Flores que se comen

Por Manu CatMan

Esta frase en cuestión la hemos oído todos seguramente alguna vez, aunque en realidad lo que nos parece un insulto no lo es, porque seguramente lo que no sabe el “insultante” es que todos comemos flores, así que ¿no somos tan tontos no?

Puestos a seguir con dichos populares se me ocurre otro: “La primavera que la sangre altera”, aunque si me lo permitís voy a continuar a mi manera… Y DE FLORES LLENA LA NEVERA ¡!! (vale sí es un pareado horroroso pero la poesía y yo no estamos muy unidos).

Más dichos, frases hechas con flores: “Digaselo con flores caballero”, “Esto es como un jardín sin flores”, “A fullero viejo flores nuevas”… y así un sinfín de ellas, vamos que hay citas y frases como flores en el campo.

Y a estas alturas os estaréis preguntado a que viene este post floral y es que éste que escribe no se ha vuelto turulato pero quienes me conocéis un poco sabéis que otra de mis pasiones son las flores… sí sí sí, os martirizo en todas las redes sociales con el tema floral así que ya iba siendo hora de sumarlo todo.

Cocinar con flores no es algo novedoso, aunque hay quien lo atribuye a la nueva cocina y las corrientes vanguardistas, y es que estoy seguro que muchos coméis flores casi cada semana y más ahora que estamos en época de alcachofas. Sí, la alcachofa es una flor, técnicamente es más bien el capullo pero no deja de ser una flor. Pero es que también son flores el bróculi, la coliflor o el mismo azafrán, que no es flor en si misma sino una parte de ella, por no hablar de las flores de calabacín que son una delicia en tempura, a todas ellas les llamamos verdura (tan consabidas sobre todo en este tiempo  de plena operación bikini). Pero no, son flores así que la próxima vez que te –enfrentes- a un plato de brécol al vapor piensa en un plato bien florido y verás como lo disfrutas mucho más, vamos que las florecillas del campo forman parte de nuestra dieta desde el principio. Esto de las flores por tanto no es nuevo y para muestra un botón, ya en la cocina andalusí y en los manuales de los cocineros de los reyes españoles de los siglos XVI y XVII, su utilización era algo habitual. También eran utilizadas en la antigüedad, en la cocina romana, griega o hindú.

En la época clásica se preparaban las salsas más sabrosas a base de pétalos de rosa o violetas. Carlo Magno, por ejemplo, sentía predilección por las ensaladas de flor de malva. Por supuesto la cocina asiática y más concretamente la cocina china utiliza en sus platos la flor de loto, magnolia o jazmín. En la japonesa es el crisantemo el que tiene un lugar de honor, y en los países árabes la rosa y el naranjo -cada uno lo que tiene a mano, vaya-.

Añadir queda, dejando ya el apunte histórico de lado, que fue todo un arte en la época Victoriana la decoración de platos con flores.

Desde el punto de vista gastronómico es el uso de otras flores las que ahora están en voga, pero dejemos claro pues que se trata de un “revival” del que desde Culturamas Ocio queremos ser partícipes. Las flores se utilizan bien para dar al plato un toque de color, de distinción y exotismo o bien buscan aportar un sabor nuevo sin dejar de lado el olor, claro está que hablamos de flores. Pero es que desde el punto de vista nutricional también aportan una fuente rica en vitaminas, minerales, proteínas, grasas, almidones y aminoácidos, muy beneficiosos para el organismo (todos lo sabemos, comer brócoli está incluido en toooodas las dietas hipocalorícas del mundo ¿o no?

Las flores se consumen de muchas maneras, las hay que se beben – esencias de rosa o violeta forman parte de  infinidad de postres – y qué me decís del azahar imprescindible para el archiconocido roscón de reyes y de las que se comen y se utilizan tanto en entrantes como en postres.

A estas alturas supongo que ya te he convencido de que tonto no eres porque comes flores todo el rato, ahora bien ¿cómo prepararlas de una forma optima?

