Gloria Fuertes, poeta de guardia

Gloria Fuertes murió el 27 de noviembre de 1998, en su lápida se grabó:
Poeta de Guardia (1917-1998)
Ya creo que lo he dicho todo
y que todo lo amé.
G.F.
Gloria Fuertes todo lo amó, todo pudo decirlo en prosa y en verso, con letras y canciones para niños que recitan aún sus poemas en este siglo que se retuerce y avanza apenas con el aliento de la poesía. Los adultos, aquellos niños, la recordamos como una de las poetas españolas más premiadas, pero también era cuentista, escribía artículos literarios y teatro.
Su poética va más allá de la pasión por la literatura infantil, Gloria resuena en los libros de historia y debemos recordarla en todas las facetas de su escritura, reivindicar su obra literaria no puede quedarse sólo en el merecido reconocimiento como poeta infantil, Gloria Fuertes tuvo una vida repleta de literatura, de premios y de voz, la de una de las mujeres más transgresoras en la historia de la literatura española.
En 1935 empieza a publicar sus primeros poemas que compagina con su trabajo de secretaria y con la escritura en varias revistas: podemos estudiar su trayectoria literaria en la Fundación Gloria Fuertes, donde encontramos detalles de los años fundamentales en su aprendizaje como escritora, de sus viajes y de los encuentros con otros escritores, como Carlos Edmundo de Orly, al que Gloria conoce en 1942, un año que supone la integración de la poeta en el llamado movimiento poético Postismo.
Gloria Fuertes nació el 28 de julio de 1917, sus padres eran trabajadores y no entendían bien su pasión por las letras, ella estudió Higiene y Puericultura en el instituto, asignaturas dirigidas a mujeres para tratar de cortar cualquier vocación creativa, pero no impidieron que se matriculara en Gramática y Literatura y que con 14 años escribiera sus primeros versos.
Entre 1955-1960 estudió Inglés y Biblioteconomía en el Instituto Internacional, y en 1958 obtuvo la primera mención del concurso «Lírica Hispana» de Caracas con su obra Todo asusta.
Nuestra querida poeta residió en Estados Unidos entre 1961 y 1963 después de obtener la beca Fullbright de Literatura Española, allí dio clases en las universidades de Bucknell, Mary Baldwin y Bryn Mawr. Cuenta que la primera vez que entró en la universidad fue para enseñar, una muestra más de su empeño por demostrar que el talento recupera su sitio a pesar de las trabas impuestas a las mujeres. La textura y el sabor de la justicia poética envuelven la imagen de una mujer que pisa por primera vez la Universidad para dar clases, lección de lucha para otras mujeres de su época, y por desgracia, aún también para nuestras contemporáneas.
En 1965 gana el Premio Guipúzcoa de poesía con Ni tiro, ni veneno, ni navaja. En 1966 el premio Lazarillo con Cangura para todo. En 1968 publica Poeta de guardia.
Por fin, en 1972 recibe la Beca March para Literatura Infantil, gracias a esta oportunidad, Gloria Fuertes puede dedicarse plenamente a la literatura y publicar, por ejemplo, en el 73 Sola en la sala y Cuando amas aprendes geografía.
La trayectoria vital, sin embargo, la encontramos en un estudio que Alberto Acereda realiza en 2002, bajo el título Gloria Fuertes, “Del Amor prohibido a la marginalidad”, el autor nos cuenta en el resumen de la obra que: «La poesía de Fuertes es una producción contestataria que se apoya en varios linderos de subversión social y lo mismo puede decirse en el ámbito de su propia identidad sexual. En el caso de la literatura femenina española del siglo XX, contrariamente a lo que ocurre con la producción poética gay, la escritura lírica lesbiana en España no se ha caracterizado por una apertura pública hasta muy recientemente, siendo acaso Andrea Luca (Madrid, 1957) la primera autora que abiertamente expresó su motivación lesbiana».
Acereda en su análisis confirma “la filiación erótica lesbiana de Fuertes en el marco de otras temáticas y preocupaciones entrañablemente humanas. Su poesía resulta así una de las voces más frescas y valientes de la lírica española contemporánea”. Dice Acereda en su estudio sobre Gloria Fuertes que el único que se ha atrevido a opinar abiertamente respecto al lesbianismo de Fuertes ha sido Luis Antonio de Villena, quien tras la muerte de la autora afirmó: «Fue una vanguardista ingenua, una mujer que, sin alharacas, defendió la heterodoxia de su amor (su amante norteamericana la llevó como profesora un tiempo a Estados Unidos) y estuvo siempre al lado de los oprimidos y de los pobres».
Y es así como recuperamos y descubrimos a una Gloria, fuerte, viva siempre, que nos entrega sus versos para que desmenucemos cada palabra en ese encontrar, en el camino hacia la verdad de una poesía imprescindible, repitamos sin miedo y esta vez sin cesura, que podemos vivir, amar y recitarlo todo.

MIRADME AQUÍ
Miradme aquí,
clavada en una silla,
escribiendo una carta a las palomas.
Miradme aquí,
sé que ahora podéis mirarme.
Clarividencias me rodean
y sapos hurgan en los rincones,
los amigos huyen porque yo no hago ruido
y saben que en mi piel hay un fantasma.
Me alimento de cosas que no como,
echo al correo cartas que no escribo
y dispongo de siglos venideros.
Es sobrenatural que ame las rosas.
Es peligroso el mar si no sé nada,
peligroso el amor si no sé nada.
Me preguntan los hombres con sus ojos,
las madres me preguntan con sus hijos,
los árboles me insisten con sus hojas
y el grito es torrencial
y el trueno es hilo de voz
y me coso las carnes con mi hilo de voz:
¡Si no sé nada!
Gloria Fuertes

Sonia Aldama Muñoz
http://satelitesaldama.blogspot.com.es/…/mujeres-en-la-lite…
#gloriafuertes

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