Doña Francisquita, un “desmontaje” fallido

Por Luis Alberto Comino

Seguramente al propio Amadeo Vives (Collbató, Barcelona 1871-Madrid, 1932), cuando en 1923 estrenó en el añorado por los amantes del género Teatro Apolo, este clásico del mal llamado popularmente “Género Chico”, le hubiese sorprendido que, casi un siglo después, otro catalán; Lluís Pasqual, decidiese “desmontar” su obra y presentarla de la forma como lo ha hecho en el teatro de la Zarzuela. Y es que el montaje que ha preparado este ilustre director escénico, no va a dejar indiferente a nadie que vaya a verlo.

Doña Francisquita es un clásico de la zarzuela clasificada como “comedia lírica”, que se puede comparar, por calidad y libreto a lo mejor de la ópera. Basada libremente en un clásico del Siglo de Oro: La discreta enamorada de Félix Lope de Vega, ha sido muy pocas veces representada en el templo madrileño, para la categoría que tiene tanto su música como su libreto. Es más, la última en 2010, fue un gran éxito y esperábamos ardientemente esta adaptación libre (muy libre) de Pasqual.

Lluís Pasqual es un hombre de Teatro con mayúsculas (fundador del Teatro Lliure, dirigió el Odéon-Théatre de l’Europe de París, la Biennal de Teatro de Venecia, el Centro Dramático Nacional, el Teatro Arriaga de Bilbao y, según tengo entendido, va a ser el director artístico del Teatro Soho CaixaBank de Málaga, con Antonio Banderas como coempresario). Experto en la obra de García Lorca y de Shakespeare, también se ha acercado varias veces al mundo musical clásico para ofrecer su mirada novedosa, intentando renovar el catálogo operístico. Su pasión, como él mismo ha confesado más de una vez.

Sin embargo, en este montaje creo que se ha pasado de frenada y ha pecado de excesivo modernismo.

La acción, originalmente en el madrileño carnaval de 1843, la traslada a tres escenarios de la creación musical (uno por acto). En el primer acto, la acción trascurre en un estudio de grabación en 1934, en plena República española, donde una compañía lírica graba una versión, solo musical, de la obra de Vives. Y es aquí donde aparece la principal “novedad” de este montaje. Pasqual no ha modificado ni reescrito el texto de Romero y Fernández Shaw, directamente lo ha  suprimido de la representación, sustituyéndolo por la aparición en escena de un narrador (eso sí, magníficamente interpretado por Gonzalo de Castro), que nos va contando el libreto “desde fuera”, para que no perdamos el hilo de la acción. A Pasqual se le olvida que en la zarzuela, aunque no sean musicales como en la ópera, los recitativos no son un relleno, sino que vertebran la historia entre número y número y la hacen inteligible al público. Y eso causó el incidente de ayer (viernes 17 de mayo) cuando, en pleno primer acto, una espectadora interrumpió la función para, a voz en grito desde el patio de butacas, mostrara su indignación por esa mutilación del libreto, ya que no entendía nada de lo que aparecía en el escenario, insistiendo en que ella había pagado para ver “Doña Francisquita” y no una sucesión de sus números musicales. Esta interrupción fue jaleada y abucheada a partes iguales por el resto del público, e hizo que el resto del primer acto, una vez desalojada de su localidad,  fuera frío y desangelado, provocando en el descanso numerosos comentarios entre el público perplejo.

Afortunadamente el segundo acto, ambientado en un plató de televisión de 1964, caldeó bastante el ambiente. El vestuario adecuado a la época original de la obra, el movimiento de los actores que en el primer acto se habían limitado a cantar frente a un atril, y un más que correcto cuerpo de baile, hicieron que el espectador se metiese en la obra. Pasqual nos sitúa en la grabación de uno de aquellos “Estudio 1” y aquellas zarzuelas que TVE hizo en aquellos años, respetando los montajes originales. Es en este acto donde el tenor interpreta una de las piezas más conocidas de Doña Francisquita, “Por el humo se sabe dónde está el fuego”, en homenaje al tenor que mejor ha interpretado esta pieza, el genial Alfredo Kraus, en el vigésimo aniversario de su muerte.

Sin embargo es en el tercer y definitivo acto, ambientado esta vez en un estudio de ensayo en la actualidad, cuando el espectáculo se viene definitivamente arriba. Primero, por el famoso coro de los Románticos (“Dónde va, dónde va la alegría…”), no en vano Amadeo Vives fue un gran compositor de coros y creador del Orfeó Catalá, y  fundamentalmente, por el merecidísimo homenaje a la concertista de castañuelas Lucero Tena quien, a los 81 años, hizo una magnífica interpretación del Fandango y provocó el entusiasmo y la ovación interminable del público, en ese momento entregado a la causa. Eso sí, de los recitativos se sigue sin noticias a lo largo de todo el espectáculo, lo que hace que solo la música (afortunadamente indemne) del compositor de Collbató, la magnífica producción con un reparto (en este caso el segundo cuadro) encabezado por el tenor José Luis Sola y por la soprano Sonia de Munck, espléndida toda la noche llenando de color musical el escenario, y el brío y la maestría con la que Óliver Díaz dirige a la estupenda orquesta de la Zarzuela, sostengan este “desmontaje”, que convierte la obra conjunta de Vives, Romero y Fernández Shaw, en un remedo de las antiguas antologías de la Zarzuela, donde los números musicales se suceden inconexos.

Esperemos que, próximo el centenario de su estreno en 2023, podamos ver un montaje que no desmerezca tanto a tan genial obra.

Este espectáculo permanecerá hasta el 2 de junio en el Teatro de la Zarzuela en Madrid y se llevará al Gran Teatro del Liceu el próximo 10 de noviembre.

FICHA ARTÍSTICA

Música de AMADEO VIVES
Libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, en una adaptación de Lluís Pasqual

Dirección musical: Óliver Díaz

Dirección de escena: Lluís Pasqual

Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar

Iluminación: Pascal Mérat

Coreografía: Nuria Castejón

Con la colaboración especial de Lucero Tena

Reparto

Francisquita SABINA PUÉRTOLAS (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29 y 31) / SONIA DE MUNCK (días 17, 19, 23, 25, 30, 1 y 2); Fernando ISMAEL JORDI (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29 y 31) / JOSÉ LUIS SOLA (días 17, 19, 23, 25, 30, 1 y 2); Aurora ANA IBARRA (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29, 31 y 2) / MARÍA RODRÍGUEZ (días 17, 19, 23, 25, 30 y 1); Cardona VICENÇ ESTEVE (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29 y 31) / JORGE RODRÍGUEZ-NORTON (días 17, 19, 23, 25, 30, 1 y 2); Francisca MARÍA JOSÉ SUÁREZ, Don Matías SANTOS ARIÑO, Lorenzo ANTONIO TORRES, Narrador GONZALO DE CASTRO.

Orquesta de la Comunidad de Madrid

Titular del Teatro de La Zarzuela

Coro Titular del Teatro de La Zarzuela

Director: Antonio Fauró

TEATRO DE LA ZARZUELA

 

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