Ciencia en “La miel silvestre” de Horacio Quiroga

Por Inés Punschke.

 

La “Ficcionalidad en campos interdisciplinarios” es múltiple y variada. Muchas veces la ficción narratológica en su desarrollo se sirve de otras disciplinas, también hay ejemplos de estos ámbitos interdisciplinarios, valiéndose de la ficcionalidad para su mejor desarrollo o ejemplaridad de conceptos.


Entrar en la ficción es salir de una esfera ordinaria del uso del lenguaje, para entrar a un mundo donde nada es verdadero ni falso, sino “posible”. Se vale de la simulación, para poner al descubierto verdades ocultas.
El tema constituye un amplio campo de investigación que poco se ha explorado. El presente ejemplo está realizado basándome en estas fuentes e influencias de inspiración y de cooperación. Para ello propongo al autor uruguayo Horacio Quiroga cuya producción se halla en el siglo XX. Se hará referencia a los aspectos relevantes del texto, acorde a la temática elegida, según criterio y metodología que fundamenten la interpretación y análisis en este sentido.

 

Horacio Quiroga (1878-1937),  el cuento “La miel silvestre” de Cuentos de amor de locura y de muerte fue editado en 1917. En éste, la ficción narrada se vale de las ciencias biológicas, la entomología y la botánica, para llevar el tema a los límites de la ficción- realidad.
La “ficcionalidad” y “literariedad” se observa junto a la utilización  de los conocimientos anteriormente nombrados, en el más estricto sentido de encontrar en dichos textos la llamada metanarración y la mimesis. El lenguaje en su capacidad poética o en su función artística, es el que permite llegar a la “ficción”, como creación de una historia.
Según Genette1, la ficción propone el placer desinteresado que lleva la marca del juicio estético, donde el lenguaje que la forma es “posible”, siendo verdadero y falso a la vez. (1- Genette, Gérard(1991): Ficción y dicción, Barcelona, Lumen 1993. Cap.1 págs. 11-34)
En el cuento de Horacio Quiroga “LA MIEL SILVESTRE” el lenguaje propio de las tres ciencias nombradas anteriormente, es real y objetivo; no obstante en campo de la ficcionalidad deja de serlo para pasar a ser totalmente falso. Tiene su valor de veracidad dentro de la historia pero no más allá de ella.

 

El autor, intradiegético, comienza su ficción en primera persona “Tengo en el Salto Oriental dos primos…”, ubicación por demás significativa para el autor por ser el lugar geográfico de su propio natalicio. Así inicia el cuento, con una introducción para la verdadera historia que se desarrollará en un carácter de metanarración: estos primos basándose en las historias de Julio Verne deciden escapar a un monte cercano y vivir en un medio salvaje como Robinson Crusoe. El narrador en un tono reflexivo expresa: “Las escapatorias llevan aquí en Misiones a límites imprevistos, y a ello arrastró a Gabriel Benincasa…”personaje principal de la narración.
A partir de este momento se puede decir que comienza la ficcionalidad propiamente dicha, como mimesis. Terminados los estudios de contador, el personaje decide ir a casa de su tío en Misiones en busca de aventuras. Es prevenido por él, quien le aconseja postergar el recorrido por el lugar; no escuchándolo al día siguiente recorrió una legua por la picada.
En la segunda noche el tío lo despierta advirtiéndole sobre la “corrección” que atacaba el lugar; luego de contener a las hormigas vuelve a dormir. Al día siguiente, Benincasa no dándose por vencido retoma la expedición. Recorre varias leguas y al no encontrar animal alguno decide retornar. En su camino de regreso escucha el zumbido de abejas, advierte en el hueco de un árbol, bolsitas de miel. Estas despiertan su apetito, ahuyenta las abejas hasta que unas se posan sobre su mano y descubre que no tienen aguijón; procede a comer la miel y al cabo de un rato comienza a sentirse somnoliento, con el cuerpo pesado, hasta paralizado, aunque sus sentidos estaban intactos.

