'Corpore Oh!', la magia que se puede hacer con el cuerpo

 

Por Eva Llergo

Somos corpóreos. Aunque hoy en día estamos más en contacto con las aplicaciones informáticas que con nuestro propio cuerpo. Conviene entonces volver a los orígenes. Volver a ser niños, o mejor, bebés. Reencontrarnos con nuestro cuerpo, o mejor ENCONTRARNOS con él como en un principio: cuando salimos del vientre de nuestra madre. Con el mismo asombro y maravilla. Porque el cuerpo, y lo que podemos hacer con él, es maravilloso pero se nos olvida una y otra vez.

Bueno, se nos olvida a los adultos. A los niños a los que está dirigido este espectáculo, que están viviendo esto aquí y ahora, en primera persona, les ocupa todo su tiempo. Por eso este espectáculo tiene dos lecturas: la adulta, admonitoria, y la infantil, vivencial.

En Corpore Oh! se repasan todas las posibilidades de las partes del cuerpo a través de todos los sentidos. Como detonante, esta inocente pregunta: “¿cómo nací yo?”, que desata un torbellino de sensorialidad. Eugenia Manzanera, la actriz, da vida a la mamá que recibe la pregunta pero, enseguida, se trasmuta en el propio bebé que, tras el nacimiento, experimenta el primer contacto físico con el mundo. Los sonidos que efectúa el cuerpo y sus movimientos (la nariz, la cadera, los pies, los brazos, las manos…), las bondades y maldades de las que son capaces las manos, el arte de nuestro pies, las capacidades enjuiciadoras de nuestros ojos.

 

Corpore, oh!, Eugenia Manzanera

 

Sin ningún argumento tradicional, el espectáculo recrea perfectamente además el universo de los primeros años de vida: el nacimiento, los primeros movimientos, los juegos, las rabietas, el temido “es mío”, la realidad tangible que circunda al niño, los objetos, los números y los colores, las estaciones. Y todo ello con una economía de palabras sólo comparable a la utilizada durante los primeros años de vida: cada palabra utilizada es escogida con mimo, porque significa un revolución: nombrar el mundo. Ya sea a través de canciones, retahílas, poemas o simples nombres, todo en Corpore Oh! cobra un simbolismo inusitado; cada palabra usada tiene una capacidad evocadora que arrolla por todas las implicaciones físicas y emocionales que conlleva.

Todo este aluvión de poesía y símbolo, de sabiduría y  sensibilidad pasa de una escena a otra radicalmente distinta con tremenda naturalidad y sin dar tregua al aburrimiento. ¿El secreto? Toda esta magia toma como punto de arranque una fórmula más vieja que el tiempo: la música y la risa. La primera corre a cargo de Jovis Fernández y la carcajada la arranca una y otra vez Eugenia Manzanera. Pero no trabajan en universos paralelos. Los dos artistas entrelazan sus destrezas y se ponen el uno al servicio del otro haciendo un magnífico alarde de generosidad. Y la generosidad en escena siempre pare hijos inteligentes.

Desde el patio de butacas se percibe el inmenso trabajo de equipo que oculta la aparente sencillez de la puesta en escena de Corpore Oh! El trabajo desde retaguardia en el texto de Mercedes Martín Luengo, el de la dramaturgia de Magda Labarga, las simpáticas ilustraciones de Mª Reyes Guijarro, el vestuario insólito de Lupe Estévez y, sobre las tablas, el talento de Jovis y Eugenia Manzanera. El resultado: el truco de magia más hermoso que podemos hacer con nuestro cuerpo… La vida.

 

Corpore Oh!

Dirección y dramaturgia: Eugenia Manzanera, Mercedes Martín Luengo y Madga Labarga.

Textos: Mercedes Martín Luengo y Eugenia Manzanera.

Interpretación: Eugenia Manzanera.

Músico: Jovis Fernández.

Diseño Gráfico: Mª Reyes Guijarro.

Diseño Vestuario: Lupe Estévez.

Fechas: Del 26 al 30 de diciembre y  2, 3, 4, 12, 19 y 26 de enero.

Sala: Teatro del Barrio.

Hora: 17.00h.

Duración: 35-40 minutos.

Precio: 8 euros niños y 10 euros adultos. 

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