Savage Coast

SAVAGE COAST

MURIEL RUKEYSER

Rata Books

El testimonio conmovedor de una periodista estadounidense que se enamoró de un exiliado alemán, miembro de las Brigadas Internacionales en la Barcelona de la Olimpiada Popular.
Muriel Rukeyser se encontraba de viaje en Barcelona para cubrir la Olimpiada Popular que debía celebrarse en la ciudad condal, pero que no llegó a hacerse porque tan solo unos días antes estalló la Guerra Civil. Des de una posición privilegiada, Rukeyser presenció y participó en la lucha del Frente Popular contra el golpe de estado, y escribió como resultado una novela autobiográfica que en aquel momento no llegó a publicarse. Recuperada ahora de su archivo, esta obra ofrece un testimonio narrativo excepcional sobre el inicio de la guerra, sobre el impacto en los periodistas y deportistas que se encontraron atrapados en Barcelona, sobre cómo muchos se alistaron a las Brigadas Internacionales y sobre cómo se enamoró de un exiliado alemán.

Muriel Rukeyser (15 de diciembre 1913, Nueva York 1980), hija de Lawrence B. y Myra Lyons, no creció en un ambiente intelectual, sino en una familia judía de clase media y bastante secular. Su familia materna llegó a Estados Unidos huyendo del antisemitismo del Imperio Ruso. El abuelo paterno se establece en 1855 en Nueva York. Su padre fue un emprendedor y se convirtió en presidente y copropietario de la Colonial Sand and Stone Company y, con el estallido de la construcción durante los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, se convirtió en un hombre de negocios. Mientras la madre trabajaba de contable, decoraba las estanterías con libros de Shakespeare y la Biblia, y presumía de ser descendiente del rabino Akiva, Muriel leía con deleite todo clásico de la literatura que le caía en las manos. Creció en un hogar donde seguramente había cierto vacío espiritual. Jugaba por las calles del barrio y se relacionaba con niños de toda condición social. Ella solía decir a su madre que sería una especie de Juana de Arco. Así se construía a sí misma.
Con dieciséis años entró en el Vassar College en Poughkeepsie, Nueva York, un instituto de artes liberal, privado y para chicas, donde mostró interés por la literatura y la música. También estudió en la escuela Ethical Culture Fieldston School del Bronx, donde le transmitieron valores de justicia social, igualdad racial y libertad de pensamiento. Con la caída de la bolsa de 1929, la situación económica familiar empeoró y tuvo que abandonar los estudios aunque recibió clases en la Universidad de Columbia, NY, sin llegar a graduarse nunca.
En sus años de estudiante Muriel Rukeyser publicó poemas en la revista Poetry y periódicos como el New York Herald Tribune. Trabajó en el equipo editorial del Vassar Student Review -una publicación socialista de izquierdas de la National Student League- y en el Vassar Miscellany News durante el año 1932 y el siguiente. Muriel contribuyó en estas dos últimas publicaciones estudiantiles con poemas y artículos de crítica literaria poética para la serie Modern Trends.
En 1931, con dieciocho años, inició uno de los varios viajes por los Estados Unidos que le proporcionarían materiales para escribir poesía y que estimularon su activismo social y político. En condición de reportera para el Student Review, asistió a los juicios de Scottboro (Alabama), donde nueve adolescentes afroamericanos afrontaban sentencias de muerte bajo la falsa acusación de violar a dos mujeres blancas en un tren. Muriel fue detenida en una comisaría de policía y enfermó de tifus. También trabajó para la International Labour Defense a favor de los derechos civiles y escribió en el Daily Worker, un diario neoyorquino del partido comunista.
El verano de 1932, Rukeyser fundó el periódico literario Housatonic con tres compañeras de instituto, que posteriormente también ejercieron como escritoras: Elizabeth Bishop y Eleanor y Eunice Clark.
A pesar de la oposición de sus padres, recibió clases de vuelo en la Roosevelt Aviation School (Long Island). De esta experiencia sale su primer libro de poemas Theory of Flight (1935), que participó en el concurso Yale Series of Younger Poets y lo ganó.
