Desmitificando el cine: Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003)

 

Por César Bakken Tristán

 

 

Te doy mis ojos  (Icíar Bollaín, 2003) es un drama hecho por y para mujeres feministas y andrófobas.

Laia Marull huye de su casa, con su hijo, y se instala en la de su hermana (Candela Peña). El motivo es el maltrato que recibe de su marido (Luis Tosar). Al poco tiempo se reconcilian y vuelven a vivir juntos, pero  los maltratos vuelven a aparecer y la mujer abandonará finalmente a su marido para irse sola a vivir a Madrid.

La violencia de género es un tema deleznable que es necesario condenar y denunciar por todos los medios posibles, incluido el cinematográfico. Pero para hacerlo de la manera que lo hace Icíar Bollaín, mejor no haberlo hecho.  Para mostrar una realidad tal y como es existe el documental, el cine ha de aportar algo más. Te doy mis ojos es una especie de documental ficcionado sobre la terapia psicológica de grupo de los maltratadores de género, con el guión como “casos prácticos” de dicha terapia que es el eje de la trama.

Los personajes masculinos son todos abominables, el estereotipo puro, duro y ancestral del maltratador. Salvo el novio de Candela Peña,que es un toli escocés sometido a su mujer (obviamente no iban a presentar a un español no maltratador, los españoles somos todos maltratadores en acto o en potencia, sin duda…), y el psicólogo, que es una especie de enajenado que trata a sus pacientes como a niños tontos. Todos los personajes que trabajan, se divierten, piensan con la mente abierta, tienen proyección y aspiraciones profesionales, son inteligentes y, en fin, viven de acuerdo con lo que debe de ser un ser humano; son mujeres.

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Te doy mis ojos, de Icíar Bollaín

Es significativo que las principales causas de maltrato doméstico: el alcohol, las drogas, la incultura y la precariedad económica, no son tocados en esta película. Lógico, si el Estado es quien financia en su mayor parte la cinta, ¿cómo va a tirar piedras contra su propio tejado? Eso sí, Tosar se toma alguna cerveza, porque el dinero de la publicidad de Mahou sí es bien recibido en producción.

Te doy mis ojos se limita a analizar una relación de pareja en la que la mujer es un ama de casa sometida a la brutalidad de un tarugo completo que se guía por los más bajos instintos humanoides en su comportamiento conyugal: los celos injustificados, la mala hostia y su frustración e inseguridad personal y laboral.  La pareja tiene un hijo igual que el que tiene una tortuga, ninguno de los dos se ocupa de él. La trama comienza con la huida de la mujer y su hijo a casa de su hermana, tras nueve años de maltratos. La hermana no sabe nada del asunto pero lógicamente la apoya, aunque salen a relucir entre ellas viejas rencillas que no aportan nada al argumento, pero entretienen. La madre de ambas, Rosa María Sardá, es el eslabón genético que une a la protagonista con el maltrato, pues ella también fue maltratada por su marido, pero no se rebeló ya que lo veía normal y aguantaba por ellas. Este personaje es el que representa más nauseabundamente a la España cañí. El resto de mujeres son todas emprendedoras y están liberadísimas. Hablan exactamente como lo harían un grupo de hombres de los catalogados machistas y se van de cañas constantemente.

El guión no aporta nada a nivel creativo y la puesta en escena, menos. Simplemente recrean el estereotipo de relación de maltrato, sin mostrar su origen ni desarrollar el problema. Prefieren mostrar este estereotipo de relación e intercalarlo con secuencias descongestionadoras, como son las de los museos, la boda y los pequeños gags en el bar y en el cementerio. Secuencias que no aportan nada al desarrollo de la trama e inciden más en el estereotipo narrativo elegido.  Por eso insisto en lo que dije al principio: el guión son los “casos prácticos” de la terapia de grupo de los maltratadores.

