Los libros de la isla desierta: El libro de Gloria Fuertes

Por Óscar Hernández Camapano.

EL LIBRO DE GLORIA FUERTES.  Edición de Jorge de Cascante (Ed. Blackie Books)

Lo saben quienes me conocen, que no soy nada amigo de las modas ni de los autores de moda. Llevaba barba de tres días mucho antes de que fuera tendencia y no me la dejaré larga por muy sexy que digan que sea. Con los libros, ídem. Leo generalmente de forma caótica, desordenada y huyo de los best sellers, aunque adoraría convertirme en uno. Cosas de la naturaleza humana, contradictoria y enigmática.

Con El libro de Gloria Fuertes hago una excepción en esta biblioteca que estoy llevándome a la isla desierta. Porque es un best seller y porque está de moda. Pero me ha conquistado y desde ya, digo que ocupará en mi biblioteca un lugar de honor.

Para mí, como para la mayoría de los nacidos en el baby boom, Gloria Fuertes fue una abuelita dulce, con voz ronca y sonrisa bonachona que recitaba poesías de animalitos y a quien Martes y Trece imitaba en Nochevieja. Su presencia en los programas infantiles de los ochenta la hizo popular, famosa y la convirtió en un mito para los niños. Al crecer olvidé a Gloria Fuertes y cuando falleció estaba en el extranjero y no recuerdo ni haberme enterado en el momento. Sin embargo, este libro, esta joya que Blackie Books ha editado con un gusto exquisito y con un cariño que se desprende a cada página, gracias a la selección de textos, imágenes y fotografías, realizada con sumo gusto por Jorge de Cascante, esta joya, decía, reivindica y recupera a la mujer, a la poeta, a la pacifista, a la animalista, a la humanista que fue Gloria Fuertes.

Adentrarse en las páginas de este libro significa conocer, descubrir incluso, a una poeta tan grande al menos como los hombres de su generación que se llevaron la fama y el reconocimiento que a ella se le negó. Una breve biografía abre el tomo, nos acerca a su trayectoria vital, literaria, amorosa y profesional. Después, cada capítulo retoma etapas de su vida, se adentra en ellos, los ilustra por tierra, mar y aire, con poemas, fotos, dibujos de la propia Gloria, notas manuscritas, viejos cómics y sobre todo, con un montón de anécdotas que quienes conocieron a la poeta han narrado en primera persona a de Cascante. Ese collage nos permite conocer a Gloria, conocer sus preocupaciones -que sus poemas relatan-, conocer los momentos que marcaron su vida -siendo la Guerra Civil uno de los más relevantes-, conocer a las mujeres a las que amó y que la amaron, y acompañarla durante sus más de ochenta años de vida, resumidos con tacto, gusto, pasión, cariño y delicadeza en poco más de cuatrocientas treinta páginas.

Gloria Fuertes se muestra -o es mostrada- con naturalidad. El libro nos enseña su vida personal, sus amores truncados, sus desgarros sentimentales, su lucha por ser poeta, por ser mujer poeta, por ser reconocida como tal, por ser libre, por escribir lo que quiso, por ayudar a los demás, a los jóvenes, a los niños… Gloria se muestra como la gran poeta que fue, en cuyos poemas, a menudo escondidas tras simpáticos versos con animalitos, se esconden verdades como puños, miedos universales, preocupaciones humanas e inquietudes existenciales. Su poesía es adulta, muy adulta, profunda, reflexiva, audaz, crítica, pacifista, política, humana, y como tal, enamorada, temerosa del dolor, de la muerte, de la separación, de la soledad. Sus poesías infantiles también, pequeñas fábulas repletas de sabiduría y de experiencia, están presentes en este libro.

Es -o al menos creo que esa ha sido la intención honesta de la editorial y del responsable de la edición- el libro definitivo, el compendio que aúna vida y obra de una creadora, de una poeta única, cuyo valor literario no fue suficientemente reconocido en vida pero que ahora, quizá tarde aunque más vale tarde que nunca, con motivo del centenario de su nacimiento, podría llegarle.

El libro de Gloria Fuertes me ha conmovido, me ha hecho volver a ser niño, me ha descubierto a una mujer extraordinaria, a una poeta colosal y a una persona llena de matices que me ha encantado conocer.

He aquí uno de sus poemas: Me hice libre: Me hice libre. / Vivo libre / en esta inmensa celda / de castigo que es la tierra. / Decir la verdad / me desencadena.

 Me llevo a Gloria Fuertes a la isla desierta, para releer sus poemas, para reír con ellos y llorar con ella, para sentirme menos solo y para que ella se sienta menos sola.

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