MotoGP ¿2010/11?

POR NÉSTOR GARCÍA

Todo amante de las motos desea un juego así. Seguramente un juego como este MotoGP pero ¿tiene alicientes esta franquicia como para pagar su licencia todos los años?

Arrancaremos este análisis como arrancaríamos el de todos los años. Evidentemente, es un placer ponerse a lomos de una moto de competición en MotoGP 10/11. Es un gran simulador que podrá satisfacer en gran medida tanto a los puristas como a los que simplemente les atraiga acelerar (aunque evidentemente este no es su juego). Esto es así, debido a que su jugabilidad está perfectamente medida en cuatro niveles: principiante, normal, experto y simulación. Esto produce que en el primer nivel la moto frene sola ante una curva o que en el último demos de bruces con la coronilla al acelerar por no colocar bien la posición del piloto. Si a esto le sumamos la posibilidad de visualizar o no la trazada (la línea imaginaria idónea para recorrer el circuito que cambia de color dependiendo de si llevamos más velocidad de la necesaria para tomar una curva y, por tanto, comer o no arena), concluimos que estamos ante una jugabilidad excelente con una curva de dificultad y aprendizaje muy bien implementada. Si llevan años si tocar un simulador intenten coger una moto de máxima cilindrada de primeras y verán el resultado.

Lo que le da ese peldañito de calidad a MotoGP son evidentemente sus licencias (todos los equipos de todas las categorías con todos los pilotos y sus circuitos). Para hacernos entender esto es lo que antes suponía decantarse de mano por un Fifa que por un Pro.

Así pues, estamos ante un juego soberbio y excelente como nunca antes habíamos visto. Si no hubiéramos visto el MotoGP de la pasada campaña.


Y aquí empiezan los problemas: gráficamente pese a ser muy interesante, se nota perezoso en las texturas de todo lo que no sea carretera. Así, la ambientación resulta un poco descuidada y a veces parece que estemos conduciendo por una comarcal sin nadie ni nada (una de comentaristas sería un toque de color). Esta pereza se suma a las escenas cinemáticas (perdón, LA escena cinemática) si bien no es lo que más interesa, sí hace perder aquello de la simulación. Pereza además de no ver en los menús, ni las fotos ni las caras de los pilotos lo que los hace un pelín sosainas y tira un tanto por la borda aquello de pagar licencias.

Hablando de los menús, en ocasiones resultan poco intuitivos. Por ejemplo, para ver nuestra calificación en el campeonato deberemos atravesar un laberinto cuando probablemente es lo que más nos interesa saber.

Seguimos este años con los modos campeonato (el típico arcade), el modo historia (una buena mezcla entre un manager y el echar carreras), desafío (el modo que consiste en cumplir determinados objetivos en una carrera), el contrarreloj y el multiplayer.

Este último nos vuelve a suscitar la duda. Se ha incluido en el modo historia un interesante elemento cooperativo, en el que con un amigo podremos disputar un campeonato siendo los dos del mismo equipo. A parte de poder enfrentarnos a pantalla partida (ya sea completando la parrilla con bots o no). Pero en el online…

No se sabe si es que todavía no hay demasiada comunidad pero para que se  hagan a la idea: echar una carrera en 125CC es imposible, una en 250CC un milagro y en GP siempre encontraremos partida aunque no mucho donde elegir.

En este sentido, tampoco hay más allá de echar carreritas: ni incentivos, ni niveles, ni formas de customizar un campeonato… Muy flojito.

Pero lo peor de todo en el multiplayer online es que las partidas tienen anfitrión (cualquiera, incluso usted mismo puede serlo) y si este va perdiendo y decide irse, la carrera se va. Y no se ve ni una bonificación para el que forzosamente se tiene que ir ni una penalización para el que ha decidido terminar con el juego.

Así pues, no podemos decir otra cosa que este MotoGP 10/11  se queda en 7. No tiene ganas de innovar nada, ni de perfeccionar lo conseguido hasta ahora por lo que parece un trabajo hecho con total pereza.

Nota: 7 (si es su primer Moto GP, cámbielo por 9)

Lo mejor:

– Probablemente sea el mejor simulador de motociclismo en el mercado.

– Tiene todas las licencias del campeonato.

– Da la sensación de estar conduciendo en realidad una de esas máquinas

Lo peor:

– Nada innovador y perezoso

– Nadie que tenga el GP anterior debería comprarlo

– El multiplayer online es frustrante en muchos sentidos

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