Es imperdonable tener los medios para aportar algo nuevo a un problema y desaprovecharlos para quedarse simplemente contando lo que todos los espectadores saben ya de ese problema. El cine NO ES PERIODISMO y ni mucho menos hace dramatizaciones para televisión de noticias reales. Señora Bollaín, por el amor de la deidad que elija…

Esto se refleja en la simplísima estructura del guión, sin lugar a ningún tipo de clímax: mujer maltratada que huye del marido. Marido que va a buscarla y la promete cambiar y asiste a clases de terapia de grupo y a consulta psicológica especializada en maltrato. La mujer vuelve con él y el vuelve a comportarse como la bestia que es. Ella se va definitivamente, sin el hijo, eso sí. Los hijos son una carga para una mujer tan liberada.

 

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Laia Marrull y Luis Tosar

 

Por supuesto no pueden faltar las secuencias de sexo obligatorias en casi toda producción española (y, sobretodo, en las directoras feministas) . La única secuencia de maltrato explícito, a la hora y media,  es por supuesto con un desnudo de muy mal, e injustificado, gusto.

La evolución de Laia es la más radical que he visto en el cine, después de la de Peter Parker tras la picadura de la araña. Pasa de estar nueve años como ama de casa aguantando maltratos a, de repente en unos meses, convertirse en una apasionada y erudita del arte pictórico y la mitología; y a dedicarse profesionalmente a ello. Aunque en la mesita del comedor conyugal tiene un gran busto de Nefertiti, vete a saber por qué.

Tosar es un fracasado que trabaja en el negocio familiar como el último mono del eslabón. No es capaz de pensar en nada y sólo se dedica a actuar como un troglodita y a maltratar a su mujer. Eso sí, auque su personaje nunca lo haría, acude a terapia de grupo y a consulta psicológica. El motivo es mostrar todos los perfiles del maltratador, por edad y profesión. Sólo falta Santiago Segura haciendo de Torrente. Como hombre me siento tremendamente ofendido por este denigrante trato que se nos da en la película y por la absoluta superioridad ética y moral de la mujer, a años luz de nosotros los neandertales.

Candela Peña es también muy progre y transgresora con el antiguo rol de la mujer sometida. Pero eso sí, se casa vestida de novia y organiza un bodorrio del copón, al más puro estilo retrógrado.  Sólo le falta la iglesia para tener loca de contenta a su “malvada” madre. Bollaín, ahí se te ve el plumero.

Lo único bueno que tiene la película es la elección de los dos protagonistas por el físico: Tosar tiene cara de garrulo maltratador y Laia tiene cara de mujer guapa , cándida y sufridora. Interpretativamente están bien. Pero la irrupción de Chus Gutiérrez como secundaria (o un cameo que se le fue de las manos a su amiga Icíar) anula el buen trabajo de los protagonistas.

Supongo que al gran Víctor Erice le habrán echado en cara mil veces el haber sacado de la nada a Icíar Bollaín y a Ana Torrent. Se le han ido de las manos… y el cine español no creo que pueda perdonárselo nunca. Después de  haber tenido que sobrevivir gracias a “Mimosín”, supongo que a Erice no le preocupara esto. A mí, y espero que a ustedes, sí.

 

 

 

37 thoughts on “Desmitificando el cine: Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003)

  • el 20 agosto, 2013 a las 8:39 am
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    No comprendo porqué puede usted sentirse ofendido, nunca he interpretado esta película como una crítica hacia el hombre, ni tampoco creo que se ciña a una terapia para maltratadores, tiene mucho más contenido. Desde luego hay escenas en las que se ocupan del niño, y claramente se intenta a través de esa relación transmitir el sufrimiento emocional que hay en el hogar. No encuentro por ningún lado el documental del que habla, lo que sí detecto es un enfado por una cinta en la que se ha sentido usted ofendido y se ha despachado a gusto.

