por Gonzalo Muñoz Barallobre | May 24, 2010 | Pensamiento
Por Gonzalo Jauralde Lafont. A fin de denigrar a Tito Lucrecio Caro, filósofo epicúreo romano, San Jerónimo expandió la leyenda de que el pensador se había suicidado tras la ingestión de una pócima de amor que él mismo preparó y le volvió loco. En realidad Lucrecio...