Velvet Buzzsaw (2019), de Dan Gilroy – Crítica

 

Por Jaime Fa de Lucas.

Intento de retrato del mundo del arte y el negocio que hay detrás. Intento de película de terror. No hay otro término más apropiado para definir a Velvet Buzzsaw: «intento». Los despiadados artetraficantes roban unas pinturas a un artista que acaba de fallecer y cuya voluntad era destruir todas las obras. Ignoran sus deseos con el fin de vender las obras y ganar mucho dinero. A partir de aquí empiezan la cutrez y el sinsentido –y el spoiler de la crítica–. Las pinturas no sólo son de gran calidad, sino que son capaces de matar a los que se benefician de ellas, como una especie de justicia poética.

No nos engañemos, Velvet Buzzsaw es un desastre absoluto. La historia no tiene impulso ni sabe lo que quiere ser… Las decisiones estéticas dejan mucho que desear; parece una película de serie b que se ha grabado con cámaras baratas… Las elipsis en algunos tramos son salvajes… Cuesta conectar con los personajes, ya que estos parecen caricaturas… Hay inverosimilitudes por todas partes… Consigue parecer pretenciosa sin ni siquiera profundizar en el arte… Los cambios de tono entre el humor y el terror están mal manejados…. Y así, llega un momento en el que el espectador tiene que decidir si la película da vergüenza ajena o si sólo es moderadamente mala porque se parodia a sí misma, algo que, por otro lado, ni el propio Dan Gilroy parece saber.

Los dos misterios más intrigantes de la película son: ¿qué aporta el personaje de John Malkovich? y ¿por qué hay gente que muere asesinada por obras de arte que no fueron creadas por el artista fallecido? En el segundo caso, si la idea es que todas las obras de arte están en contra del negocio que hay detrás, pierde consistencia esa justicia poética de la premisa inicial y, en términos generales, resulta absurdo dado que el arte a día de hoy ha sido absorbido por el capitalismo y depende en gran medida de las ganancias que genera. Por algo salen en la película Jake Gyllenhaal, René Russo, Toni Collette, John Malkovich… Es curioso que sin darme cuenta he respondido a la primera pregunta.

 

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