Paola Calasanz (Dulcinea) no consigue hechizar al lector con ‘Suenas a blues bajo la luna llena’

SARA ARANDA MARTÍNEZ. @SarArandam

Título: Suenas a blues bajo la luna llena

Autor: Paola Calasanz (Dulcinea)

Editorial: Roca Editorial

Paola Calasanz, más conocida como Dulcinea, es una joven escritora que decidió marcharse lejos de la civilización y vivir en el bosque, en plena naturaleza. Fundó la Reserva Wild Forest y gracias a ella dedica su tiempo a rescatar animales salvajes en peligro. Es la autora de la trilogía El día que… con la que consiguió transmitirnos todos sus valores y nos enamoró. Un año después de la publicación del último ejemplar (El día que sientas el latir de las estrellas, 2018) vuelve con Suenas a Blues bajo la luna llena, una novela romántica que pretende hechizarnos.

La historia está pensada en torno a la leyenda Oriental del hilo rojo, que dice que las personas destinadas a conocerse están unidas por un hilo invisible que bajo ningún concepto puede llegar a romperse.

Violeta no es del todo feliz. Echa de menos a su exnovio Tomás, lo que no es justo para Yago, con quien queda de vez en cuando. Sin nada que perder decide someterse a La Máquina, un experimento que con tan solo cerrar los ojos le permitirá vivir un idilio. Violeta sueña con Pau y en seguida sienten una conexión sobrehumana. Pau no es un sueño, no es producto de La Máquina, y juntos harán lo posible por encontrarse en la realidad.

Esta primera entrega de la historia de Violeta y Pau es una introducción. La autora nos presenta a la protagonista, conocemos su vida, a sus amigos y familia. A través de La Máquina averiguamos sus mayores deseos y conocemos a Pau, tal y cómo aparece en su imaginación. Pero en realidad, no pasa nada. Todo es precipitado y breve, no da tiempo a disfrutarlo. Quizás esa sea también la sensación de los protagonistas de la historia, que tan solo tienen la oportunidad de verse en tres ocasiones. Solo tres, pero muy intensas.

Existe en el imaginario popular esa idea de encontrar a tu media naranja. La persona de tus sueños, con la que compartir tu vida. En Suenas a blues bajo la luna llena es literal. Una metáfora de lo más acertada para tratarse de una novela romántica, en la que los sueños lúcidos, aquellos en los que eres consciente de estar soñando y puedes interactuar, son los protagonistas.

En esta historia Dulcinea se atreve con las leyendas, la adivinación y la lectura de cartas. Si ya de por sí, el uso de La Máquina para provocar sueños lúcidos parece ciencia ficción, la lectura de cartas para profundizar en la relación de los protagonistas provoca que la historia sea todavía más surrealista. Además, se introduce de forma forzosa. Es un tema arriesgado e interesante, que cuaja con esa idea del destino y las leyendas, pero el espacio que se le dedica es mínimo, y parece incompatible con la ciencia del experimento al que Violeta se somete. El romance con Pau es infantil y desmedido, no consigue que el lector empatice con ellos.

En la trilogía El día que… Paola Calasanz se abría en canal desvelándonos todos sus valores. Creando conciencia en el lector respecto al medioambiente, la vida vegana, el cuidado de los animales. Y en esta historia, aunque aparece alguna pincelada, se echa de menos ese espíritu salvaje que consigue transmitirnos de una forma tan intensa.

El final de este libro es de lo más predecible. Cae en el tópico de ese amor deseado que se te escapa de las manos. En la última página aparece un ‘CONTINUARÁ’. La segunda parte de esta bilogía, Si la luna nos viera tocaría nuestra canción, saldrá a la venta el día 4 de abril. Quizás el viaje en el que se embarca Violeta haga remontar esta historia. Para descubrirlo tendremos que darle una segunda oportunidad.

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