Si lo pensamos , en el fondo son una serie de pasos básicos que ya hacemos con los vegetales, frutas u hortalizas:

  • – Deben realzar el sabor del alimento sin taparlo.
  • – Cortarlas por la mañana, antes de que el sol esté alto.
  • – Escoger las que estén en perfecto estado y las de mejor olor.
  • – Desechar los pistilos y la base blanca de los pétalos porque suelen tener un sabor algo amargo.
  • – Antes de usarlas hay que lavarlas bien con agua fresca y con cuidado para no estropear los pétalos.
  • – Una vez limpias, para que se sequen hay que colgarlas por el tallo para que escurran bien o secarlas con papel absorbente.
  • – La lavanda, el brezo y las rosas entre otras, pueden secarse para ser usadas en otras ocasiones.
  • – No pueden conservarse por mucho tiempo, pierden rápidamente sus propiedades, lo ideal es recogerlas durante el día y sólo la cantidad que se vaya a usar.
  • – En el frigorífico se conservan frescas durante una semana.

Y dicho lo cual  estarás pensando que a partir de ahora vas a seguir una dieta floral, además perfecta para la crisis y le hincarás el diente a todas las flores que encuentres en tu camino, por desgracia no es tan fácil, y es que debes tener en cuenta que no se puede comer cualquier flor del jardín, porque hay muchas que son realmente tóxicas, por ejemplo la flor de pascua, y además lo ideal es consumir las de producción propia porque las de las floristerías suelen venir bastante tratadas ya que su fin es el ornamental.

Hoy en día ya hay multitud de mercados donde las podemos encontrar para fines comestibles así que la próxima vez no lo dudes y anímate a probarlas.

Y ahora aquí os paso una lista de flores asequibles ya sea porque su cultivo es sencillo o porque son bastante comunes, lo que se traduce en que son fáciles de encontrar.

Albahaca (Ocimum basilicum)
Color blanco o morado.
Sabor como las hojas de la planta, pero más suave.
Para ensaladas.

Alegría de la casa (Impaties walleriana) 
Color variado según especie.
Para guarnición de platos.

Amapolas (Papaver rhoeas) 
Color rojo. Las semillas se emplean para aromatizar pasteles, pan y ensaladas de frutas. Las hojas cocidas o en ensaladas, antes de que se formen los capullos de las flores, ya que entonces adquiere cierta toxicidad.
Con los pétalos se aromatiza el vino. También se obtiene aceite para aliños o cocinar.

Azahar (Citrus aurantium o Citrus sinensis) 
Color blanco. El agua de azahar se usa mucho para aromatizar dulces y postres,
como el roscón de Reyes, bizcochos, magdalenas, té verde, también se usa mezclada con miel.

Boca de dragón (Antirrhinum majus) 
Color variado.
Sabor según especie, de suave a muy fuerte.
Para ensaladas.

Begonia (Begonia x tuberhybrida, B. semperflorens) 
Color rojo, amarillo, naranja y rosado.
Sabor según especie.
El de la especie B. semperflorens (flor de azúcar), se puede consumir con macedonia de frutas o confitadas.
Para guarnición de platos

Caléndula (Calendula officinalis) 
Color amarillo o naranja. Sabor parecido al azafrán, un poco amargo, a veces como pimienta picante. Se conocía como azafrán de los pobres, porque los pétalos secos y machacados, se echaba en el arroz como colorante y condimento. Los pétalos frescos se usan para ensaladas. También se puede usar para aromatizar caldos y bebidas o para postres como flanes. Las más grandes se usan para decoración.

Camomila (Chamaemelum nobile) 
Color blanco y amarilla.
Sabor dulce, parecido a manzana, aromático o ligeramente amargo.
Para ensaladas y dulces, sobre todo en infusión.

Capuchina (Tropaeolum majus) 
Color rojo, naranja, amarillo.
Sabor levemente picante como el berro.
Para ensaladas se usan los pétalos que son más suaves que las hojas.
Va muy bien con legumbres, patatas, arroz, o sopa, también con la mantequilla.
Las flores son muy decorativas.

Clavel /Clavellina (Dianthus caryophyllus, D. barbatus, D. plumarius) 
Color variado según especie.
Sabor a especias, pimienta y clavo de olor.
Van bien en ensaladas de frutas, mantequillas o como guarnición.

Diente de León (Taraxacum officinale) 
Color amarillo.
Sabor dulce, similar a la miel.
Para ensaladas y arroz.