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  • el 20 agosto, 2013 a las 10:21 am
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    ¿La precariedad económica es una de las principales causas del maltrato doméstico? Eso sí que ofende…

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  • el 20 agosto, 2013 a las 1:55 pm
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    Cristina, yo no veo ese mucho más contenido del que hablas… igual tengo que ver la versión extendida el «director´s cut» o algo así… jejeje. No me ofende la cinta por sólo por su ataque constante al hombre, sino por su calidad cinematográfica. Lo he intentado explicar de la mejor, y más breve, manera posible.
    Y Ana, sí, la marginalidad o precariedad económica es una de las principales causas.Eso lo sabe cualquiera, no he descubierto nada nuevo.

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  • el 21 agosto, 2013 a las 5:32 pm
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    No comparto en absoluto esta crítica; yo no veo la androfobia por ningún lado. Es obvio que los personajes masculinos son cutres y casposos, pero ¿me va a decir alguien que no son verosimiles, que no hay gente así?.Por otra parte es lógico que sean esos los tipos masculinos que aparecen ya que ese es el tema de la película; el maltrato de signo machista. Esto no implica en absoluto decir que todos los españoles lo sean o que todo maltrato sea de tipo machista.

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  • el 21 agosto, 2013 a las 7:04 pm
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    Exacto, Carrascosa, precisamente eso que tú ves lógico es lo que no debería serlo en la peli, pues para mí el buen cine ha de ser ante todo sutil e imparcial en su puesta en escena. La tendencia del director y guionista ha de sobreentenderse, que para lo otro ya esta el documental y el reportaje periodístico.
    Saludos.

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  • el 21 agosto, 2013 a las 10:43 pm
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    Es el eterno problema del Arte (en general y con mayúscula) y su compromiso social o político. El Arte ha de ser, ante todo, eso: arte. Esto quiere decir que un director de cine, un escritor, un pintor, un escultor, etc., han de intentar, por encima de todas las cosas, hacer buenas películas, escribir buenas novelas, pintar buenos cuadros y esculpir hermosas estatuas. Pueden hacerlo sobre el tema o la idea que sea (religiosa, moral, política…), pero, por encima de todo, han de intentar que sean buenos.
    Cuando se olvida este principio elemental y se invierten los términos, resulta que, en lugar de tener una idea que da lugar a una obra (película, novela, cuadro), se pone una obra al servicio de la idea, aquella deja de ser algo artístico para convertirse, automáticamente, en publicidad o propaganda.
    Y ahí se cohabitó la marrana, que dijo CJC.
    Me gusta tu estilo, chaval.

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  • el 22 agosto, 2013 a las 2:36 am
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    Vichoff, POR FIN UNA LUZ AL FINAL DEL TUNEL, gracias por entender el artículo y por esa fenomenal reflexión sobre la creatividad artística. Dejo esta revista hoy mismo, pero no me gustaría perder contacto con mentes como la tuya. No hace falta decirlo porque en google está todo (y más), pero para facilitar te dejo mi e-mail: cesarbakken@yahoo.es.
    Sólo por lo que has escrito merece la pena haber aguantado a tanto patán (sobre todo en faceful)
    Molts anys i bons.

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  • el 22 agosto, 2013 a las 1:35 pm
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    Conque patanes eh, está claro cual es tu estilo, tu sección debería llamarse «insultando al cine» que está claro que te va más; me parece que, aunque tu crítica de celda 211 estaba bien, es posible hacer críticas sin insultar(esto va tanto para películas o para personas), lo más importante es el respeto, algo que no tienes por lo demás, vas de listillo x la vida, pero bueno, tiene que haber de todo….

