Deon Meyer o la novela negra sudafricana. Presenta «Safari sangriento»

 

Por Benito Garrido.

 

Con motivo del lanzamiento de su última novela titulada Safari sangriento (Editorial RBA, 2012), el escritor sudafricano Deon Meyer pasó por nuestro país para presentar su libro. Deon Meyer (Paarl, 1958) es la gran voz de la novela negra de su país. Ha sido reportero, redactor publicitario y director creativo. Hoy día trabaja como analista de Internet. Fue a los treinta años cuando consiguió publicar una serie de relatos en varias revistas sudafricanas. Escribe en afrikáner, y aunque su primera novela escrita en 1994 todavía no ha sido traducida al inglés, sus posteriores trabajos sí que lo fueron, y al holandés, el alemán, el francés, el italiano, el español o el búlgaro. Reconocido internacionalmente por sus novelas de género, en nuestro país ya ha publicado otros títulos, Sombras del pasado, El corazón del cazador y El pico del diablo.

 

Safari sangriento.  Deon Meyer.  Editorial RBA, 2012.  448 páginas.  20,00 €

 

Lemmer es un guardaespaldas rudo e infalible que ya ha cumplido pena en prisión por homicidio. Ahora trabaja para Body Armour, una empresa de seguridad muy valorada por su profesionalidad. Si todo hombre tiene un punto débil, Lemmer lo descubre cuando es requerido para proteger a Emma Le Roux, una joven y guapa consultora de marcas a la que han intentado asesinar en su propia casa. Emma pretende encontrar a su hermano, dado por muerto veinte años atrás. Si bien sospechaba que alguien había simulado esa muerte para ocultar un oscuro secreto, se había quedado corta. Ambos se adentrarán siguiendo su pista en una desconocida Sudáfrica corrupta, infestada de ecoterroristas, de asesinos a sueldo y de intereses económicos con implicaciones internacionales. Pronto ambos deberán luchar en dos frentes: la búsqueda de la verdad y la propia supervivencia.

Deon Meyer retrata en Safari sangriento una Sudáfrica muy alejada de la bucólica imagen que venden las agencias de turismo. Un thriller apasionante, absorbente y veraz en el que se habla de asuntos que afectan a todos como la pobreza, la criminalidad o la corrupción, y que presenta unos personajes marcados por dramas personales como la soledad, el egoísmo, o la violencia.

 

Entrevista:

 

Este es uno de los libros con la trama más complicada e interesante de todos los que he escrito. Hace doce años ya anoté las primeras ideas, escribí unas cincuenta páginas y lo dejé parado pues me di cuenta que había algo que me faltaba. Ocho años más tarde, tras una excursión en moto por el parque Kruger, descubrí los dos elementos que necesitaba para completar la trama, y comenzar a escribir este Safari sangriento.

 

P.- Corrupción, explotación, especulación, medioambiente, abuso de poder… Pero también la Sudáfrica post-apartheid ¿Son sus libros un reflejo de la sociedad sudafricana actual?

Creo que mi libro refleja una parte muy pequeña de la realidad sudafricana. La novela negra solo nos da una ventana muy pequeña del enorme lienzo en el que aparece toda la sociedad. Cuando eres escritor de este género intentas concentrarte en el mayor número de fuentes de conflicto que pueda haber, teniendo en cuenta aportar el suspense necesario. Yo he sido periodista durante mucho tiempo, y una de las cosas más importantes que aprendí es que las noticias sobre algo malo siempre son grandes noticias. La novela negra es muy parecida a esto, de ahí que no sea un fiel reflejo de todo lo que está ocurriendo en Sudáfrica. Después, la acción, el ritmo, la intriga, los crímenes y la crítica social ya son elementos claves de este tipo de género que yo procuro conjugar.

 

P.- En tu libro protagonista y narrador son una misma persona.

Es la primera vez que escribo en primera persona, con un narrador protagonista, y eso implica desafíos realmente importantes porque solo puedes ver el mundo desde el prisma del protagonista. Intento transmitir cómo el protagonista en su forma de ver el mundo, también comete errores, intentando hacer ver al lector que ese punto de vista no tiene por qué ser reflejo de lo que es la vida real. También he buscado darle a Lemmer una perspectiva diferente a la mía, algo que es muy enriquecedor a la hora de escribir.

