Edvard Munch, A R Q U E T I P O S

Por Paloma Rodera

 catalogodemunch

El pasado 6 de octubre el Museo ThyssenBornemisza inauguró la exposición: “Edvard Munch, ARQUETIPOS”. Se trata de una propuesta realizada por el propio museo y una colaboración del Munch-museet de Oslo. En las líneas que siguen nos proponemos realizar un análisis de las líneas fundamentales que se desarrollan en las páginas del catálogo realizado para la ocasión.

En los primeros textos encontramos los agradecimientos a la buena voluntad para hacer que este proyecto sea una realidad por parte de todos sus colaboradores, unas palabras de Guillermo Solana, director artístico del museo. Seguidamente se despliega un índice deslavazado gráficamente en el que se disponen los escritos relacionados con los ensayos de Paloma Alarcó, Patricia G. Berman, Jon-Ove Steihaug y Clara Marcellán. En la otra columna se disponen las imágenes del catálogo con títulos como Melancolía, Muerte, Pánico, Mujer, Melodrama, Amor, Nocturnos, Vitalismo y Desnudos.

Según se va avanzando por los epígrafes, que se mezclan entre los textos de ensayo con aquellos concepto del catálogo, se unen unas partes con otras, no siendo una acertada decisión del diseño gráfico esa separación inicial del índice. Pero igualmente, al pasear por sus páginas, la organización de textos e imágenes sumergen rápidamente al lector en el mundo del artista.

La calidad de los textos propuestos es variable, y especialmente denota los orígenes bien distintos de cada uno de sus autores, lo cual, a mi entender genera la riqueza de perspectivas que se trasluce en el catálogo. Es muy interesante como lector percibir los contrastes. También se enmarca de una forma excelente la época del artista, navegando por la literatura, especialmente de dramaturgos como Strindberg. Realmente los autores son capaces de transportarnos y hacernos partícipes de la escena del momento.

La oscuridad de Munch, su visión de la mujer, la relación que establece con la muerte, su pensamiento de la vida moderna, y otros temas están más que explicitados y muy bien captados por esta completa publicación. Tras una inteligente y resuelta biografía del pintor en el último ensayo del libro encontramos la consabida lista de obras y una completa bibliografía.

Los catálogos son arte leído, es como poder llevarse consigo pequeños trozos de un recuerdo o convertirse en sí mismos en las líneas y perspectivas que, quizás a nosotros pasaron inadvertidas, pero que otros tuvieron a bien mostrarnos. Quedémonos con esta cita de Munch:

“En mi arte he intentado explicarme la vida y su sentido, también he pretendido ayudar a los demás a entender su propia vida”.

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