Al pensar en Marbella, la primera imagen es el lujo que inspira: yates, fiesta, un estilo de vida extravagante y, por supuesto, la Costa del Sol. Si bien es cierto que la ciudad se puede caracterizar por estos aspectos, también lo es que hay arte latente y vivo en sus calles. El curioso al que le gusta la vida más artística podrá encontrar una oferta de museos bastante atractiva y en crecimiento; algo muy distante del paraíso del ocio, pero que combina a la perfección con el ambiente.

Esta oferta cultural y artística no es algo aislado ni extraño. Recordemos que la provincia se caracteriza por sus museos en Málaga, con una variedad cultural y artística que abarca todos los gustos, desde lo más clásico hasta lo más vanguardista. Esta es la explicación que le podemos dar a la simbiosis que se da en la Costa del Sol como un destino alegre y festivo, pero, a su vez, como uno destinado al enriquecimiento cultural.

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En el caso particular de que quieras una colección que incluya a artistas americanos y europeos, un museo en Marbella puede ser lo que estás buscando. El Museo Ralli no puede faltar en tu recorrido para apreciar la oferta cultural de la ciudad.

Lo que puede ofrecerte el Museo Ralli

Este museo en Marbella es una parada obligatoria: la entrada es gratuita y tiene para ofrecer una propuesta artística que busca unir en un mismo lugar estilos y mensajes provenientes de distintas culturas. Su mayor atractivo es la exposición de grandes artistas de América Latina al lado de otros grandes exponentes de la Europa del siglo XX, lo que llama a visitantes locales, nacionales y extranjeros que se ven atraídos por esta perspectiva artística.

A su colección permanente lo acompaña un folleto que podrás encontrar en su web, el cual te servirá de guía para que puedas adentrarte empaparte de los estilos más importantes de la región latinoamericana, expuesta más allá de sus fronteras. Incluirá a pintores y escultores, todos con propuestas de arte muy diferentes entre sí, y que pueden caracterizar en alguna de sus obras a su país de origen.

Sus programas, talleres, exposiciones y propuestas están en la estructura sencilla y elegante del museo, con el fin de que sus visitantes presten toda su atención a la oferta que se les presenta. Este aspecto armonioso es indispensable para generar el ambiente calmo que requiere la contemplación.

Actividades interactivas y talleres

En caso de que busques algo más inmersivo que la sola contemplación y que te ayude a sumergirte en una experiencia artística más interactiva, puedes anotarte en las actividades interactivas que están ofertadas en el museo. Tendrás que reservar con antelación escribiendo por correo al museo.

También hay talleres para niños y adultos. Podrás desarrollar en ellos habilidades artísticas o reflexivas y contemplativas. Hay para adultos, niños y con un enfoque familiar, por lo que todos los miembros de casa estarán satisfechos con la oferta. En su web podrás encontrar la disponibilidad y las fechas correspondientes.

¿Qué hacer si tienes poca experiencia visitando museos?

Primero, por el principio: no te agobies; todos tenemos que dar el primer paso alguna vez. En segundo lugar, elige a qué museo quieres ir. Esto puede parecer abrumador ante la variedad que hay, pero la búsqueda se simplifica cuando te decides por un tema que te guste y que desees explorar más. Piensa también en la época y qué tipo de arte te gustaría ver, por ejemplo, si te llama la atención la pintura, la fotografía o la escultura, o si quieres algo más interactivo, como suele estar presente en algunos museos de ciencias. Cuando consigas algunos que quisieras visitar, en sus respectivas webs revisa las colecciones que tienen para confirmar que en efecto son de tu agrado. A continuación, reserva la visita si hace falta.

Cuando llegues al museo que hayas elegido, no te apures. Visita una o dos colecciones, o limítate a una sala. Pueden ser muchas cosas por ver y lo más idóneo es que contemples con paciencia lo que ves, ya que no se trata de acabar todos los recorridos como si fuera algo consumible. Lee las fichas técnicas para que tengas una idea de lo que tienes que observar; el contexto será muy útil para orientarte. No tienes que leer todas, así que sólo céntrate en aquellas de cuyas obras quieras saber más y que despierten tu curiosidad. No tienes que ser un experto para disfrutar del arte.

Y si realmente no sabes cómo empezar, una visita guiada es tu mejor primera opción. Un especialista en el museo te llevará por toda la exposición, explicándote los detalles técnicos, el contexto y te dará consejos respecto a qué y cómo ver. La experiencia guiada puede ser menos abrumadora.

Recuerda que hay reglas que debes seguir dentro de los museos, que no suelen variar: no se pueden consumir alimentos o bebidas, las fotos y vídeos se tienen que tomar sin flash, no hablar con volumen elevado, no tocar nada y no correr. Puedes ir con tu perro guía o con animales de acompañamiento terapéutico (con su certificación correspondiente), pero no con otros animales.