Yan Lianke en perpesctiva

MARTÍN SIBILA.

El escritor chino Yan Lianke (Henan, 1958) presenta este año en español su novela La Muerte del Sol (Automática). Traducidos al castellano se encuentran siete novelas suyas. Todo comenzó con Servir al pueblo (Maeva, 2008), luego vinieron El sueño de la aldea Ding (Automática, 2013), Los cuatro libros (Galaxia Gutenberg, 2016), Los besos de Lenin, Crónica de una explosión y Días, meses, años (Automática 2015, 2018 y 2019).

Sus ficciones ocurren principalmente en Henan, su provincia natal. Y los contextos históricos incluyen la Larga Marcha, la Revolución Cultural y la Reforma y Apertura; procesos clave para entender la China de hoy en día. Ha sido galardonado con prestigiosos premios dentro y fuera de su país. Entre los lectores de Beijing se dice que si no le hubieran dado el Nobel a Mo Yan, se lo hubieran concedido a Yan Lianke.

Lo entrevisté con la idea de elaborar un artículo con cierta perspectiva, hablando de las novelas que de él existen hasta ahora en castellano. Una conversación más sobre literatura que sobre política, un tema que la mayoría de los periodistas prefieren a la hora de titular los artículos que escriben sobre el autor.

. ¿Para escribir una novela sigue algún plan?

Antes de escribir no hago ningún esquema. El inicio de las novelas está claro desde el principio, el final también, pero puede ocurrir que el final tome una dirección distinta a la planeada, se ajuste a lo que voy escribiendo, al cuerpo mismo de la novela. Lo que hay entre el inicio y el final es más improvisado.

. Escribe a mano, sus novelas son extensas, en Los besos de Lenin por ejemplo usted optó por un buen número de notas al pie para hacer avanzar la historia, debe ser un trabajo de maratón.

Podría usar el computador, pero prefiero hacerlo a mano. Nunca uso las herramientas tecnológicas para escribir, otra persona, a veces mis alumnos, me ayudan a transcribir. Anteriormente elogiaban mi caligrafía, pero hoy en día a la gente le cuesta leer los manuscritos porque se están acostumbrando a leer los caracteres electrónicos. 

. ¿Corrige demasiado?

No. Las correcciones se limitan a la puntuación, el contenido de los primeros borradores no cambia dramáticamente.

. ¿Desecha muchos borradores?

No me ha pasado que tenga que arrojar a la papelera un borrador completo.

. ¿De dónde vienen sus personajes?

Son inventados. Provienen de mis reflexiones sobre la sociedad. Un personaje puede ser la construcción de una idea, de mi percepción de cómo los demás sienten la existencia o la sociedad.

. En los personajes de Los besos de Lenin y Crónica de una explosión hay muchas coincidencias. Son políticos del Partido Comunista Chino, buscan construir un sueño que parece imposible. 

Esos dos personajes están relacionados, van de una novela a la otra. Vienen de un fenómeno muy común en los funcionarios chinos, no importa si son de pueblo pequeño o alcaldes de una ciudad grande, si es un líder político de una provincia, por muy pequeño que sea el pueblo, siempre querrán tener más y más poder, como un emperador. Es un fenómeno de la sociedad china, muy común.

. Las mujeres en sus libros van de lo más liberadas, sexualmente hablando, hasta prostitutas. ¿Cómo construye estos personajes?

Los Besos de Lenin y Crónica de una explosión están ambientados en los años de la apertura de China, que tiene que ver también con una apertura en las relaciones entre hombres y mujeres. La apertura empezó en los años 1980 en el sur del país en Guangzhou (Cantón), Shenzhen, este cambio tiene que ver con la economía, el dinero y las relaciones sexuales por lo que las mujeres de mentalidad abierta son del sur del país. Fueron las primeras en conocer la apertura sexual.

Ahora bien, la corrupción de los altos funcionarios se expresa, entre otras, en que con el montón de dinero que tienen, pagan mujeres. Es un fenómeno de la corrupción.

. ¿Piensa en el lector cuando escribe?