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  • el 22 agosto, 2013 a las 1:37 pm
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    sutil e imparcial, ¿es que te olvidas de que las películas son ficción? como q imparcial, no se puede ser imparcial, se puede tratar de aplicar un criterio más o menos objetivo, pero no se puede lograr la objetividad, mucho menos en arte, anda y vete a adoctrinar a otra parte

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  • el 22 agosto, 2013 a las 2:15 pm
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    Murillo, mira lo que significa el gravísimo insulto «patán»: patán.
    (De pata).
    1. m. coloq. Aldeano o rústico.
    2. m. coloq. Hombre zafio y tosco.
    Lee el comentario de Vichoff y aprenderas de que va esto.
    Y si no sabes comentar nada de la película que he criticado cállate la boca y ni me amenaces ni insultes por este medio. AQUÍ HABLAMOS DE CINE NO INSULTAMOS A NADIE SALVO EN DEFENSA PROPIA, COMO HAGO YO CONTIGO.
    Encantado de que me lo digas a la cara. Mi e-mail: cesarbakken@yahoo.es
    Quedamos cuando quieras y me lo vuelves a decir.
    Te espero.

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  • el 22 agosto, 2013 a las 3:02 pm
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    No estoy nada de acuerdo con la critica a esta pelicula. Personalmente soy de las que cree que el feminismo es tan reprobable como el machismo, y sinceramente….no veo en esta pelicula ese feminismo del que se habla. Se dice en la crítica que las principales causas del maltrato (alcoholismo, pobreza, incultura…) no aparecen, y que lo que se pretende es identificar al macho español con el matrato, pues opino todo lo contrario… Creo, en mi modesta opinión,que una de as principales causas del maltrato es la inseguridad del maltratador, y que lo que suele reflejarse en el cine son aquellos casos de familias aparentemente normales en las que existe maltrato, y la dificultad de la mujer que se ve en estas circunstancias para asimilarla. Creo además que no pinta al hombre como un ogro y a la mujer como una estúpida que justifica el maltrato por el simple hecho de que es su marido y debe someterse (posición que si refleja su madre), si no que es una mujer que no entiende que aquel a quien ama le haga daño, y que se debate entre asumir la realidad y huir o creer que cambiará

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  • el 22 agosto, 2013 a las 3:10 pm
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    Quise decir » lo que NO se refleja», pero me comí el no.

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  • el 22 agosto, 2013 a las 3:22 pm
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    Irene, respeto tu opinión, pero te remito al comentario de más arriga (de Vichoff) que da en el clavo totalmente con el mensaje que lanzo en la crítica. No se trata de debatir esto o aquello sobre el maltrato, sino que en una película han de usarse todos los medios creativos al alcance para contar una historia de una manera sutil, bella y profunda. Para todo lo demás está el documental y el reportaje.
    Esta película se podía resumir en un titular de prensa que dijera: «mujer maltradada por su marido le abandona y se va a vivir a Madrid a empezar una nueva vida».
    Esta podría ser la sinopsis completa.
    ¿qué te ha enseñado esta peli que ya no supieras a cerca del maltrato? nada.
    Ese es el problema.
    Saludos!

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  • el 22 agosto, 2013 a las 7:11 pm
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    Eso de que un buen director debe ser imparcial en su puesta en escena, no lo comparto.Los que deben ser imparciales son los jueces, o tal vez los documentalistas. El cine es creacción y por lo tanto, la «parcialidad» es algo consustancial al mismo. Por cierto que me pongo a pensar y no se me ocurre un buen director que sea imparcial.

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  • el 22 agosto, 2013 a las 7:46 pm
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    Carrascosa, hay tienes razón. Pero yo me refería a que en temas tan maniqueos como es el maltrato (que nadie puede estar a favor y hasta los que lo están no pueden decirlo en público, obviamente) no se ha de notar tanto. Es como en las películas en las que se «empatiza» con el malo, y no por eso se le hace bueno, sino que se cuenta la historia desde su punto de vista. Por ejemplo: «Henry, retrato de un asesino», «Bonnie and clyde», etc.
    Para mi el claro ejemplo de director imparcial es el genial Camus, que hace adaptaciones de novelas y por lo tanto respeta al novelista (elige la que le guste, claro, pero eso entra dentro del margen de la imparcialidad, creo). O directores de pelis de encargo como Blake Edwards o Chávarri.

