The Lehman Trilogy, una reposición muy esperada y enormemente celebrada

Por Ana Riera

Los seis actores-músicos de pie y el director sentado en un fotomontaje sobre la histórica imagen de un grupo de obreros descansando sobre la ciudad de los rascacielos.

La escena teatral madrileña está de enhorabuena porque ha regresado un gran espectáculo que muchos se perdieron y otros tantos se quedaron con las ganas de volver a ver: The Lehman Trilogy. Balada para sexteto en tres actos. La obra, avalada desde su estreno en Avilés en 2018 por su buena acogida tanto por parte del público como de la crítica, narra la historia de la familia Lehman. Empieza cuando el primer miembro de la estirpe, Henry Lehman, decidió dejar su ciudad natal en Baviera, Alemania, y llegó a Nueva York en 1844. Y termina cuando la empresa creada por éste junto a sus dos hermanos, Lehman Brothers, anunció su bancarrota el 15 de septiembre de 2008, lo que desencadenó la mayor crisis financiera de la historia, una crisis cuyas consecuencias seguimos sufriendo en la actualidad. Curiosamente para entonces ya no quedaba ningún Lehman en el Consejo de Administración de la compañía.

Gracias a la genial adaptación hecha por Sergio Peris-Mencheta a partir del texto original de Stefano Massini, uno de los dramaturgos italianos más destacados de los últimos tiempos y actual director artístico del Piccolo Teatro di Milano, mientras descubrimos los avatares de esta singular familia a lo largo de 164 años, entendemos también la historia del capitalismo moderno y todos los grandes acontecimientos socioeconómicos acaecidos en el último siglo y medio. Porque de algún modo, se trata de una master class histórica, eso sí, aderezada con mucho humor y salpimentada con música en directo, todos elementos que aportan gran creatividad a una biografía quizás demasiado técnica.

Sergio Peris-Mencheta se enamoró de la historia viendo la obra original en el Grec de Barcelona, a pesar de no entender más que el 60% del texto catalán. Luego vio en vídeo «la versión de Luca Ronconi, el gran maestro, por muchos años director del Piccolo, y en Londres, en directo, la de Sam Mendes. En los dos casos tenía mucho que aprender, pero los pies se me movían solos: necesitaba música, necesitaba transformar parte del texto en canciones”. Una obsesión que se expandió a lo largo de dos años de trabajo intenso.

Peris-Mencheta lleva ya tiempo revolucionando la escena teatral española con su productora Barco Pirata que creó en 2011 junto a Xabier Murua y Rebeca Ledesma. Lo hizo ya con su primera obra como director, Incrementum, en 2011, y de nuevo con Tempestad (2012), Un trozo invisible de este mundo (2012), La puerta de al lado (2016), La cocina (2016), una delicia sencillamente espectacular, o ¿Quién es el señor Schmitt? (2018), que se estrenará en Madrid el próximo otoño, en el Teatro Español, tras un año de exitosa gira, con Javier Gutiérrez y Cristina Castaño como protagonistas.

La elección de los seis actores que intervienen en The Lehman Trilogy es también un acierto absoluto. Todos ellos hacen un trabajo memorable, y eso a pesar del esfuerzo titánico que supone tener que representar a lo largo de tres horas a más de 130 personajes. De hecho, cada uno de ellos interpreta a uno de los miembros de la familia Lehman como papel principal y paralelamente una serie de papeles secundarios que van desde una niña que toca el piano para las visitas hasta el presidente Ford, pasando por Bob Dylan o John Lennon. Gracias a su carácter polifacético, son capaces por igual de actuar, tocar un instrumento, cantar o bailar, adoptar el tono envolvente de un narrador o hablar con un marcado acento alemán. Ellos son Aitor Bertrán, Víctor Clavijo, Pepe Llorente, Darío Paso, Leo Rivera y Litus Ruiz, más conocido como Litus, quien asume a Henry Lehman (La Cabeza), el primero del clan que llega a Estados Unidos con la idea de triunfar, un pionero que empieza montando en Alabama una modesta tienda cuya puerta se atasca siempre. Fantástico en su faceta de actor y embriagadora su voz cuando oficia de narrador.

Leo Rivera interpreta a Emmanuel Lehman (El Brazo), el más reaccionario de los tres hermanos de la primera generación. Está divertidísimo cuando intenta conquistar a la que acabará siendo su esposa, momento en el que explota su maravillosa vena clown.

Pepe Llorente es Mayer Lehman (El Mediador o “La Patata”), el tercer hermano, al que envían a América “para separar a los otros dos en caso de necesidad” y también el más lanzado de los tres.

Víctor Clavijo hace de Philip Lehman, el Rey de la Palabra, sobrino de Henry e hijo de Emmanuel, el primero que deja atrás la tradición hebraica de la familia y todo un visionario capaz de inventar el Canal de Panamá o la Bolsa de Wall Street. Clavijo, además, ha aprendido a tocar el violín para la ocasión.

Aitor Bertrán representa a Herbert Lehman, el político que llegará a ser la mano derecha de Roosevelt, el más demócrata de la estirpe, el que tiene más conciencia social. Pero además, borda varias interpretaciones femeninas. Con tan solo algo de atrezo y algunos gestos, dota a sus personajes de una adorable feminidad. Y también toca todo tipo de instrumentos, en algunos casos artilugios de lo más extraños.

Finalmente, Darío Paso hace de Bobbie Lehman, el bisnieto, el último de la estirpe que forma parte del Consejo de Administración de Lehman Brothers, un personaje lleno de claroscuros que por un lado representa la locura absoluta del capitalismo salvaje y la avaricia sin límites y por otro puede ser de lo más altruista. Para la obra se ha visto obligado a cantar, bailar y tocar instrumentos.

Otro de los grandes aciertos de Peris-Mencheta está en saber rodearse de un fantástico equipo formado por muy buenos profesionales. Repite con Curt Allen Wilmer, que realiza un trabajo de escenografía sencillamente maravilloso; ha diseñado una estructura metálica con dos puertas de lo más versátil que complementa con una plataforma semicircular con una parte giratoria, que se mueve manualmente para evitar errores de precisión y a la que el director saca un enorme partido.

Litus Ruiz, además de excelente actor es el responsable de una impecable dirección musical en una obra en la que la música se convierte en un elemento fundamental a pesar de no ser un musical; nos ayuda a ubicarnos rápidamente en las distintas épocas, pero a la vez ambienta las escenas dotándolas de un espíritu más festivo, más liviano. Se nota el amor de Peris-Mencheta por la música en directo (de hecho, ya recurrió a ella en otra obra que tampoco incluía música en origen, La puerta de al lado), algo que enriquece la obra.

Juan Gómez-Cornejo nos confirma una vez más su maestría como responsable de la iluminación. Y Elda Noriega destaca también por su trabajo espléndido con el vestuario, en una pieza en la que los actores están continuamente cambiando de vestimenta y que, cuando no están en escena,se ven obligados a estar detrás del escenario, cambiándose o preparando todo tipo de objetos y prendas para la siguiente escena.

The Lehman Trilogy es, pues, una lección de teatro, un ejercicio valiente y muy trabajado que funciona con la precisión del mecanismo de un reloj suizo, pero que a la vez nos emociona y nos atrapa con su magia. Sin lugar a dudas, uno de los grandes acontecimientos teatrales de esta temporada.

TEATROS DEL CANAL. HASTA EL 20 DE JULIO 2019.

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