Andrea Dworkin: «La razón por la cual la pornografía importa a las feministas»

Andrea Dworkin (1946-2005)
Andrea Dworkin (1946-2005)

«La pornografía es un tema fundamental porque la pornografía afirma que a las mujeres les gusta que las maltraten, que las fuercen y que abusen de ellas; la pornografía afirma que a las mujeres les gusta que las violen, que las peguen, que las secuestren, que las mutilen; la pornografía dice que a las mujeres les gusta ser humilladas, avergonzadas, calumniadas; la pornografía enseña que las mujeres dicen NO pero quieren decir SÍ – Sí a la violencia, Sí al dolor.

Además: la pornografía dice que las mujeres son objetos; la pornografía dice que el ser utilizada como objeto satisface la naturaleza erótica de las mujeres; la pornografía dice que las mujeres son las cosas que los hombres usan.

Además: en la pornografía las mujeres son utilizadas como objetos; en la pornografía la fuerza es empleada en contra de las mujeres; en la pornografía las mujeres son utilizadas.

Además: la pornografía dice que las mujeres son putas, coños; la pornografía dice que los pornógrafos definen a las mujeres; la pornografía dice que los hombres definen a las mujeres; la pornografía dice que las mujeres son lo que los hombres quieren que sean.

Además: la pornografía muestra a las mujeres como trozos del cuerpo, como genitales, como aperturas vaginales, como pezones, como nalgas, como labios, como heridas abiertas, como pedazos.

Además: la pornografía emplea a mujeres reales.

Además: la pornografía es una industria que compra y vende a las mujeres.

Además: la pornografía fija el estándar en la sexualidad femenina, en los valores sexuales femeninos, en las niñas y los niños que están creciendo, y cada vez más en los campos de la publicidad, en las películas, en los vídeos, en las artes visuales, en el arte y en la literatura, en la música en sus letras.

Además: la aceptación de la pornografía significa el declive de la ética feminista y el abandono de la política feminista; la aceptación de la pornografía significa que las feministas abandonan a las mujeres.

Además: la pornografía refuerza el poder de la Derecha sobre las mujeres al hacer que el ambiente fuera del hogar sea más peligroso, más amenazador; la pornografía refuerza el poder del marido sobre la esposa al hacer que el ambiente doméstico sea más peligroso, más amenazador.

Además: la pornografía convierte a las mujeres en objetos y mercancías; la pornografía perpetúa el estatus de objeto de las mujeres; la pornografía perpetúa las divisiones contraproducentes entre las mujeres al perpetuar el estatus de objeto de las mujeres; la pornografía perpetúa la baja autoestima de las mujeres al perpetuar el estatus de objeto de las mujeres; la pornografía perpetúa la desconfianza de las mujeres en relación a otras mujeres al perpetuar el estatus de objeto de esas mujeres; la pornografía perpetúa la humillación y la degradación de la inteligencia y creatividad de las mujeres al perpetuar el estatus de objeto de las mujeres.

Además: la pornografía es violencia en contra de las mujeres usadas en la pornografía y la pornografía anima y promueve la violencia en contra de las mujeres como clase; la pornografía deshumaniza a las mujeres usadas en la pornografía y la pornografía contribuye y promueve la deshumanización de todas las mujeres; la pornografía explota a las mujeres utilizadas en la pornografía y acelera y promueve la explotación sexual y económica de las mujeres como clase.

Además: la pornografía está hecha por hombres que aprueban, usan, celebran y promueven la violencia contra las mujeres.

Además: la pornografía explota a niños de ambos sexos, especialmente a las niñas, y anima a la violencia en contra de los niños, y practica la violencia contra los niños y niñas.

Además: la pornografía emplea el racismo y el anti-semitismo para promover la excitación sexual; la pornografía promueve el odio racial al promover la degradación racial como algo “sexy”; la pornografía idealiza los campos de concentración y las plantaciones con esclavos, el Nazi y el esclavista, la pornografía explota estereotipos raciales degradantes para promover la excitación sexual; la pornografía celebra las obsesiones sexuales racistas.

Además: la pornografía adormece la conciencia, hace que nos volvamos insensibles ante la crueldad, ante el acto de causar dolor, ante la violencia en contra de las personas, ante la humillación o degradación de las personas, ante el abuso de las mujeres y niños y niñas.

Además: la pornografía nos da un no futuro; la pornografía nos arrebata toda esperanza al igual que toda dignidad; la pornografía merma aún más nuestro valor humano dentro de la sociedad en general y de hecho roba nuestro potencial humano; la pornografía prohíbe la auto-determinación sexual a las mujeres y a los niños; la pornografía nos usa y nos tira; la pornografía aniquila nuestras posibilidades de libertad».

(Artículo publicado originalmente en Sojouner -Vol. 7. Nº 2, octubre, 1981-. Traducción: Silvia Cuevas-Morales)

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