Aarón García Peña, “El no cuestionamiento”

Poema correspondiente al personaje de la agnóstica en “Dios y sus cómplices” (2009), de Aarón García Peña.


EL NO CUESTIONAMIENTO

Como no tiene respuestas

sube a jugar al cerebro.

Lleva en su falda las cosas

que cambiará por el cuerpo.

Bajo el naranja estrellado

tira sus piernas al vuelo

y sin a dios dar la espalda

busca su fe por el suelo.

….

Dime que no eres posible

y no te pido consejo.

¡Ven, que me cuentan que vienes

y para ti me conservo!

¡Ve, he perdido mi escuela

en la portada de un cuento!

Como no obtiene respuesta hace una cruz con su pelo.

Dice mi madre que tiene

tu compasión un viñedo

con una uva muy alta

en lo más alto de viento.

¿Es para atar de puntillas

todas las lunas a un verso

que sólo cruza la noche

las madrugadas de enero?

Dile a mi padre que sangro

como tu costado izquierdo.

¡Ven, que te traigo una casa

donde cabría mi pueblo!

¡Ve, que mi madre me cuenta

del uno al diez y me acuerdo!

Como no obtiene respuesta cumple diez años sin huesos.

Dice mi padre que duermes

como se duermen los verbos:

con un ojito muy grande

abanicando al pequeño.

¿Saben buscarme las manos

cuando en el alba las pierdo?

¿Saben leerle las líneas

que se le caen por el cielo?

Dile a mi madre que miro

como tu hemisferio izquierdo.

¡Ven, que te traigo lo poco

de la vejez que no tengo!

¡Ve, que mi padre se peina

para comer con los dedos!

Como no obtiene respuesta muestra desnuda un complejo.

Dice mi hermano que silvas

hasta olvidar el infierno,

de tumba en tumba tus dientes

amoratando su aliento.

¿Puede la voz masticar

con tus encías el eco,

el mal caído y sin hijos

tan hacia siempre y perplejo?

Dile a mi hermana que callo

porque aprendí del silencio.

¡Ven que te traigo un columpio

para cumplir tu deseo!

¡Ve, que mi hermano se vuela

siempre a principios de invierno!

Como no obtiene respuesta muerde las uñas a un sueño.

Dice mi hermana que cantas

cuando recibes a un muerto,

de monte a monte la lengua

hasta que da con el techo.

¿Guardas sus últimas lágrimas

y asfixias contra tu pecho

hasta que pierden la voz

entre las mamas del tiempo?

Dile a mi hermano que visto

como tú vas a un entierro.

¡Ven, que te traigo la arena

donde ha llorado mi abuelo!

¡Ve, que mi hermana se casa

con la raíz de un cerezo!

Como no obtiene respuesta pinta de verde un soneto.

Dice mi abuela que vienes

como las madres en duelo,

como te aprendes los labios

que llevarás de paseo.

¿Afilas todas las venas

hasta que te haces su dueño

o les corriges el alma

sobre la tez de un cordero?

Dile a mi abuelo que floto

como tú subes a un beso.

¡Ven, que te traigo mi vida

sin comprender a qué vengo!

¡Ve, que mi abuela se escurre

por el sudor de un insecto!

Como no obtiene respuesta cede a una estrella su asiento.

Dice mi abuelo que el hombre

no ha de rezarte en exceso

sino leer los domingos

lo que sucede en febrero.

¿No es conveniente que existas?

Yo ya no sé lo que creo.

Es demasiada pregunta

para mi poco misterio.

Dile a mi abuela que dudo

porque nací para eso.

¡Ya no preciso que vengas!

¡Ya solita me incinero!

¡Ya no preciso que vayas

a despedirme de ellos!

Como no obtiene respuesta cuelga de dios un perchero.

AARÓN GARCÍA PEÑA

En la actualidad dirige la sección de comunicación digital y página web de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (http://www.aeae.es/) y es profesor de la Escuela de Escritores de Madrid.

Tiene publicados los libros de poesía, teatro y poesía: Cuidado, Mancha(2007), Machado: vida y flamenco (2007) y Dios y sus cómplices(2009); respectivamente.

Acaba de ser nombrado nuevo Presidente de la Agrupación de Retórica y Elocuencia del ATENEO de Madrid.

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