En el verano de 1936 viajó a Europa por primera vez gracias a George Marshall y Elizabeth Dublin, un matrimonio de izquierdas adinerado con quien tenía que hacer un proyecto de investigación sobre cooperativismo y al que dedicó Savage Coast. En Londres conoce importantes figuras del mundo editorial y literario, como T. S. Eliot, C. Day Lewis, Horace Gregory y Hilda Doolittle, entre otros. Allí conoce también a los editores de la revista Life and Letters Today, que le ofrecen la oportunidad de viajar como reportera a Barcelona para cubrir la Olimpiada Popular. Los Juegos se iban a celebrar entre el 19 y el 26 de julio y representaban una alternativa a los de Berlín, que se convirtieron en la herramienta propagandística de la Alemania nazi. El mismo día 19 de julio y debido a la huelga general indefinida convocada tras el levantamiento militar fascista, el tren donde viajaba Rukeyser, lleno de turistas y atletas de varios países, se quedó parado durante tres días en Montcada.
En Barcelona, Muriel Rukeyser fue testigo de la revolución y el estallido de la que todavía nadie sabía que sería una larga y cruenta guerra civil. Esta experiencia, que le confirió una madurez personal y literaria, no fue solo un motivo recurrente en su obra, sino que le sirvió para escribir su primera novela, Savage Coast, póstumamente publicada en 2013 por la editorial Feminist Press después de que la profesora Rowena Kennedy-Epstein la descubriera en una caja de los archivos de la autora conservados en la Congress Library de Washington DC
El 24 de julio de 1936 Muriel fue expatriada desde Barcelona, como la mayoría de los atletas y visitantes extranjeros que debían asistir a la Olimpiada, gracias a la generosidad del gobierno belga, que permitió a los ciudadanos norteamericanos viajar en el barco Ciudad de Ibiza hasta la ciudad de Sète (Francia), pues el cónsul de los EE.UU. no hizo nada para ayudar a los estadounidenses como ella.
En el tren expreso parado en Montcada, Muriel conoció a Otto Boch, un corredor bávaro comunista y exiliado de la Alemania nazi que debía participar en los Juegos. En la novela Savage Coast aparece como el personaje Hans, con quien la protagonista mantiene una relación que la guerra truncó. Él, un hombre fuerte, disciplinado, entrenado y activo, representa una crítica a la idea nazi de la raza pura.
Otto se alistó para ir a luchar en el frente de Aragón y combatir el fascismo en España, tal como Muriel lucharía por los derechos civiles en América. Después Otto se unió a la primera brigada internacional, la Brigada Thaelmann y murió en una trinchera cerca de la orilla del río Segre, a finales de la guerra. En los poemas de Rukyeser, el cuerpo y el recuerdo de Otto se convierten en un espacio poético y mitológico para la escritora a partir de los cuales estructura el compromiso político de su obra. En 1972, durante las Olimpiadas de Munich, Muriel publicó un obituario en varios diarios alemanes en memoria de él para intentar contactar con alguno de sus familiares o conocidos.
En otoño de 1936 viajó en coche con su amiga y fotógrafa, Nancy Naumburg, a Gauley Bridge (Virginia Occidental) para investigar y hacer un reportaje que denunciara uno de los desastres mineros más grandes del país, el de Hawks Nest, donde cientos de obreros murieron de silicosis. De esta experiencia surge el largo poema documental The Book of the Dead, publicado en US1 (1938), que finalmente se publicó pero sin las fotografías de Nancy. Esta tragedia fue una cuestión tanto de clase como de raza, ya que muchos de los mineros eran inmigrantes de color que procedían del sur de Estados Unidos. De los muchos desastres mineros, este que Muriel Rukeyser denuncia en The Book of the Dead no llegó a ser investigado por el Gobierno Federal, a pesar de que fue uno de los peores. En él perdieron la vida 764 trabajadores y muchos fueron enterrados en fosas comunes.
En 1939 publicó el libro de poemas A Turning Wind.
