«Franito», de Patrice Thibaud: amor de madre española, pasión flamenca, humor de clown

Por Horacio Otheguy Riveira

Un hombre de pelo en pecho que canta y baila flamenco con mucho talento. O un niño con toda la barba, que es como ve a Franito su madre. Para ella es un ser débil que la necesita, pero también un ser amoroso al que adora. Se entretejen mundos de gran energía poético-circense porque el autor-protagonista-codirector, el francés Patrice Thibaud hace gala de un sentido del humor extraordinario, propio de la gran tradición del mimo galo, superándolo en mucho al unirse al dramático concepto humanista del flamenco español, y entonces allí aparece el intérprete de Franito, el hombre-niño que, con sensacional capacidad se transforma en un bailaor y un cantaor de fina estampa, Fran Espinosa, bajito y con sobrepeso, sus formas aparentes se diluyen en una presencia de irresistible comicidad a la vez que irresistible apología del buen arte que representa. Mientras tanto, los gags se resuelven respetando un tiempo escénico prudente. Es decir, no se atropellan, sino que dejan hueco para que ambos estilos brillen por sí mismos, como sus correspondientes artistas, quienes tienen a su lado a un guitarrista excelente, que les acompaña, guía, ensalza y a su vez aprovecha los momentos de lucimiento para él especialmente diseñados.

Todo el conjunto resulta encantador, insólito y admirable. La feminidad del hombretón convertido en madre nutritiva, todo corazón, pesadísima y graciosa, que de pronto se permite disfrutar de placeres inéditos de la carne, tiene en su creador, Patrice Thibaud a un grande del teatro que resuelve la unión de los contrarios en una deliciosa armonía de música, colores y entrañable teatro gestual, al tiempo que Fran Espinosa baila en serio, evitando su autoparodia, y canta con encomiable estilo y preciosa dicción.

Hay que bañar al nene, y nada debe quedar librado al azar, ni escapar al ojo avizor de la madrísima que todo lo puede.

Arriba, la parodia del clown junto al flamenco depurado, unión muy feliz de artes opuestas hasta que se encontraron estos dos magníficos artistas. Abajo, Fran Espinosa es un Franito muy emocionado cantando a su madre «Ojos verdes»: la emotividad es alta, nos reúne a todos en un fantástico encuentro escénico.
Patrice Thibaud, Fran Espinosa, Cédric Diot.

Concepción: Patrice Thibaud
Dirección escénica:
Patrice Thibaud y Jean-Marc Bihour
Coreografía: Fran Espinosa
Música original: Cédric Diot
Interpretación: Patrice Thibaud y Fran Espinosa
Baile y cante: Fran Espinosa
Guitarra: Cédric Diot
Diseño de iluminación: Alain Paradis
Vestuario: Nathalie Coutaud
Producción: Dominique Grimonprez
Distribución: Fatiha Schlicht

 

Producción: Théâtre de Nîmes – teatro subvencionado para la danza contemporánea.
Espectáculo acogido en residencia de creación en el plató de danza del Colegio Condorcet
de Nîmes.
Ayuda a la reposición: Théâtre National de Chaillot

Agradecimientos: Marie Duret-Pujol / Société Calicot Productions.
El Théâtre de Nîmes está subvencionado por la Ville de Nîmes, el Ministerio de Cultura
y Comunicación – Dirección Regional de los Asuntos Culturales Languedoc-Roussillon,
el Conseil Regional – Languedoc-Roussillon y el Conseil General del Gard.
Patrice Thibaud es artista asociado del Théâtre de Nîmes – teatro subvencionado
para la danza contemporánea.

TEATROS DEL CANAL. SALA VERDE. Del 4 al 22 de septiembre 2019.

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