Por Gerardo Gonzalo.

La Orquesta (Orkestret) es una serie danesa de 10 episodios del año 2022, que nos cuenta, en un tono tragicómico, el funcionamiento interno y las relaciones entre los miembros de la Orquesta Sinfónica de Copenhague.
Hacía tiempo que tenía en el radar esta serie. Su nacionalidad, danesa (un sello de calidad que empieza a ser inequívoco en la ficción contemporánea), un argumento que se centra en la vida interior de una Orquesta Sinfónica y todo el potencial que ello conlleva, la participación de Adam Price, que es el talento que está detrás de series como Borgen o Algo en que creer y por último, y más prosaico, el susto que me provocó que la única plataforma que la emitía (Filmin) estuviese a punto de retirarla de su catálogo, fueron los elementos que provocaron que me sumergiese con rapidez y sin preámbulo alguno en su visionado.
Se trata de una serie original y divertida que trata magníficamente los enfrentamientos, dinámicas, burocracia y conflictos laborales, dentro de una Orquesta Sinfónica. Una ficción con un tono de tragicomedia, sustentada en un guión espléndido, plagado de situaciones brillantes, que no solo me ha divertido, sino que me ha provocado constantes sorpresas y sonoras carcajadas (algo poco habitual con la comedia actual, en lo que a mi respecta).
Es irreverente, hilarante, brillante en todos sus planteamientos, con una historia que funciona como un reloj, con un ritmo espléndido, suministrado en dosis de capítulos de poco más de 20 minutos, que no puedes dejar de consumir. La música clásica, los instintos más mezquinos, el egocentrismo, una crítica de fondo constante a lo políticamente correcto, la verdad, la mentira, el arte y la apariencia, son los ejes sobre los que se mueve una trama, que también es formalmente impecable en lo que se refiere a su realización y a una elegante puesta en escena.
Espléndido también su plantel de actores. Todos cargados de fundamento y bien dibujados, aunque una mención especial merecen sus protagonistas principales, dos perdedores de muy diferente personalidad, encarnados por Frederik Cilius Jorgensen segundo clarinetista de la orquesta y Rasmus Bruun, director adjunto de la misma. Ambos, a la sombra de otros y unidos en la desgracia, acaban conformando un improbable frente común de intereses que genera situaciones que mezclan la comedia con el drama, y que elevan aún más el nivel de la serie por su virtuosismo interpretativo, ya que verles en acción es una continua delicia.
No os perdáis esta historia de perdedores y vanidades humanas, con música clásica de fondo. Yo hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien.

