Beach House – Teen Dream

Por Nacho Peinado.
Beach House – Teen Dream (Sub Pop – Bella Union – Nuevos Medios, 2010)
De la misma forma que los periodistas más aficionados a los tópicos siempre utilizan la expresión “situación dantesca” para intentar referirse una escena catastrófica, es bastante común describir cualquier escena de corte onírico o surrealista como “lynchiana”. Como siempre es cómodo tirar de tópicos, es bastante común encontrar la inevitable referencia a Lynch en cualquier información referida a los notables “Beach House” (2006) o “Devotion” (2008), los dos primeros discos de la banda de Baltimore Beach House. Y como los tópicos no suelen fallar, es bien cierto que no parece difícil imaginar la combinación de ambientes de ensueño, riffs que parecen sacados de viejos discos de los años 50 y la voz tan ambigua como poderosa como fondo sonoro del Club Silencio en Mulholland Drive. Sin embargo, las comparaciones fáciles se quedan cortas para describir el tercer disco de Beach House, el excelso “Teen Dream” (2010), que desde su lanzamiento a principios de Enero se ha convertido en uno de los candidatos más serios a convertirse en el disco de este 2010.

Tras su fichaje por Sub Pop y con la confianza adquirida durante la extensa gira de presentación de “Devotion”, Victoria Legrand (voz, teclados) y Alex Scally (guitarra) se encerraron durante un mes en una antigua iglesia reconvertida en estudio con el propósito de capturar en sus nuevas canciones el sonido que tenían en la cabeza. Curiosamente, Legrand y Scally han comentado en alguna entrevista que para ellos cada canción es una entidad individual, y que no consideran un disco como una unidad conceptual sino más bien como una “familia” de canciones. Y digo curiosamente porque pocos discos suenan tan compactos y cohesionados como éste, en el que el dúo consigue ampliar su paleta estilística reforzando a la vez su identidad propia. Los ecos de soul-pop (“Silver soul”), folk (“Norway”), electrónica (“10 mile stereo”) o góspel (“Real Love”) se integran perfectamente en unas canciones reducidas a sus elementos más básicos, construidas sobre ritmos pregrabados, sencillas líneas de teclado y repetitivos riffs de guitarra. Se mantiene el espíritu lo-fi, pero la inclusión de baterías reales y un tratamiento más cuidado del sonido consiguen dotar al conjunto de una profundidad y una calidez que las hacen brillar mucho más que en sus anteriores trabajos. Los arreglos, aunque sencillos, están en todo momento a disposición de la canción, rellenando los espacios necesarios y evitando en todo momento cualquier exceso en los que suelen caer los grupos cuando cuentan por primera vez con medios. Y parece justo destacar la elegancia de los arreglos y la gran labor de Scally a la guitarra porque es fácil que cualquier elemento quede eclipsado por la auténtica protagonista del disco: la voz de Victoria Legrand. Una voz que lo llena todo, rebosante de confianza y matices, capaz de moverse de forma sutil entre la fragilidad (“Real Love”) y la autoridad (“Lover of mine”), entre la sensualidad (“Silver Soul”) y la frialdad (“Walk in the park”), y convertida en la encargada de marcar el recorrido emocional en cada momento. Y es ese juego de capas emocional lo que convierte “Teen dream” en un disco tan especial: si en unas primeras escuchas puede dar la impresión de tratarse de un disco básicamente nostálgico e incluso frío a ratos, a medida que uno se introduce en las canciones cada una de ellas se convierte en un estado de ánimo en sí misma, y uno puede encontrarse de repente con ganas de bailar “Silver Soul”, o de volver a enamorarse en “Walk in the park”, o de soñar con “Better Times”. Un disco en el que puede costar entrar, pero del que ya nunca se quiere salir. Atrévanse, es único.

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One thought on “Beach House – Teen Dream

  • el 18 junio, 2010 a las 11:33 am
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    Yo los vi en el Primavera Sound y, a pesar de mis miedos, realizaron un concierto bastante solvente, a pesar de la dificultad de llevar su propuesta musical al directo.

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