No. Escribo lo que siento y pienso sobre cómo desarrollar las estructuras. Escribo a mi gusto.

. Su estilo es sencillo, no hay pretensiones técnicas.

No es un estilo complicado, ¿para qué? La sociedad china es de por sí complicada.

. Sus primeros trabajos, como Días, meses, años, son muy realistas y luego pasa a lo que usted ha dado en llamar el realismo espiritual. ¿Cómo explica esa evolución?

En dos motivos. Primero, en mis años juveniles no había leído ninguna obra de literatura occidental, por eso mis primeros libros son más chinos, más realistas; y segundo, la sociedad se desarrolla y cambia, yo también. Tengo reflexiones distintas y mi mentalidad ha cambiado, mi conocimiento de la vida, todo es dinámico.

. Pocas novelas suyas se desarrollan en grandes ciudades, la excepción es Crónica de una explosión.

Esa novela se refiere a Shenzhen, una de las primeras ciudades que se abrió en la apertura económica y política en los años 80.

. ¿Cómo podría ser una biografía de sus lecturas de la literatura occidental?

La primera obra occidental que leí fue Lo que el viento se llevó, la conocí cuando salí de mi pueblo a los 20 años. Mis lecturas cambian dinámicamente, en periodos de tres a cinco años. A los 20 años me gustaba Resurrección de Tolstoi y Ana Karenina, además de Balzac. En los 80 y 90 leí literatura norteamericana, me llamaron la atención sus elementos de humor negro y autores como Hemingway, Faulkner y Joseph Heller. A los 30 años me gustaban los latinoamericanos como Juan Rulfo, García Márquez, Borges. Actualmente leo El hombre sin atributos de Musil, a Bruno Schulz y a Swavomir Mrozek.

En 1990 empecé a leer a Borges, en ese entonces no me cautivó tanto, pero después, con el paso de los años, incluso hoy en día, me parece que es uno de los autores más buenos y bellos que he leído, por encima de muchos latinoamericanos. Otros autores abordan sentimientos, las muertes y los nacimientos, pero en Borges no se tratan los sentimientos sino otros temas que lo hacen único.

. ¿Lee poesía?

Poco. No me importa mucho lo que expresa un poema. Cuando leo poesía me centro en el uso del idioma, en la belleza del lenguaje, en el uso de cada palabra, su sonoridad y belleza.

No tengo uno o varios poetas favoritos, si encuentro una frase bonita en WeChat o en cualquier red social, sin importar la fama del autor, lo leo. La poesía es un misterio para mí.

. ¿Cree que su fama de autor contestatario contra el régimen chino ha ofrecido lecturas parciales de su obra?

Afecta algo esa reputación. Algunos lectores me tratan solo como autor político y se pierden de otros elementos de mis libros. En China mis libros están censurados y eso causa malentendidos, pero esto de los lectores meramente políticos es más frecuente en China que en Occidente. En China la reputación de ser un autor crítico es aún más fuerte que en Occidente. 

. ¿Cómo se imagina China en diez años?

La tendencia del país es como la de Corea del Norte. No quisiera que así fuera, pero creo que es lo más probable.

. ¿Qué sistemas políticos de otros países admira?

No he estudiado el sistema político de Occidente porque no leo en inglés. Pero la libertad es lo que más aprecio de Occidente.

. ¿Le gustaría vivir en otro país?

Desde muy pequeño tuve el sueño de irme lejos. De mi pueblo natal emigré a ciudades cada vez más grandes y modernas como Beijing. Si no he salido de China no es por patriota sino porque no sé otros idiomas. De mis viajes me gustó Toledo, en España.

. ¿Cómo recuerda su paso por el Ejército?

Ir al ejército era una buena opción para mí. Entré de manera voluntaria. Para mi generación significaba la mejor alternativa para mejorar el nivel de vida, para salir de mi pueblo. No fui expulsado, creo que debe haber un error en las traducciones que afirman eso. 

. Si un joven chino de 20 años, aspirante a escritor, se acerca a usted para que le dé consejo, ¿qué le diría?

Vete de China y escribe en otro idioma.

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