Por ISABEL ALAMAR.
El último sonámbulo, de Pedro J. Moreno, publicado por Olé Libros en 2024, es un poemario que explora las visiones de un soñador que encuentra en la magia y la imaginación el impulso para un futuro mejor. Moreno cree que soñar es el primer paso para transformar la realidad. En sus palabras: «Solo andan los que sueñan. Soñar es embarcarse en un viaje imposible. Los soñadores van hacia un futuro que solo ellos han visto. Cuando no hay soñadores se para el mundo. Soñar es vivir. Solo viven quienes han soñado una vida».
En el universo poético de Moreno, destacan dos temas principales: la poesía y el amor, que se entrelazan entre la realidad y los sueños. Su visión de la mujer se aleja de la imagen tradicional, presentando a una figura femenina fuerte, luminosa e imprescindible en su vida. La prologuista del libro, Rosa María Vilarroig, es una reconocida poeta de Castellón, y a lo largo del poemario se encuentran citas de destacadas escritoras y poemas que ensalzan a la mujer. Un ejemplo son los siguientes versos: «Una mujer sin nombre cruza la avenida con decisión, con fuerza en la mirada como garza real que cruza el aire con elegancia, con soberanía, inundando de luz toda la Tierra. El día en sus palabras reverdece y en sus ojos la luz se precipita. En ella la belleza no atardece. Todo su ser es un golpe de luz que nos arrastra».
El estilo de Moreno se caracteriza por su claridad y luminosidad, atrapando al lector con versos profundos y sabios. Su poesía, armónica y sosegada, transmite buenos augurios y optimismo. A menudo, expresa una conexión con la naturaleza y una búsqueda constante del bienestar personal y colectivo, invitando a la libertad, el respeto, la generosidad y la curiosidad. Algunos ejemplos de estos versos son: «Gorjean los gorriones inflamados de alegría entre los árboles del huerto»; «Entonces yo quisiera, bebedor insaciable de la vida, volar como los pájaros, deslizarme sobre las cosas y abrazarte y, así, abrazados, unirnos estrechamente al universo»; y «Por todas las paredes de la noche suena la música inequívoca de la felicidad».
Sus poemas, extensos y musicales, se disfrutan gracias a un ritmo vitalista y vibrante. El poeta utiliza la descripción sugerente del paisaje, a menudo impregnada de sensualidad, para emocionar al lector. Si bien no evita notas de soledad o tristeza, sus versos suelen ofrecer belleza, esperanza y fe en los demás y en un futuro mejor. Ejemplo de ello es: «Oleaje de gaviotas asperjan de gemidos sensuales la lábil luz del alba. Copiosos besos flamean en los labios y en la boca espléndidas canciones».
Moreno posee el don de la palabra precisa y necesaria, mostrándose como un poeta en búsqueda y contemplación constante, que canta a la belleza en todas sus formas. Como expresa en sus versos: «Busco la voz antigua de la sangre» y «Yo estoy aquí, inmerso en el paisaje, desnudo el cuerpo y tensa la mirada sintiendo el tacto puro de las cosas. Ya todo es luz. Todo se eleva. Alondras en la cúpula del cielo».

El último sonámbulo es un poemario visionario que refleja la dedicación de Pedro J. Moreno a la poesía, presentando un universo sagrado y humano a la vez. El libro contiene 120 páginas y 85 poemas cohesionados, reafirmando a Moreno como un autor consolidado con una voz única. Su trayectoria, que incluye haber sido presidente de la agrupación literaria «Amigos de la Poesía», el Premio «Vicente Gaos» en 2004 por No detengáis el alba y seis nominaciones a los Premios de la Crítica Literaria de la Comunidad Valenciana, avala su valor como poeta e invita a la lectura de sus versos.


Estupenda reseña y comentario, maravilloso poemario. Su autor gran referente ya de la poesía en castellano.