Gabriele D´Annunzio

Nocturno

Traducción Julio Gómez de la Serna

Editorial Forcola 

Madrid 2025  389 páginas

 

DIARIO DE GUERRA DE UN AVIADOR

Por Íñigo Linaje

 

“Tengo los ojos vendados. Estoy boca arriba sobre el lecho con el torso inmóvil. Siento en mi actitud la rigidez de un escriba egipcio esculpido en los basaltos”. Así empieza, como si fuese un ritual sagrado, Nocturno, el diario que el poeta italiano Gabriele D´Annunzio escribió en la Primera Guerra Mundial, en un momento en el que estuvo temporalmente ciego después de sufrir un accidente de aviación en 1916.

Poeta, dramaturgo, narrador y militar adscrito al fascismo, Gabriele D´Annunzio (1863-1938) fue un agitador social que exaltaba a las multitudes con sus versos y proclamas. De su pasión por la aviación (que comenzó a cultivar a los cincuenta) y de su espíritu heroico nació uno de sus libros más conocidos, este diario publicado originalmente en 1921. Escrito durante su convalecencia, en él encontramos anotaciones personales y abundantes poemas. Además, el volumen -sobriamente editado- viene acompañado de un estudio previo de Javier Jiménez y de un buen número de notas y fotografías.

Dividido en tres extensos bloques u ofrendas, D´Annunzio recoge aquí tanto recuerdos de su infancia como estados de ánimo, pero también crónicas de guerra y evocaciones amorosas. Todo ello expuesto en una prosa altamente poética que roza a veces el delirio megalómano, como si el lector -en vez de leer- estuviera escuchando una fastuosa sinfonía de Wagner. “Un aldeano sin nombre cava dolorosamente su terreno pobre sobre la orilla del río. Su país está en guerra. El sembrará para el hambre de los combatientes”, escribirá el poeta en las últimas páginas del libro.

Como señala el autor de la edición, Nocturno fue en su día todo un objeto de culto. Editado en 1921, el libro vendió cincuenta mil copias poco después de salir a la calle. Incluso se realizó una edición de lujo de 200 ejemplares, cuya portada original se reproduce en estas páginas. Ilustrado por el pintor italiano Adolfo de Carolis, que no dejaba de quejarse por los bajos honorarios recibidos, lo mismo que el propio D´Annunzio a su editorial (sus cartas arrogantes no dejan de ser de una exhibición egocéntrica desmesurada), el lector en castellano dispone ahora de una no menos hermosa edición rubricada con su exquisitez habitual por la editorial Fórcola. Y en ella encontrará no solo los delirios de un apasionado aviador sino el diario de vida de un poeta exaltado.