La selva pasó de ser aburrida a ser peligrosa. Lanzó un grito, como el de un niño asustado; luego vio la masa que avanzaba hacia él e imaginó lo que era, hasta que sintió debajo de su ropa interior el río de hormigas. Fue encontrado por su tío dos días después, quien comprendió todo al ver el esqueleto solo con la ropa, las bolsitas de cera y restos de la corrección.
Al finalizar, el narrador en tono reflexivo aclara: “No es común que la miel silvestre tenga esas propiedades narcóticas o paralizantes, pero se la halla. Las flores con igual carácter abundan en el trópico…”
Desde el argumento es observable la utilización de las Ciencias Biológicas. Dentro de ellas se encuentran la Entomología y la Botánica, de ahí la investigación sobre las Abejas sin aguijón, su alimentación en base a plantas tóxicas para el hombre y no para ellas y sobre las Hormigas carnívoras.
Existen muchas familias de abejas. Dentro de las Apidae están las abejas melíferas tropicales, eusociales y sin aguijón (Meliponinae). Las melipónidas se encuentran en regiones tropicales y subtropicales, desde los 30º Latitud Norte o Sur. La mayoría, establece sus colonias en huecos de árboles, depositan la miel en construcciones redondas.

 

La selva subtropical cubre la meseta de Misiones. Esta presenta plantas de muy variadas esencias, con abundante follaje, existiendo así tóxicas y silvestres como por ejemplo el lapacho amarillo; el cual, crece en la región oriental húmeda del parque chaqueño, en la selva subtropical misionera y en parte de las provincias de Corriente y Entre Ríos. Posee una sustancia, que es un ácido, llamada Lapachico de la cual se alimentan las Melipónidas. Este es un ejemplo de las tantas especies que existen con estas características.
“Benincasa había sido ya enterado de las curiosas hormigas a que llamamos corrección. Son pequeñas, negras, brillantes y marchan velozmente en ríos más o menos anchos. Son esencialmente carnívoras. Avanzan devorando todo lo que encuentran a su paso”. La descripción que hace el narrador  acerca de la “corrección” es prácticamente un tratado científico, pues si tomáramos un libro de entomología veríamos lo homólogo entre ambas caracterizaciones.
En la penumbra permanente de los bosques de la América tropical, transcurre la existencia de hormigas de muy variadas especies pertenecientes al género Eciton. Ellas suelen avanzar en gruesas columnas, en forma rápida, superando toda clase de obstáculos que encuentren en su camino.

 

Las Eciton son realmente devastadoras, carniceras y no perdonan a sus víctimas. Entre ellas se encuentra la “corrección”.
Alguien una vez me dijo: “es una forma distinta de ver la literatura”; creo que son palabras de quien nunca se atrevió a ver más allá de una mera hoja escrita. Esta persona, no supo descubrir que la “ficción” nos permite ir mucho más lejos, encontrar y analizar muchas cosas que conciernen al pensamiento humano y que en esa interdisciplinariedad, hacen  lo que llamamos intelectualidad.
En el caso de Horacio Quiroga, el texto interdisciplinario nos dice más a cerca del autor y su obra, a que estudiáramos al hombre y al escritor por separado.

 

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Sugerencia de Dinorah Polakof:

La Serie Marfil de Lectosfera, editorial Pictus, acerca los cuentos de Quiroga a los que se inician con el autor. Sugerido a partir de los 12 años Pictus realiza una entrega de formato ideal  para esa edad. La biografía, bibliografía, e información  ampliada  del universo del terror constituyen un valor agregado al producto que cuenta con el peso y tamaño aptos para transportar en mochilas.  Y el costo del libro es accesible a todos los bolsillos.   
Una vez finalizado, el lector no podrá desprenderse más de la escritura del uruguayo nacido en  Salto y afincado en Las Misiones argentinas.  Dentro de la currícula educativa es imperioso estudiar a Horacio Quiroga pero sorteando la obligación, se renovará para siempre el deseo de volver a los inquietantes y colosales cuentos.
 

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