 

P.- Lemmer es un personaje muy diferente de los protagonistas anteriores de tus novelas: frío, observador, violento, pero también sentimental. Creo que ya ha iniciado una serie de historias con el mismo personaje principal. ¿Es así?

Sí es un personaje al que quiero mucho porque es un hombre muy curioso e interesante, su filosofía y forma de ver la vida son muy peculiares. Se rige por una serie de leyes que él mismo se ha inventado y es una persona muy diferente a mí. Yo no diría que estoy escribiendo una serie con Lemmer como protagonista, pues trabajo de otra manera. Creo que la trama es lo primero y a partir de ahí, si la historia encaja con un personaje que ya existe, entonces lo asigno como protagonista. Ya he escrito otro libro posterior a este con Lemmer como personaje central.

La esencia de Lemmer viene marcada por unas normas, que como humano y frágil que es, termina saltándose. Como seres humanos intentamos cumplir con nuestras creencias, pero el mundo real nos lleva a veces a no poder cumplir con las mismas.

 

P.- La idea de justicia y verdad son claves en tu obra. ¿Crees que así debe ser una novela de género como esta para no defraudar al lector?

Sí, creo que la justicia es una de las razones principales por la que tanta gente lee novela negra. La vida real está llena de injusticias y a la gente le produce mucha satisfacción leer un libro en el que al final se impone la justicia. En una novela negra el que no se alcance finalmente esa esperada justicia es para el escritor un juego arriesgado que se puede llegar a ganar, pero es algo muy difícil y peligroso.

 

P.- Leyendo tu libro, me da la impresión que te inspiras más en la novela negra americana que en la europea.

Sí, absolutamente. He tenido mucha influencia de la novela negra americana, pues desde los catorce años casi todo lo que he leído es este tipo de novela. Me gusta mucho este estilo y no puedo negar una gran influencia no solo en este libro sino en toda mi obra.

 

P.- ¿El thriller escandinavo ha hecho mucho la competencia al sudafricano?

La novela nórdica es muy popular en todo el mundo. A Sudáfrica hasta ahora había llegado sobre todo la novela negra americana e inglesa, y creo que la publicación allí de novelas escandinavas, lo que ha hecho ha sido ampliar las expectativas de los lectores. Eso siempre va a ayudar a los propios autores sudafricanos a buscar su sitio en el panorama literario.

 

P.- Tu libro es imagen de la gran colectividad multirracial y multicultural que se vive en Sudáfrica. ¿Puede entenderse que el país ha conseguido la estabilidad política y social?

Ese es un objetivo que está en movimiento, que se está consiguiendo, pero todavía nos falta. Conseguir ese equilibrio social y político es un proceso largo. El tema principal no es que haya muchas etnias o lenguas o culturas, sino la gran diferencia que hay entre ricos y pobres, entre los que tienen y los que no tienen, algo que conforme he ido viajando, me he dado cuenta que se da en también en muchos lugares del mundo. Esta brecha en lugar de disminuirse lo que se está es aumentando, y ese es el gran problema.

 

P.- ¿Has pensado alguna vez hacer otro tipo de novela alejada del género negro?

Sí lo he pensado alguna vez, lo que pasa es que normalmente, una vez que te haces escritor de un tipo de género y te categorizan como tal, es complejo intentar salir de ese hueco. Convertirte en autor conocido es un proceso largo que lleva mucho trabajo. Una vez creado un mercado, un grupo de lectores que te siguen por un determinado tipo de obra, éstos esperan una continuidad en el tipo de libro que escribes, o similar. Salir de ese nicho puede ser una apuesta arriesgada.

Yo lo que hago es que cuando se me ocurre una idea que no comulga mucho con el género negro, la derivo y planteo como un guión de cine, campo que también trabajo.

 

P.- ¿Qué autores sudafricanos nos recomendarías leer?

Tenemos autores realmente buenos, como Marlene Van Niekerk, que estoy seguro en los próximos diez años ganará el premio Nobel de literatura, Etienne Van Hereden o Zakes Mda. De estos tres, entro otros, recomiendo sin dudar su lectura.

 

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