Novedades en la gestión de calidad de los vinos Ribera del Duero

El pasado mes de noviembre se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL) la Orden por la cual se deroga la Orden de 2 de abril de 1996, de la Consejería de Agricultura y Ganadería, por la que se aprueba la normativa para la calificación de vinos que tienen derecho a la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Se trata de una normativa que tenía ya la necesidad de adaptarse a los nuevos estándares de calidad, particularmente en lo referido a la obligación de las bodegas inscritas de pedir en las campañas una calificación inicial de cosecha de las distintas partidas de vino joven o vino del año, de una sola vez.

La calificación de los vinos se hará cuando vayan a salir a la venta

De ahora en adelante la calificación de los vinos de la Ribera del Duero, sean jóvenes o envejecidos, se hará una vez que hayan terminado su proceso de elaboración y se encuentren listos para ofrecerse en el mercado, una vez que cuenten con todos los requisitos de calidad que se establecen en el Pliego de Condiciones de la Denominación de Origen, aprobado por el Consejo Regulador.
Dicha derogación se encuentra enmarcada en el proceso seguido por la Consejería de Agricultura y Ganadería y el Consejo Regulador de la Ribera del Duero para avanzar en el proceso de acreditación del Consejo Regulador en la Norma UNE-EN-ISO 17065. Esto dará la posibilidad de profundizar en el aseguramiento de la calidad de los vinos amparados por la Denominación de Origen. Aquellas personas que se encuentren especialmente interesadas en este tema pueden hacer un master calidad.

¿Cuáles son las mejores apuestas en cada tipo de maridaje?

El maridaje de los vinos es un tema importante, en el que distintos factores como el aroma, la temperatura y los sabores pueden dar como resultado un plato realmente exquisito pero que no esté bien maridado. Cuando se trata de un maridaje de vinos Ribera del Duero hay que tener en cuenta que se trata de un producto de calidad que debe contar con un maridaje a la altura. No se trata de una moda sin más. Un buen maridaje es un estándar que espera todo consumidor gourmet.
En el caso de los vinos jóvenes hay que tener en cuenta que se trata de uno de menor entidad, por lo que el maridaje de vino Ribera del Duero tiene que ir acompañado con platos también de menor entidad que una comida. Eso lo convierte en el acompañamiento ideal para una tapa de queso o jamás, por ejemplo.
Por su parte, los crianza suelen ser una apuesta segura para los maridajes. Pueden acompañar durante toda la comida haciendo bien su función. Podría pecar de exceso en los entrantes, pero es la mejor opción para los platos principales o segundos.
Y finalmente los reserva o gran reserva son los reyes absolutos para hacer un maridaje de vinos Ribera del Duero, pero sin embargo se suelen utilizar de forma incorrecta. Son perfectos para platos sutiles, con matices tenues, pero es habitual emparejarlos con comidas muy sustanciosas, por ejemplo un cordero o un lechón. Es una opción perfecta para pastas, pescados o arroces que lleven pescado, por ejemplo.
 

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