‘El despertador de sísifo’, de Jorge García Torrego

REDACCIÓN.

Título: El despertador de Sísifo

Autor: Jorge García Torrego

Editorial: Lastura

Primera edición: noviembre, 2018

Imagen de cubierta: Javier Serrano González

Nº de páginas: 88

Sísifo, al igual que Prometeo, retó a los Dioses, sus leyes, y por esa osadía fue castigado: subir una enorme roca a lo alto de una montaña y, una vez en la cumbre, que volviera a caer, irremediablemente, hasta los pies de la montaña. Y así cada día. Y así cada semana. Y así cada año, hasta la eternidad.

Con este mito en la cabeza, Jorge García Torrego nos presenta El despertador de Sísifo (Lastura Ediciones) una distopía contemporánea, la del trabajo inútil, la de la jornada laboral repetida sin posibilidad de huida… ¿O sí que hay escapatoria?

Sobre el autor:

Jorge García Torrego (Madrid, 1986) se deja ver desde entonces en Miraflores de la Sierra, Torrelaguna, Ecuador, Chile o Suecia. Ha publicado los libros de poesía «Ojo y ventana» en Canalla Ediciones y «Cercanías» en Baile del Sol. Acaba de publicar el ensayo Convivir poesía/conbeber poesía «El fenómeno de las jams sessions y la poesía oral en el Madrid del siglo XXI» con la editorial Amargord ediciones.

Algunos de sus poemas han aparecido en antologías como Caja de resistencia número 2 o en el octavo número de la Galla Ciencia: El octavo pasajero. Es licenciado en periodismo y tiene un Máster en Formación e investigación literaria y teatral en el contexto europeo. Trabaja como corrector y periodista e investiga las jams sessions de poesía y otros temas de literatura y filosofía.

A continuación, podéis leer uno de los poemas de El despertador de Sísifo:

Pasarán los trenes de las ocho

pasarán organizando el día con sus paralelas

pentagramas mudos,

cuchillas perennes en la tierra.

Nadie dibujará mi silueta en los trenes caídos al vacío de

la rutina,

nadie descubrirá el cadáver del tiempo abandonado como

telaraña en la miel,

nadie pondrá su lupa ciega en mi carrocería usada en el

tren de las 7.15,

telaraña lejana,

pompa rota en lo lejano e imposible

desde mi éxodo del paro.

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