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  • el 23 agosto, 2013 a las 9:11 am
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    No estoy de acuerdo contigo en dos cosas: La primera en que remitas constantemente a la opinión de Vichoff, por su opinión es simplemente eso, una opinión, no tiene porque sentar catedra, eso si para mi es totalmente respetable y la comparto, en parte. Y la otra cuestión en la no estoy de acuerdo es que el cine tenga que ser sutil y bello….porque la belleza a veces está en la propia simplicidad o en la crudeza con que se muestran las cosas. A mi encanta el cine de Alejandro González Iñárritu y la que má «Amores Perros», y la gracia está en que te muestra las cosas tan duras como son. En la pelicula de la que debatimos, para mi, la gracia está precisamente en la falta de adornos de la pelicula. Hay distintos estiloa de cine y distintas opiniones, y creo que todas son respetables por mucho que no las comprendamos.

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  • el 23 agosto, 2013 a las 1:41 pm
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    Irene, la peli que citas es muy buena. Pero no es sólo una peli realista y cruda, sino que alcanza la categoría de arte, belleza, sutileza y etc. lo que tiene que ser el cine para mi gusto. Y la alcanza por la edición de la peli, que no es lineal, por los planos elegidos y la banda sonora.
    El buen cien es algo mucho más complejo de lo que pensamos.
    Si me remito a la opinión de Wichoff no es por ser cansino, sino porque ha dado en el clavo y para mí es muy significativo que tengáis en cuenta lo que escribió.
    Pero tu opinión me parece tan respetable como la suya, porque la justificas y no faltas al respeto.

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  • el 24 agosto, 2013 a las 12:06 am
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    Nuevamente, al igual que hizo en la crítica de Memento o en Tesis, César nos dice quién es el comentarista que «Ha dado en el clavo»: Aquel que alaba su artículo. Todos los demás no es que tengamos opiniones diferentes; no es que prefiramos las críticas serias que no ceden al insulto ni al humor de blog de pacotilla. No, es simplemente que no lo hemos entendido.
    Yo sigo a la espera de que César entienda las películas que reseña. Y lo felicito nuevamente por despertar tantos comentarios en la silenciosa Culturamas.

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  • el 24 agosto, 2013 a las 2:55 am
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    Pablo, para criticar una crítica hace falta una contracrítica (toma redundancias), no simplemente decir que no me gusta. Para eso esta el faceful con su teclita.
    Sí alabo a Vichoff no es por su comentario en referencia a esta película, sino porque su comentario es pura filosofía cinematográfica y se aplica perfectamente a lo que yo he querido transmitir en esta crítica.
    La chica de Tesis también hizo un comentario muy acertado, deberías releerlo. Y en Memento no fue ninguna alabanza la que me hicieron, pues quien comentó dijo que seguía siendo una de sus pelis favoritas.
    Pero no te preocupes, o sí, porque ya he dejado esta revista y volverás a poder leer comentarios insulsos (no digo aquí, sino en los medios en general) de esos que sólo dicen lo que las productoras indican en sus dossiers de prensa que entregan a los críticos.
    Si te sigue interesando el pensamiento diferente y que aunque no lo entiendas te entretiene y, reconócelo, te aporta algo diferente al resto, no dejes de echar un ojo a mi blog cesarbakken.net. Allí enlazaré mis críticas en la nueva revista con la que trabajaré.
    Saludos, fiel lector.

