Lucio Junio Bruto

por Kika Sureda

Famoso personaje romano que figura en la historia legendaria del siglo VI a.C., fundador de la aristocrática República romana después de la expulsión de los reyes. Era hijo de Tarquinia, hermana del rey Tarquino el Soberbio; siendo niño vio asesinar a su padre y a sus hermanos por orden de aquel, con el fin de apoderarse de sus grandes riquezas, salvándose él de la muerte por haberse fingido idiota. En el 510, a consecuencia de la peste que reinaba en Roma, los hijos de Tarquino hicieron un viaje para consultar el oráculo y le llevaron a Delfos en su compañía para divertirse con él durante el viaje, pero sabedor de una profecía de la pitonisa, en la que se decía que el imperio del mundo pertenecería al primero que al llegar al templo besara a su madre, fingió caerse y besar la tierra como madre común de todos los hombres. De vuelta a Roma fue testigo del suicidio de Lucrecia, víctima de la concupiscencia de Sexto, hijo de Tarquino; ante su cadáver aún caliente arrojó la máscara de idiotez con que hasta entonces se había ocultado e hizo jurar a todos los presentes que combatirían a Tarquino, a su mujer y a todos los suyos por el hierro y por el fuego, hasta arrojarlos de Roma. Puesto al frente del movimiento y aprovechando la ausencia del monarca, que se encontraba en el sitio de Ardea, convocó al pueblo en el Foro, el cual votó el destronamiento y la expulsión de Tarquino. Sin perder momento marcha a Ardea, donde subleva fácilmente el ejército real y consolida el triunfo de la Revolución. Reunido el pueblo en la plaza pública le aclama como cónsul, junto con L. Tarquino Colatino, esposo de Lucrecia, pero éste no tardó en hacerse sospechoso por su parentesco con los Tarquinos y, a propuesta de Lucio Junio, le reemplazó Publio Valerio Publícola. Derrocada la monarquía, los partidarios de los Tarquinos tramaron varios complots para restaurarla, en uno de los cuales tomaron parte, entre numerosos jóvenes de familias patricias, los dos hijos de Bruto: Tiberio y Tito. Traicionados por el esclavo Vindex, fueron presos con los demás conjurados. Impasible, al lado de su colega Publícola, asiste a su tribunal, dicta la sentencia de muerte y presencia el suplicio de los culpables, entre ellos Tiberio y Tito, que después de azotados por los lictores con las varas, son decapitados ante los ojos de su propio padre. Tarquino el Soberbio, a todo esto había juntado un poderoso ejército con el que se dirigía contra Roma, los cónsules, al frente de las tropas romanas, se adelantan a su encuentro entablándose una sangrienta batalla, durante la cual se vieron frente a frente Bruto y Tarquino Arunte, hijo del rey empeñado el combate entre ellos, ambos caen del (509), pero decidiéndose la victoria a favor de los republicanos. Los romanos le tributaron singulares honores en sus funerales celebrados en el Foro, su colega Publícola pronunció la oración fúnebre y las matronas romanas vistieron de luto durante un año. La leyenda ha encarnado en este personaje los principales hechos de la Revolución aristocrática que derribó la monarquía, y si bien la crítica histórica moderna ha puesto serias objeciones a la realidad de lo referido, no puede dejarse de tener muy en cuenta la versión de aquellos sucesos debidos a Tito Livio, conforme con la tradición o fundamento de ella. El nombre de Bruto ha pasado al lenguaje vulgar como sinónimo de republicano austero e inflexible, pronto a sacrificarlo todo por el triunfo de sus ideales, y figura, lo propio que el recuerdo de sus hazañas y altas virtudes cívicas, reales o fantásticas, en los textos de los escritores latinos con gran frecuencia, habiendo inspirado una tragedia al poeta Accio y modernamente otra a Voltaire.

 

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