Historias espeluznantes

Por José Ángel Barrueco.

Desde que anunciaron la edición de los cuentos completos de Richard Matheson en varios volúmenes no hay semana en la que no me pase por las librerías a comprobar si han salido ya; tampoco hay semana en la que no busque por la red noticias al respecto. Lo notificaron hace meses, no recuerdo cuántos, en la web de Gigamesh, con un título largo: Nacido de hombre y mujer y otras historias espeluznantes. Cuentos fantásticos 1. Como aperitivo, los editores publicaron una breve antología del mismo autor, Los primeros cuentos, regalo promocional para el Día del Libro de 2008. No he sido capaz de hacerme con ella.

Richard Matheson no goza en España del prestigio que ha adquirido en otros países. Lo tiene todo para perder en este país: escribe cuentos (además de novelas y guiones) y además son de género (terror y fantástico). Y en España, si no escribes de la guerra civil y algún que otro asunto cotidiano y, en cambio, narras historias de monstruos, entonces te relegan al ostracismo. Me temo que por esa razón a Matheson se le mira aquí un poco por encima del hombro, cuando sus historias, por ejemplo, han alimentado el cine desde hace décadas: El increíble hombre menguante, El diablo sobre ruedas, En los límites de la realidad, Más allá de los sueños, El último hombre… vivo, El último escalón, Soy leyenda, The Box… y lo que vendrá.

Algunas de sus novelas aún se pueden encontrar por ahí. Los cuentos presentan mayores dificultades: el relato de origen de Duel o El diablo sobre ruedas fue incluido en un número especial de la revista de Gigamesh. Y recuerdo con mucho agrado la edición que publicó Valdemar de varias de sus historias cortas: Pesadilla a 20.000 pies y otros relatos insólitos y terroríficos. En esta colección se incluye un cuento que no me canso de recomendar: “El distribuidor”, la historia de un fulano que se dedica a instalarse por breves temporadas en esos barrios yanquis y coloristas que Tim Burton ha popularizado en algunas películas y, una vez instalado, se dedica a sembrar cizaña, a enemistar a sus vecinos para que se enfrenten entre sí, más o menos como lo que hacía el protagonista de Cosecha roja. El personaje también recuerda un poco a Detritus, ese hombre que sembraba la discordia en el volumen La cizaña, en las aventuras de Astérix y Obélix.

Espero que no falte mucho para la anunciada edición de los cuentos de Matheson. Supongo que pasarán sin pena ni gloria. Salvo que Matheson se muera, claro…

4 thoughts on “Historias espeluznantes

  • el 13 mayo, 2010 a las 9:32 pm
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    Matheson es un maestro. Su muerte pasará desapercibida en este país de cortas miras, pero él ya ha conseguido, y desde hace tiempo, lo que todo escritor debería aspirar: que su obra traspase generaciones y fronteras con la misma fuerza.

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  • el 14 mayo, 2010 a las 5:38 pm
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    Enhorabuena por el artículo. Desconocía a Matheson, quizá por las razones que tan bien aduces. Un placer leerte de nuevo. Abrazo.

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  • el 21 mayo, 2010 a las 10:17 pm
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    Amé The Box y disfruté Soy Leyenda.
    Muy buen artículo.

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