    Respuesta
  • el 24 agosto, 2013 a las 9:11 pm
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    El que debería releer tus artículos eres tú, básicamente para aprender a escribir con propiedad un artículo académico. Aunque algo de eso ya te dije en el artículo de Memento: inútilmente, claro, porque sólo entras aquí para ver si alguno se ríe con tus chistes sobre el cine. Los demás, nos equivocamos, o es que no hemos leído con atención tus insultos al cine.
    Agradezco que dejes la revista, pues valoro la obra y el trabajo de Rubén, y creo que el único error que ha cometido en su tiempo al servicio de la sección ha sido permitir tus gansadas.
    Y no te preocupes, que no visitaré tu blog. Me interesa el pensamiento diferente, claro que sí, pero visto lo visto en tu blog sólo encontraré lo de siempre, es decir, mediocridad.

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  • el 25 agosto, 2013 a las 11:28 pm
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    Pablo, «¿Artículo académico?». Ahí me has ganado, yo creía que mi sección era un artículo de opinión sobre cine.
    Lo que tengas que decir de Rubén se lo dices a él y no en los comentarios a esta crítica, macho.
    No sabía que fueras Aramis Fuster para saber lo que hay en mi blog. Pero te digo una cita de alguien que ahora no recuerdo: «Nunca en mi vida he aprendido nada de los que han estado de acuerdo conmigo».
    Aplícate el cuento, abre tu mente y quizás encuentres algo ahí fuera, justo a dos palmos de tu napia.

    Respuesta
  • el 26 agosto, 2013 a las 12:52 am
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    Tres cosas, querido amigo.
    1) Mi comentario hacia Rubén tiene que ver con su faceta de director de la sección. Es justo que sea éste el medio escogido para publicarlo.
    2) Sí, artículo académico de crítica. No estás en una sección de chascarrillos de bar. Le pido un mínimo a estos textos de rigurosidad, coherencia y conocimientos previos (lo mismo que tú nos pides continuamente rigurosas contracríticas a quienes comentamos tus textos: qué curioso que exijas más dedicación para escribirte comentarios que para el post que los genera)
    3) Estoy de acuerdo, se aprende de aquellos con quienes discrepamos. Lo que no quiere decir ni mucho menos que aquellos que discrepan sean interesantes de por sí, que es lo que pareces suponer tú. ¿Quién sabe? según ese criterio, a lo mejor tú puedes aprender mucho de las películas con las que discrepas y de los usuarios que te decimos que tus textos dan vergüenza ajena. Así que devuelvo el consejo: ¡Abre tu mente, amigo César! Relee con atención el 95% de los comentarios que te han dejado en tu breve paso por Culturamas, lo mismo que tú nos reenvías constantemente a releer al 5% que sí te ha encontrado valioso.
    Muchas gracias por dejar Culturamas.

    Respuesta
  • el 26 agosto, 2013 a las 1:05 am
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    Pablo:
    1/ Rubén no tiene por qué leer esta subsección de su sección (que por otra parte a él le encanta, no sólo por ser la más exitosa de la revista a pesar de haber sido tan efímera) Igual debes comentarle eso de que me das las gracias por irme, cuando él me ha dicho que no deje de escribir en Culturamas.
    2/Si en mis 6 artículos no has visto rigurosidad, coherencia ni conocimientos previos… ahí no puedo entrar, tronco, porque los milagros los hace un tío llamado Jesús (sobre todo con panes y peces) y no yo.
    3/ Aquellos con quienes discrepas no son interesantes de por sí. Acabas de definir perfectamente lo que significas para mí, Pablo. Mira que no sacar ni siquiera una frase que te guste de mis 6 críticas. Mira que es difícil estar tan en desacuerdo con alguien, sobretodo cuando se trata de 6 películas tan diferentes. Igual el problema lo tienes tú, tronco, que no aceptas que nadie piense con libertad, que lo fundamente y que encima tenga razón. Cómo jode eso.

