan cuestiones como la reafirmación femenina y la necesidad de afrontar el futuro teniendo en cuenta una cuestión trascendental: tarde o temprano habrá que superar las convenciones de género y dar paso a una noción líquida y metamórfica de la humanidad, a la que solo podrán salvar el amor y el arte.

Lidia Yuknavitch es autora de tres novelas, Dora: A Headcase (2012), The Small Backs of Children (2016) y El libro de Joan, así como de varias recopilaciones de relatos y de un conmovedor libro de memorias, The Chronology of Water (2011). Figura central de la nueva literatura con marcada militancia feminista, Yuknavitch es también una acérrima defensora de la diferencia y la diversidad. Su último libro, The Misfit’s Manifesto (2018), es la transcripción de una conferencia sobre cómo gestionar el rechazo por ser diferente y no saber encajar en el mundo.

«Con todo su brío y su imaginación atrevida, Yuknavitch se está ganando el trono que dejó vacío David Foster Wallace.» CHUCK PALAHNIUK
«Una novela brillante e incendiaria, radicalmente nueva, repleta de invenciones locas y con una energía que te obligará a devorar página tras página.» JEFF VANDERMEER
«Abróchense los cinturones, va a ser un viaje feminista salvaje.» REBECCA SOLNIT
«Es el libro que Aldous Huxley habría escrito de nacer feminista, ecologista y 70 años más tarde.» ICON
 

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