Por Marina Alonso Cortés.

LibrosvisofHace poco, si la memoria no me falla fue en Septiembre, leí aquí un artículo que me encantó sobre la importancia de la literatura y el gran trabajo que los docentes llevan a cabo para inculcar esa pasión tanto a niños como adolescentes.

Esa lectura me hizo recordar un pequeño debate que hicimos un día en clase en el que tratamos ese tema, cómo contagiar desde pequeños la pasión por la literatura y en el que teníamos que formular propuestas para fomentar la lectura, especialmente en las aulas.

En ese artículo se decía que «una vida nunca es suficiente. Por eso necesitamos la literatura. Porque en sus páginas encontramos todas esas vidas que deseamos sentir.» Igual este pequeño párrafo que tanto me gustó sea la respuesta, claro que el problema es cómo hacer que el resto lo entienda. Pero yo hay algo que tuve claro desde el principio de ese debate del que os he hablado, no se puede conseguir que alguien descubra el placer de leer mediante la obligación. Quiero decir que yo recuerdo cómo en el colegio me obligaban a leer El Quijote o Marianela, repito que yo tampoco sé cómo se podría fomentar la lectura pero no obliguéis a leer, dadles una lista de los libros más representativos del período que se esté estudiando y que ellos sean libres de elegir el que más les llame la atención, de elegir esa otra vida que quieren vivir.

Puede que no funcione, pero si da positivo igual luego deciden seguir viviendo otras vidas. Igual acaban formando su propio «cementerio de los libros olvidados» y viviendo y sintiendo mil vidas más, llorando y riendo con esos personajes que consideraran casi amigos, quizá empiecenn viviendo aventuras con “Los cinco”, luego se muden a Carabanchel con un tal “Manolito”, decidan salvar “Fantasía”, ir a Howarts para terminar descubriendo la magia de Cortázar o de Shakespeare o puede que se sientann tan identificados con los personajes de los libros que elijan que creerán que en esas páginas lo que está escrito es su propia vida.

Esa fue mi propuesta en el debate pero, ¿Cómo lo haríais vosotros?