    Respuesta
  • el 27 agosto, 2013 a las 1:57 am
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    Eso digo yo, amigo César. ¡Mira que no sacar ni una sola cosa interesante en tus textos…!
    Y sí, sección exitosa en lo que a comentarios se refiere: siempre he destacado eso de ti, que tus textos son tan malos que eres capaz de movilizar a los que con frecuencia permanecemos en silencio. Te felicito nuevamente.
    Y un matiz: ojo, no estoy en desacuerdo con tus opiniones de las películas, o al menos no siempre (por ejemplo, a mí tampoco me gustó «Te doy mis ojos»). Con lo que estoy en desacuerdo es con tu estilo chapucero y tus críticas de tres al cuarto, y sobre todo con tu prepotencia contestando mensajes, y tu voluntad de ver éxitos donde los demás vemos fracasos (¡llamar la sección más exitosa de la revista a que te escribamos una y otra vez que no nos gustan tus textos!)
    Pero en fin, éste es el último mensaje que te escribo, porque por fortuna también es la última vez que escribes en Culturamas.

    Respuesta
  • el 27 agosto, 2013 a las 1:59 pm
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    Pablo lo de «sección más exitosa» lo dije en ralación duración-seguimiento. La primera crítica fue lo más visto de la revista, con diferencia, según me dijeron.
    No sé por qué eres tan masoquista de leer cosas que no te gustan, tronco. ¡Con la enorme oferta cultural que hay! y tú vas i eliges estas críticas mías… Ten cuidado con el síndrome de Estocolmo, te pasa algo parecido.
    y si te has leído las 6 críticas, joder, eso es de terapia de grupo… acabarás diciéndoles a unas 10 personas sentadas en sillasC: «Hola, me llamo Pablo y leí las 6 críticas de Bakken en Culturamas». Lamento profundamente el trauma que te haya podido causar y estoy dispuesto a reescribir todas las críticas, alabando las pelis (salvo la que tampoco te gusta a ti, ahí no sé qué más hacer…).
    Todo esa por la salud de mis lectores.
    Saludos.

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  • el 24 febrero, 2014 a las 5:12 pm
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    Definiré esta crítica en una palabra: penosa.
    No se ajusta en nada a la realidad de la película, no ve más allá de unas cortas narices machistas. «Ella se va definitivamente, sin el hijo, eso sí. Los hijos son una carga para una mujer tan liberada»
    Aparte de la burla que supone esta frase, ni siquiera es cierta, Pilar se va con su hijo…
    A ver qué película ha visto usted señor Cesar!!
    Ah, y un poco de formalidad y cuidado de la redacción, que parece más bien unos párrafos escritos en el Tuenti por un adolescente con rabieta

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  • el 7 marzo, 2014 a las 6:36 pm
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    César, menuda mierda de artículo. Si el artista ha de intentar que la obra sea »buena» (que ya me gustaría verte definiendo qué es eso de buena), lo mismo se le puede exigir a la crítica. Si es que lo que haces se puede llamar así, cosa que pongo en duda. A parte de que tu sintaxis deja bastante que desear incluso para un mono oligofrénico, tus »argumentos» no se aguantan por ningún lugar y no hacen más que reafirmar los motivos por los que esta película era necesaria. ¿Que el maltrato es fruto del alcoholismo y la precariedad económica? ¿Pero tú en qué mundo de clichés y tópicos vives, chaval? Desde esta perspectiva no se puede hablar de cine, y, en realidad, de nada. ¿Que los hombres en la película están pintados como zafios y maltratadores en potencia? Eso ya es ser corto de miras, sin más. Si no eres capaz de ver la profundidad que Bollaín le ha dado al personaje de Tosar es que no ves más allá de tus narices. Y lo mismo para las mujeres. ¿Y qué dices del niño? ¿Y de que en el mundo laboral todo el mundo parece feliz y contento? En fin, es que podría alarmarme cualquiera de tus frases, pero voy a parar antes de que me de un síncope.
    Mi consejo: dedícate a otra cosa. Cualquier otra, en serio.

