“Tirant”, de Joanot Martorell y Paula Llorens: versión libre teatral del clásico Tirant lo Blanc

Por Horacio Otheguy Riviera

Breve temporada en Madrid. La pequeña sala Tirso de Molina, en la quinta planta del Teatro de la Comedia aloja —hasta el 31 de marzo— una obra de aventuras con bravía carga erótica. Data de 1490, es novelón de unas mil páginas, aquí versión teatral de poco más de hora y media en la que destacan sus ricos personajes y situaciones dramáticas que avanzan a muy buen compás con una puesta en escena de teatro-danza, especialmente atractiva en el campo visual y la muy alta capacidad de expresión corporal de sus siete intérpretes con la estupenda colaboración en escena de Kike Gasu, un joven músico que compone espacio sonoro y gran variedad de registros musicales con su voz y una bandeja de música electrónica.

No obstante, el texto que se dice y cómo se dice no está a la misma altura. Sin duda, es enorme la dificultad de adaptar al teatro una novela de finales del siglo XV tan larga y compleja que ha merecido la creación de una obra paralela para comprenderla: Tirant lo Blanch, novela de historia y de ficción, por Martín de Riquer, ahora mismo en preciosa edición de Acantilado.

Tirant lo Blanc [Alianza Editorial] es una de las grandes novelas de la literatura medieval y uno de los títulos que abre el camino de la modernidad literaria en Europa. Escrita por Joanot Martorell, con la colaboración de Martí Joan de Galba, y publicada en 1490, pronto se tradujo al castellano (Tirante el Blanco) y al italiano. En ella se relata cómo Tirant (Tirante), tras permanecer un tiempo en Inglaterra, donde se adiestra como caballero, regresa a Bretaña. Acompañado del hijo del rey de Francia, decide contrarrestar el asedio que sufre la isla de Rodas de los genoveses y del sultán de El Cairo. Tirant vence también a los turcos, que han invadido Constantinopla, domina el norte de África y Persia, se casa con Carmesina, hija del emperador, y es nombrado César del Imperio. Muere cuando regresa a Constantinopla después de una de sus empresas. Martorell plasmaba así el deseo arraigado en todos los pueblos cristianos de su tiempo de liberar Constantinopla del poder de los turcos. En la obra se alternan los episodios sentimentales con los guerreros, los pasajes narrativos con los doctrinales y reflexivos, y el estilo solemne con el coloquial. Un lugar destacado lo ocupan el humor, la ironía, las escenas jocosas y la desenvoltura, que a veces raya en la lascivia con que se narran los amores de los protagonistas y de otros personajes de la corte. Todo lo que ocurre en ella entra en el terreno de lo verosímil y creíble, lo que llevó a Cervantes a escribir en el Quijote: “Por su estilo, es éste el mejor libro del mundo”. La traducción de J. F. Vidal Jové fue la primera que se publicó en castellano desde 1511.

Este espectáculo sintetiza con notable delicadeza algunos aspectos de la historia del valiente caballero solicitado con ansias por las mujeres, en especial dos, de las cuales una ha ganado su cuerpo entero al verla durmiendo parcialmente desnuda. El enredo se asemeja a otros del Siglo de Oro, pero es única la fusión de elementos históricos con duras batallas, intrigas palaciegas y un gran eje de excitación carnal por parte de hombres y mujeres. En la representación se dan cita estos elementos de una manera coreografiada un tanto artificial, como todo el estilo actoral: una elección que considero muy discutible porque reniega de una atmósfera erótica, empeñados siempre en subrayar que estamos en el teatro, con un excesivo juego de farsa. Cuando se tocan fibras dramáticas o de intensidad sentimental se hace de manera fría, muy distante.

En definitiva, una producción muy lograda en las formas, pero con un contenido deslucido que obliga a los intérpretes a ejecutar sus textos de manera muy exterior, como si la cosa no fuera con ellos y leyeran en voz alta para aprender la letra de memoria. Prevalecen tonos discursivos en medio de una puesta en escena muy esmerada, muy bella, con un acompañamiento musical fascinante y trajes de notable eficacia. Espectáculo contradictorio, pero que bebe de fuentes sumamente creativas y al que resulta muy interesante acercarse, e incluso volver a ver.

 

Cervantes salva el Tirant lo Blanc de la quema diciendo en su Quijote que es «el mejor libro del mundo». Dámaso Alonso de ne la obra como la primera novela moderna de Europa. El premio nobel Mario Vargas Llosa no escatima elogios ante esta obra total, cumbre del Siglo de Oro valenciano (siglo XV), escrita por Joanot Martorell cuando Valencia era claro epicentro de la actividad cultural y humanística del Mediterráneo.
Para trasladar al escenario una obra tan compleja y torrencial hemos huido de la recreación literal o de la aproximación museística. Lo que continúa seduciendo de esta obra hoy en día es su contagiosa vitalidad, la vulnerabilidad de su héroe, el erotismo libertario de algunas de sus escenas y la riqueza de los personajes femeninos. Sobre eso hemos construido nuestro Tirant. Sobre eso y sobre una dramaturgia juguetona, una apuesta por la palabra y al mismo tiempo por el teatro físico. Que empiece la batalla… del amor gozoso.

Roberto García. Director Adjunto de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura

A partir de la novela Tirant lo Blanc de Joanot Martorell

Adaptación Paula Llorens

Dirección Eva Zapico

Ayudante de dirección Iñaki Moral

Reparto: Lucía Poveda, Mar Mandli, Raquel Piera, Maribel Bayona, Raúl Ferrando, Sergio Ibáñez, Antonio Lafuente, Kike Gasu

Diseño y realización de escenografía Los Reyes del Mambo

Fotografía Marcos Baño

Movimiento escénico Charo Gil-Mascarell

Música y espacio sonoro KikeGasu

Iluminación Ximo Olcina

Vestuario María Poquet

Teatro de la Comedia / Sala Tirso de Molina. Del 20 al 31 de marzo.

 Horario de funciones: Martes y domingos a las 17 h. De miércoles a sábado 18 h. Lunes: descanso

NOTA AL MARGEN: En 2006, Vicente Aranda dirigió la película: Tirante el Blanco.

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