CRÍTICA: ‘JULIÓ AMANECIÓ NUBLADO’, DE CARMEN MANZANEQUE

SANY GARCÉS. (LIBROS QUE VOY LEYENDO)

“Me resistía a poner al descubierto mis recuerdos más bellos. Los he guardado todo este tiempo solo para mí, para recrearlos en mis momentos de soledad y volver a sonreír a solas. Para dormir abrazada a ellos en la cama cuando el miedo se hace insoportable. En esos momentos, me encojo mucho, aprieto los puños, cierro los ojos y en silencio empiezo a recitar una larga y monótona letanía que dura hasta que me vence el sueño […]”

“Junio amaneció nublado” es una novela dura donde las haya. Ahora mismo, no es el tipo de historias que elijo para leer, pero me gusta tanto como escribe Carmen Manzaneque y, que no podía resistirme. Además, la he leído en una lectura conjunta y no puedo más que recomendar la experiencia de poder debatirla con más personas mientras la leía.

Es una historia que va a más y a más sin detenerse hasta el último momento. Con una trama muy bien estructurada y desarrollada. ¿Y qué decir de los personajes? Los sentí tan reales, que en muchas ocasiones me encontré hablando con uno de ellos, soltándole toda la rabia que me provocaba lo que leía en ese momento.

Una trama que no deja impasible. Es imposible leer y no sentir nada y en mi caso, sentí de todo menos alegría. Y fue algo en cierta forma inesperado porque, aunque me habían avisado de su dureza, lo cierto es que me atrapó cuando comencé a leerla y estaba disfrutando de su trama tan bien tejida, pero me pregunta que en donde estaría lo duro, si yo estaba atrapada en una trama súper interesante y que veía por donde podían ir los tiros, pero en ningún momento era nada de lo que me habían pronosticado.

Se lee muy rápido y quizás este ritmo frenético fue el que me impidió darme cuenta que se ponía la cosa fea, hasta que estuve metida muy dentro de la trama. Me sentí muy implicada en la historia, y decir que me emocionó es quedarme corta. Me conmocionó y sobrecogió. Emocionalmente se me hizo bastante cuesta arriba, no la disfruté más bien la padecí.

Y esto es lo que me hace valorar lo que leo. Valoro cómo me ha hecho sentir y cada vez tiendo más a buscar distracción y evasión sin más complicaciones. Cero problemas y las reflexiones justas y aquí eso es imposible. Sentí mucha rabia, frustración, mucho asco y unas ganas enormes de gritar todo el rato, estaba irascible e irritable porque sí, porque no entendía ni entiendo que pasen este tipo de cosas

Ha sido una lectura agotadora emocionalmente, de tener que dejarla hasta el día siguiente e intercalar otra lectura más light porque no podía avanzar sin sentirme mal.

Una pega le pondría y es que me ha parecido quizás un poco llevado al extremo tanto la situación como los personajes. Existen mujeres como Belén y muchas, son mujeres educadas en la dependencia y que han crecido así y no saben ser de otra forma, pero es que tampoco lo intentan. También existen chicas como Marta, pero en este caso con su madurez, con la claridad que lo ve y juzga todo, me choca que no haya tenido la misma actitud para enfrentarse a sus problemas.

Mi favorita es Nati, un secundario con tanta fuerza y empuje que en cuanto aparece irradia luz y calor en cada esquina.

Reconozco que es una muy buena novela, que merece la pena ser leída, aunque yo no la haya disfrutado y a la hora de recomendar, sea algo reticente por lo que en mi ha provocado. Te has dejado el listón muy alto Carmen ¡Enhorabuena!

Valoración: Buena.

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