En 1940 dio una serie de conferencias en torno al papel de la poesía que quedaron recogidas en The Life of Poetry (1949), recibió el premio de poesía Oscar Blumenthal y publicó el poemario Orpheus con un dibujo de Pablo Picasso. Fue la primera mujer en recibir el premio de poesía Harriet Monroe en 1941. Dispuesta a contribuir a la construcción de una nueva tradición cultural norteamericana, escribió la biografía de un científico, Willard Gibbs: American Genius (1942). Recibió el reconocimiento del Instituto Nacional de las Artes y las Letras de la Academia de las Artes y las Letras y en 1943 se le otorgó la Guggenheim Fellowship.
Rukeyser hizo frente a las dificultades que suponía publicar en un mundo dominado por los hombres. Su carrera como poeta se inició con el apoyo de algunos hombres influyentes, pero a medida que sus horizontes se expandieron hacia temas políticos y formas de escritura innovadoras, el camino se hacía más difícil.
En 1943 el FBI, bajo la dirección de J. Edgar Hoover, comenzó a vigilarla.
En 1944 Rukeyser publicó el libro de poemas Beast in View y al año siguiente se trasladó a la costa oeste de Estados Unidos para dar clases en la California Labor School. Allí conoció al pintor Glynn Collins, con quien estuvo casada solo seis semanas. Posteriormente el matrimonio se anuló.
La presidencia de Roosevelt (1932-1945) significó unos años de optimismo para los progresistas como ella, pero después de la Segunda Guerra Mundial el país dio un giro radical hacia la derecha.
En 1947, año en que recibió el premio de poesía Levinson Prize, fue madre soltera y dio a luz a su hijo William Louis Rukeyser. Ese mismo año comenzó a recibir una ayuda económica anónima que se prolongó hasta 1954, cuando retornó a Nueva York para impartir clases en el Sarah Lawrence College hasta 1967. También se ganó la vida escribiendo para la prensa, dando conferencias y talleres literarios en institutos, así como universidades. Además, escribió obras de teatro, cuentos para niños y colaboró en guiones de cine y en el montaje cinematográfico.
A finales de los años 40 y durante la década de los 50, el radicalismo de Muriel Rukeyser y la incorporación de temas sociales en su obra entraron en conflicto con las tendencias apolíticas e introspectivas del mundo artístico que el New Criticism pregonaba en literatura. Ella, como muchos de sus amigos, tuvo que hacer frente a dificultades para encontrar trabajos suficientemente buenos en un contexto político y cultural muy conservador. El clima político fue aún más hostil durante los años cincuenta con la caza de brujas del senador Joseph McCarthy. Esto la condicionó de tal manera para poder trabajar que los amigos tuvieron que ayudarla económicamente. La situación se desatascó a partir de los años sesenta. Antes de morir y después de haber sido investigada durante toda su vida, Muriel Rukeyser obtuvo su expediente del FBI gracias a la ley Freedom of Information Act de 1966.
Continuó publicando libros de poemas: Elegías (1949), Selected Poems (1951) y Body of Waking (1958). Además publicó una biografía sobre un abogado, Wendell Willkie, One Life (1957), oponente de Franklin D. Roosevelt.
En 1961 le concedieron el doctorado honoris causa en literatura por la Universidad Rutgers de Nueva York. Al año siguiente publica la recopilación de poemas Waterlily Fire 1935-1962, y en 1963 recibe la beca American Council of Learned Societies Fellowship para la investigación además de preparar la biografía sobre el científico inglés del siglo xvi Thomas Harriot. Así pues, volvió a viajar a Europa, concretamente a Inglaterra e Irlanda. También volvió a la costa sureste de Francia, a la ciudad de Sète, en el que fue un viaje sentimental para revivir aquellos días de 1936 tan especiales para ella como persona y autora. Fue en coche con su agente literaria y compañera, Monica McCall, y su hijo, pero decidieron que pararían en la frontera sin llegar a cruzarla. No fue por motivos políticos, sino porque emocionalmente no pudo hacerlo.
