Circe y la reinterpretación de los clásicos

Circe y la reinterpretación de los clásicos

 

Por Nerea Luján Villa

Como ya decía Italo Calvino, los clásicos han de ser leídos y releídos. No solo porque en la madurez se aprecian mejor aquellos detalles que en otras ocasiones pueden pasarse por alto, sino porque los clásicos son aquellos libros que nunca terminan de decir lo que tienen que decir. La Odisea es uno de esos clásicos incomparables que han sido estudiados desde distintos enfoques a lo largo de la historia. La perspectiva de los estudios de género en la literatura cada vez va ganando mayor peso y relevancia al cuestionar los modelos patriarcales asimilados y rescatar a la mujer de su silencio. En el ensayo Monstruas y centauras, Marta Sanz explica que el renacimiento feminista es algo que no solo sirve para prender hogueras, sino para enseñar a leer y rehabilitar lo literario bajo el lema “una sociedad justa enseña a leer a su ciudadanía”. Por ese motivo, es preciso alzar aquellas voces literarias que cayeron en la subalternidad, darles la palabra y así comprender su comportamiento. Una de las figuras clásicas reinterpretadas es la maga Circe.

Aunque Homero le retrató como una villana perversa que retuvo al héroe de Ítaca durante años en la isla de Eea, el personaje de Circe puede ser más interesante de lo que a priori parece. Por un lado, Mercedes Aguirre Castro, especialista en mitología griega y doctora en Filología Clásica por la Universidad Complutense de Madrid, resalta algunas particularidades que representa la maga en su ensayo El tema de la mujer fatal en La Odisea. Circe comparte semejanzas con diosas de origen frigio, como Cibeles, o sumerio, como Ishtar. Estas diosas se asemejan con la Madre Tierra, símbolo de la fertilidad y protectoras de las cavernas, las montañas y los animales, de ahí la relación íntima de Circe con la naturaleza y el hogar al dominar la vida salvaje y la domesticidad. De este modo, la maga se convierte en representante de los rasgos primitivos característicos de Diosa Madre, una cuestión interesante que quizá se nos habría pasado por alto al leer el clásico.

Aunque la representación de esta bruja en La Odisea responde a un canon patriarcal (una villana que convierte a los hombres en bestias y retiene a Odiseo contra su voluntad), la superioridad de Circe respecto al itacense es algo evidente, debido a su carácter divinal frente a la mortalidad de Odiseo. Por eso, se han llevado a cabo reinterpretaciones del mito a lo largo de diferentes obras en la literatura contemporánea. Mientras que la idea de la mujer como ente superior al varón era concebida como algo peligroso en el poema épico, la literatura de los siglos XX y XXI recurre a la mitología clásica para llevar a cabo la transformación de esta mujer al conservar su esencia y lograr su empoderamiento.

Para profundizar en la personalidad de Circe, recomendamos la lectura de estas tres obras que muestran una visión distinta de la relación amorosa que tuvo con Odiseo, explican su historia y visibilizan sus emociones y su personalidad.

Circe o el placer del azul de Begoña Caamaño. Narra desde el punto de vista de Penélope y Circe la estancia de Odiseo en la isla de Eea. Mediante la correspondencia que se mandan a través de un ave, ambas mujeres se conocen, se confían sus intimidades y forjan lazos de amistad y sororidad. Otro aspecto interesante a resaltar en la novela es la explicación de por qué Circe convierte a los hombres en animales. La hechicera explica que los itacenses llegaron a Eea como si de unos animales se tratasen, tanto por sus modales rudos hacia las mujeres, como su comportamiento en el banquete que se les ofreció como símbolo de hospitalidad: “Este es el castigo para quien penetra en un territorio no con la humildad de un invitado, sino con la vanidad y arrogancia de un conquistador”.

Voces de mujer de Lourdes Ortiz. Discursos de diferentes personajes literarios en los que se explica la realidad que han vivido, la cual dista de la narrada tradicionalmente. Se muestra a una Circe nostálgica, triste y enamorada, pero sin rencor en sus palabras. La tristeza que siente procede de lo interrumpido, de aquella historia que pudo continuar y no pudo ser, en parte por la condición mortal del héroe y su impulso de continuar el regreso a casa.

Diálogos con Leucó de César Pavese. Circe  mantiene una profunda conversación con Leucotea, antigua diosa del mar adorada por los navegantes, sobre el binomio vida-muerte. Se nos presenta a una mujer acostumbrada a tener una vida divina en Eea, la cual se ve truncada por la llegada del héroe: “El hombre mortal, no sabe qué tiene eso de inmortal. El recuerdo que lleva y el recuerdo que deja”. El poder del recuerdo y la nostalgia es lo que le priva a Odiseo de la inmortalidad, a diferencia de los animales (de los hombres convertidos en bestias) que se dejan llevar por elecciones tan tentativas como es la vida eterna.

 

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