‘El parque encantado de la Ciudadela’, de Stella Rossiter

IRENE MUÑOZ SERRULLA.

Stella Rossiter se estrena en el panorama editorial con El parque encantado de la Ciudadela un cuento en el que Roger, un niño que pasa unos días en casa de su tía Anna que vive en Barcelona. Roger es un niño muy curioso y le encanta ir a casa de su tía porque le cocina sus platos preferidos y lo lleva al parque de la Ciudadela, donde siempre encuentra nuevas aventuras que vivir y cosas que descubrir.

En esta ocasión, Roger conoce a la tortuga Marieta en el lago del parque y ambos comienzan a hablar. De regreso a casa, la tía Anna le prepara esos canelones que tanto le gustan a él y le cuenta un cuento antes de quedarse dormido. Y durante la noche… Roger recibe la visita del mamut del parque que viene a buscarlo para que celebre con ellos una de las mágicas noches en las que las figuras del parque cobran vida y celebran grandes fiestas a las que todos los habitantes del parque están invitados y, en esta ocasión, Roger también está invitado tras la conversación que mantuvo con Marieta, la tortuga.

Pero lo que parecía ser una fiesta de divertidas celebraciones se convierte en una fuerte lucha de egos entre las figuras del parque; entre ellos, el cazador de leones del parque se presenta como un ser envidioso que quiere convertirse en el rey del parque en detrimento de la diosa Aurora (diosa romana que personifica el amanecer). La necesidad del cazador de convertirse en el centro de atención desata la participación de todos los personajes del parque para intentar devolver la antorcha de la luz a la diosa Aurora, digna portadora de ella por su ecuanimidad y su bien hacer.

Roger se ofrece para participar y para ayudar en lo que pueda a sus nuevos amigos del parque, y durante la aventura recorre todos los rincones conociendo en primera persona a muchos de los personajes del parque y colaborando con ellos en diferentes tareas para devolver la paz y el orden al parque. Todos los personajes se esfuerzan para conseguir que todo vuelva a ser como era, porque si llega el amanecer, cuando las figuras volverán a ser solo figuras inertes, y el caos sigue reinando, todo se verá forzado a vivir el mal que el cazador de leones imponga a sus compañeros del parque.

A la mañana siguiente, cuando Roger despierta en su cama, después de una noche de aventuras y peligros, el pequeño le cuenta a su tía Anna lo que ha pasado e intenta mostrarle evidencias de esa noche, que su tía no termina de creer, pero no es capaz de encontrar nada entre sus sábanas, en su pijama… nada que pueda hacer que su tía crea su historia. Pero cuando Roger se va con sus padres y la tía Anna se dispone a recoger el cuarto del niño, encontrará algo que la sumirá en la sorpresa.

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