    Respuesta
  • el 7 marzo, 2014 a las 6:39 pm
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    César, menuda caca de artículo. Si el artista ha de intentar que la obra sea »buena» (que ya me gustaría verte definiendo qué es eso de buena), lo mismo se le puede exigir a la crítica. Si es que lo que haces se puede llamar así, cosa que pongo en duda. A parte de que tu sintaxis deja bastante que desear incluso para un mono oligofrénico, tus »argumentos» no se aguantan por ningún lugar y no hacen más que reafirmar los motivos por los que esta película era necesaria. ¿Que el maltrato es fruto del alcoholismo y la precariedad económica? ¿Pero tú en qué mundo de clichés y tópicos vives, chaval? Desde esta perspectiva no se puede hablar de cine, y, en realidad, de nada. ¿Que los hombres en la película están pintados como zafios y maltratadores en potencia? Eso ya es ser corto de miras, sin más. Si no eres capaz de ver la profundidad que Bollaín le ha dado al personaje de Tosar es que no ves más allá de tus narices. Y lo mismo para las mujeres. ¿Y qué dices del niño? ¿Y de que en el mundo laboral todo el mundo parece feliz y contento? En fin, es que podría alarmarme cualquiera de tus frases, pero voy a parar antes de que me de un síncope.
    Mi consejo: dedícate a otra cosa. Cualquier otra, en serio.

    Respuesta
  • el 19 abril, 2014 a las 12:32 am
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    Estoy totalmente de acuerdo con esta crítica 🙂

    Respuesta
  • el 27 abril, 2014 a las 7:45 pm
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    Claro, mis narices no son cortas, sino riníticas. Lo de machistas, bueno, ¿qué voy a decir ante semejante comparación? Se agradecería que hicieras una contracrítica a la crítica y no que dijeras chorradas. En cuanto a lo de la redacción, no se hizo la miel para la boca del asno, sin duda.
    Marta G , (de gilipollas supongo , como la canción de Def con 2 dedidaca a «Hombres G») simplemente tras leer como eres capaz de usar una enfermedad mental como la oligofrenia para comentar una crítica cinematográfica ya tengo bastante, además que lo has escrito 2 veces. Pero aún así me planto tras tu horrendo insulto a las personas que sufren esa enfermedad. De los monos no digo nada, pues estos primates, sin duda, por lo menos tienen el respeto que los animales humanos como tú no tienen.

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  • el 26 diciembre, 2015 a las 5:37 am
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    Bataller, ¡gracias!
    saludos.

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  • el 26 diciembre, 2015 a las 5:47 am
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    cesarbakken.net

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  • el 21 febrero, 2017 a las 2:36 am
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    Curioso es que esta cinta se estrenara en 2003 y que un año después se aprobara la Ley de Violencia de Género, también es curioso que fuera aprobada por mayoría absoluta, absolutamente absoluta (0 votos en contra), es decir, todos los diputados «retrógrados» del Partido Popular votaron a favor de esta ley.
    ¿Casualidad? ¿Coincidencia? Bienvenidos a la nave del misterio.

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  • el 21 febrero, 2017 a las 9:01 pm
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    Igual la violencia de género REAL tuvo algo que ver para que se aprobara esa ley que dices se aprobó en esas fechas.
    Pero vamos… si crees que se aprobó por esta película, no digo nada, eso cuéntaselo a Friker Jiménez y debatís un rato en la nave esa.

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  • el 12 marzo, 2017 a las 1:07 am
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    En la nave del misterio se dice que los gobiernos impulsan cierto tipo de propagandas antes de presentar ciertas novedades legales. La ley no es por la película, la película es para la ley. Pero tu sabes, a los que vamos con un cucurucho de aluminio en la cabeza no nos suelen hacer mucho caso, a pesar de que la coincidencia es asombrosa. Te dejo compi, vuelvo a mi nave de platillos y psicofonías.

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  • Pingback: Te doy mis ojos: reseña de la peli

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