Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer

Por Fernando González Ariza.


Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer. Periférica, Cáceres. 16,5 €. 136 páginas.

Maximiliano Barrientos es un autor postmoderno, salvajemente postmoderno podríamos decir. Su escritura, su método compositivo, su estilo y estructura literaria se corresponden en gran medida con lo que los manuales definen como este tipo de literatura. Esto produce que nos ahorremos gran parte de la reseña en descripciones que el lector viene bien a saber: estructura fragmentaria, frases breves e incluso abruptas, temática juvenil, acción limitada al interior de los personajes, juegos visuales-verbales, brevedad…

 

Sin embargo, todo lo dicho apenas define el libro. Falta hablar de la compleja naturalidad de las historias descritas, de la difícil espontaneidad de su prosa y de la evidente voluntad de estilo que Barrientos ha volcado en esta novela calidoscópica o libro de relatos donde la ilación se construye mediante ese sutil narrador que juega con las fotos y el tiempo (dos metáforas demasiado vinculadas pero a la vez trabajadas de manera original).

 

Alguna vez hemos señalado cómo el método compositivo afecta al resultado final. Sin embargo, también en ocasiones nos parece interesante apreciar el paso siguiente, que podríamos llamar de postcomposición. Nos referimos al proceso que sufre una obra desde que parece estar cerrada hasta que llega finalmente a las librerías. En la mayor parte de los casos, si existen cambios sustanciales serán conocidos únicamente por personas cercanas al escritor. En este caso, sin embargo, el cambio es más sencillo, pues el libro ya ha aparecido publicado anteriormente y, en un interesante proceso editorial, Periférica lo publica ahora (junto con la novela Hoteles) ciertamente postdibujado.

 

En ocasiones, la labor de reforma puede quedar de emplasto postizo y sin gracia, como muchas iglesias antiguas a las que se le añaden escayolas doradas y retablos de mala madera para darle más gracia barroca. En otros casos, sin embargo, la combinación entre lo nuevo y lo viejo, lo sentido y lo construido, encaja y funciona en un interesante collage donde tal vez se vean las costuras, pero estas le dan la belleza de Sally, la muñeca de trapo de Pesadilla antes de Navidad.

 

En cierta manera, Barrientos ha sabido darle a esta segunda versión del libro el toque unitario y completo de la obra cerrada, a la vez que nos muestra levemente lo inteligente de esa doble composición.

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