En 1964, después de recuperarse de una primera embolia que sufrió, Muriel Rukeyser comenzó a ser conocida por su feminismo manifiesto y por la oposición a la intervención estadounidense en la guerra del Vietnam.
En 1965 escribió unas memorias noveladas, The Orgy: An Irish Journey of Passion and Transformation; en 1968 se sumó a la protesta de editores y escritores contra los impuestos de guerra y estuvo en prisión en Washington DC por manifestarse contraria a la intervención norteamericana en Vietnam. La ensayista y teórica del feminismo radical Andrea Dworkin trabajó como secretaria de Muriel Rukeyser desde principios de los años setenta. En esta época, Rukeyser colaboró con el Westbeth Playwrights Feminist Collective, un grupo de teatro de Nueva York que escribía y producía obras de teatro de temática feminista.
En 1967 publicó su poemario dedicado al mar, The Outer Banks y, un año después, The Speed of Darkness. En 1971 publicó la tercera biografía, The Traces of Thomas Harriot.
En 1972 viajó a Hanoi en una misión no oficial de paz. De esta época son sus libros de poemas 29 Poems (1972) y Breaking Open: New Poems (1973).
En 1974, el intento fallido de visitar el poeta Kim Chi-Ha, condenado a pena de muerte, dio origen a su último libro de poesía, The Gates (1976), fruto de su viaje a Corea del Sur para protestar plantándose durante días ante las puertas de la prisión.
En la última década de la dictadura franquista, Muriel volvió a España con su amigo y escritor estadounidense Peter Feibleman. En esta ocasión Muriel tampoco volvió a Montcada o Barcelona.
En 1975 fue la primera mujer en ser nombrada presidenta del PEN americano.
En total, Muriel Rukeyser escribió diecinueve libros de poesía y en 1977 recibió dos premios importantes, el Copernicus Award por una trayectoria de vida dedicada a la poesía, y el Shelley Memorial Award.
En el campo de la traducción hay que nombrar su libro de poemas The Green Wave: Poems (1948), en el que Muriel Rukeyser colaboró con Octavio Paz e introdujo algunos poemas del poeta mexicano traducidos por ella. También, del mismo poeta, tradujo Sun Stone (1963) y Selected Poems of Octavio Paz (1963), que aparece con el título inglés Early Poems, 1935-1955 (1973). En 1967 tradujo Three Poems del autor sueco Gunnar Ekelöf y, junto con Leif Sjöbo, tradujo Selected Poems of Gunnar Ekelöf (1967) y A Molnár Elegy: Metamorphoses (1984), ambas obras del mismo poeta. En 1973 recibió el Premio de Traducción de la Academia sueca. Finalmente, hizo la traducción de la obra Uncle Eddie’s Moustache (1974) del dramaturgo Bertolt Brecht.
Cabe destacar la recopilación The Collected Poems (1979), publicada dos años después de sufrir una segunda embolia. Su estado de salud no le permitió participar en el coloquio Lesbianas y Literatura organizado por la Modern Language Association y, finalmente, el 12 de febrero de 1980 sufrió otra embolia con 66 años, que complicada por una diabetes, le provocó la muerte en Manhattan, en casa de su agente literaria y compañera por largo tiempo, Monica McCall.
Si bien se la conoce como activista, escritora, poeta y modernista experimental, también ejerció de reportera, de ensayista, de articulista, de crítica literaria, de conferenciante y de profesora. Hoy, Muriel Rukeyser sigue siendo valorada, recuperada y estudiada. En 2005 se volvió a publicar The Collected Poems of Muriel Rukeyser (1978). Algunos de sus poemas han sido musicados y la crítica literaria feminista la considera un referente imprescindible y único.
Madre soltera y feminista, subvirtió el binarismo de género, ya fuera como bisexual o como lesbiana, aunque ella siempre protegió su propia intimidad. Todo ello es esta mujer, y se nos hace imposible separar su vida privada de su actividad creadora y de su compromiso activo con las cuestiones políticas y sociales. Esta simbiosis existe en todos sus escritos y demostró ser un embrión del nuevo feminismo de los 70. Anne Sexton la llamó “la madre de cada una de nosotras”.

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