Eneldo (Anethum graveolens) 
Color amarillo. Sabor como el eneldo, algo más fuerte.
Para sopas, pescados, mariscos y salsas.

Geranio (Pelargonium spp) 
Color Rojo, rosado, durazno, blanco.
Sabor según variedad, desde cítricos, afrutados o florales.
Para postres, pasteles y bebidas, ensaladas, aguas de flores, o como guarnición.

Girasol (Helianthus annus) 
Color amarillo.
Sabor algo amargo.
Para ensaladas y sopas.
Para quitar el amargo pasar antes por vapor.
Los capullos sin abrir se pueden hacer al vapor como las alcachofas.

Gladiolo (Gladiolus) 
Sabor dulce, similar a la lechuga.
Para ensaladas y guarnición de platos.

Hibiscus, Cayena (Hibiscus rosa-sinensis) 
Color variado.
Sabor algo dulce.
Para ensaladas.
Para guarnición de aves y pescados.

Hinojo (Foeniculum vulgare) 
Color amarillo – verdoso.
Sabor dulce a anís.
En postres o sopas frías.

Jazmín (Jasminum officinale)
Color blanco.
Sabor dulce e intenso aroma.
Para infusiones.
Para hacer cubitos de hielo muy especiales.
Para guarnición de aves y pescados.

Lavanda (Lavandula angustifolia) 
Color celeste pálido. Sabor algo picante.
Se usa para aromatizar cremas y ensaladas, como guarnición con el conejo, el arroz y el pollo.
Con las hojas y flores se preparan infusiones.
Se puede emplear para elaborar dulces y helados.

Lila (Syringa vulgaris) 
Color lila.
Sabor ácido floral.
Para ensaladas de frutas y condimento de aves.

Lirio de día o Azucena (Hemerocallis fulva) 
Color variado.
Sabor dulce, parecido a lechuga y melón.
En Asia se venden frescas o secas, y se conocen como agujas doradas.
Se usan rellenas, en postres, ensaladas, sopas, compotas y con el cerdo.

Madreselva (Lonicera japonica) 
Color blanco y amarillo.
Sabor dulce, parecido a la miel.
Para sorbetes, refrescos y pasteles.

Malva (Althea rosea) 
Color rosado, rojo, blanco, lila.
Sabor suave.
En ensaladas, tanto la flor como los brotes.

Menta (Mentha x piperita) 
Color rosado a púrpura.
Van bien con los platos de pescado, también para bebidas frías o ensaladas.

Pensamiento (Viola x wittrockiana) 
Color morado, blanco, amarillo.
Sabor suave dulce a agridulce.
Para ensaladas y acompañar tablas de quesos.

Romero (Rosmarinus officinalis) 
Color lavanda.
Sabor parecido a las hojas, pero algo más suave.
Para carnes, pescados, sopas, potajes, pizzas, sorbetes y postres.

 

Rosa (Rosa spp)
Colo variado. Sabor que va del dulce a algo picante.
Se usa para pasteles, dulces, helados, mermeladas, almíbares, vinagres, infusiones,
macedonias de frutas, cremas, tortillas, salsas, estofado de carne.
Los pétalos escarchados con azúcar resulta un manjar exquisito.
En países árabes se emplean para perfumar platos como el cuscús y ciertos guisos de cordero.

Tulipán (Tulipa spp)
Color variado.
Sabor variable según especie.
Los pétalos crudos en ensaladas, los capullos en copas de sorbete y verduras.

Violeta (Viola odorata)
Color violeta. Sabor algo dulce, perfumado y floral.
Tanto fresca como seca. Combinan con las endibias y para el relleno de tortillas.
Sirven para hacer caramelos, repostería, pastelería, mermeladas, compotas,
infusiones, sopas, ensaladas, mantequillas, incluso bebidas.
Los pétalos se pueden escarchar con azúcar y clara de huevo.
En helados y sorbetes se usan por la intensidad de su perfume.

 

Y por fin acabo… como la primavera que está a punto de acabar… la próxima vez que nos digan:
– “eres tonto o has comido flores?”
Solo tenéis que responder:
– “Pues mira sí he comido y muchas más que pienso comer”