"El silencio de otros": El olvido no compartido

 
Por Luis Alberto Comino.
Han pasado más de 43 años de la muerte del dictador Francisco Franco y pronto se cumplirán 80 del final del ultimo (¿?) episodio de lucha fratricida de este país y seguimos dándonos cuenta de que hay heridas que no se han cerrado y amenazan seriamente con gangrenarse. El silencio de otros narra varias de esas heridas.
Estamos ante un documental desgarrador y conciso en el que Almudena Carracedo Robert Bahar, directores, productores, inspiradores y alma mater de este proyecto, han querido dejar constancia de la lucha, muchas veces estéril, descorazonadora, pero nunca inútil de un grupo de personas empecinadas en rescatar de la memoria lo que otros se han obcecado en ocultar, en enterrar en las fosas del olvido.
Por la pantalla pasan una anciana que recuerda como cuando era apenas una niña, su madre fue “paseada” al inicio de la guerra, un grupo de personas se presentan como niños “robados” con la anuencia y la impunidad del régimen franquista y la continuación increíble de los hechos durante la democracia, una mujer pretende desenterrar de una fosa común a su padre fusilado, y varias personas que reclaman justicia ante las torturas sufridas en los estertores del régimen, en la tétrica Dirección General de Seguridad (hoy en día sede de la Comunidad de Madrid), a manos del célebre y condecorado por el Ministerio del Interior; Antonio González Pacheco, alias “Billy el Niño”, terror de los opositores al dictador en los últimos años de su mandato y primeros de la democracia.
Ante la negativa de la justicia española de hacer frente a los fantasmas del pasado, amparada en la ley del olvido (Ley de Anmistía de 1977 por la que se perdonaban, no solo los delitos de resistencia al Régimen, sino también los delitos de lesa humanidad del mismo hacia sus opositores), este heterogéneo grupo de personas se une y lucha para que sus historias no sean olvidadas amparándose en el derecho internacional y presentan la querella en Argentina.
Las maniobras del gobierno español y de los encausados para frenar y entorpecer el proceso, los intentos de la jueza argentina por hacer declarar a los imputados, las alegrías y lo sinsabores de estas personas que dejan por el camino dinero y esperanzas, nos son relatados de forma descarnada y sin velos a lo largo de los años que contemplan todo el proceso.
Al final de la cinta se vislumbra un rayo de esperanza, parece que por fin la justicia va a hacer precisamente eso, justicia. Lamentablemente, la edad avanzada de alguno de los protagonistas y su delicado estado de salud, nos muestra al final de la cinta que su esperanza pasa, como una triste herencia, a sus descendientes sin que ellos hayan visto el final del largo y oscuro túnel de su memoria.
Filmada a lo largo de más de seis años y miles de kilómetros, no es un documental revanchista, sino que trata un problema humano con respeto y educación a las víctimas, sin llegar ser ofensivo para los verdugos, explorando en profundidad las marcas que deja el olvido y sus consecuencias.
La humanidad y el detalle del proyecto impulsaron a la productora El Deseo de los hermanos Almodóvar a ser los productores ejecutivos de la misma. Ha ganado infinidad de premios en festivales de prestigio y ha sido seleccionado como una de las 15 películas que compiten por la nominación a Mejor Documental en los Premios de Cine Europeos.
 

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