Horacio Otheguy Riveira.
Estrenada en enero en 2024 con un gran protagónico a cargo de Mónica López, vuelve a Madrid, tras larga gira, con el mismo papel a cargo de Beatriz Argüello, quien lleva tiempo alternando interpretaciones con dirección de clásicos del siglo de oro o del siglo XX, como la última versión de Harold Pinter en La Abadía, Viejos tiempos.
Junto al talento de Argüello, el mismo reparto del estreno en el Español, ahora en el Pavón, siempre para consolidar escénicamente un muy elaborado homenaje a una personalidad fascinante de la Transición.

Bella, enigmática, rebelde hija de Serrano Suñer, «el cuñadísimo de Franco», fuera del matrimonio, un hecho generador de un conflicto que marcó a fuego irremediablemente lento -y absolutamente destructivo- la vida de la primera mujer de la vida política española, fallecida a los 57 años de cáncer: Carmen Díez de Rivera (Madrid, 1942-1999).
Musa de la Transición, según Francisco Umbral, política activa junto a Adolfo Suárez, generó expectativas muy grandes en la naciente democracia. La mayoría no pudo cumplirlas, víctima de sucesos de juventud que la desarraigaron, sumergiéndola en una agónica experiencia sentimental.
“Recuerdo que desde muy joven,
siendo una niña, cuando me
preguntában Tú de mayor qué quieres
ser, yo contestaba Yo quiero ser libre.
Nunca me he sentido hija de nadie,
sino de muchísimas cosas al mismo
tiempo”
Un espectáculo testimonial con brillantes interpretaciones
Dos dramaturgos han tejido una tupida tela de araña teatral que empieza con una confesión de Carmen Díaz de Rivera:
«Tengo 57 años y me queda poco tiempo de vida. Yo que he muerto varias veces, ahora es cuando querría seguir viviendo apasionadamente».
A continuación va interpretando/contando/viviendo circunstancias clave de su existencia en diversos tiempos, desde su primera juventud en 1959 hasta la legalización del Partido Comunista en 1977, como un episodio clave del comienzo de la democracia española y su integración en Europa.
Carmen, nada de nadie abarca ese periodo con la vigorosa e inteligentísima jefa de gabinete de prensa de Adolfo Suárez, con quien trabajó ya en tiempos de RTVE, presentada por el Rey con segura admiración y confianza en su talento, y mucha pena de no haber sido su amante «porque ella no ha querido», amigos desde niños.
Un espectáculo intimista que rompe los límites del género para adentrarse, con rico dinamismo, en una función que con vibrante carácter documental desarrolla una sucesión de escenas propias del gran teatro psicológico, con una excelente interpretación de todo el reparto asumiendo personalidades de la reciente historia de España.


La vida de Carmen Díez de Rivera fue tan excepcional que tiene paralelismos con las tragedias griegas como Antígona o Ariadna. Nacida en unas circunstancias familiares rocambolescas, dentro de lo más granado de la aristocracia española, eligió buscar la verdad y luchar por lo que consideró justo, arriesgándose a perderlo todo.
Llegó a alcanzar un puesto que ninguna mujer ha desempeñado en este país: Jefa del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. El precio también fue alto: la incomprensión y el olvido. Y lo hizo en uno de los períodos más complejos e intensos de la historia de España: La transición. Luchó, a menudo sola, contra todo y contra todos. Poseedora de una voluntad firme, una mirada inteligente, tuvo siempre el propósito de guiar a su país hacia la democracia. Su fuerza y arrojo en este cometido público contrasta con su tristeza y su incapacidad para encontrar la paz interior, rota desde su adolescencia por un secreto familiar que le atormentaba.


Dramaturgia: Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García
Dirección: Fernando Soto
Reparto: Beatriz Argüello, Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massán
Diseño de iluminación: Juanjo Llorens
Diseño de escenografía: Beatriz Sanjuan
Diseño de vestuario: Paola de Diego
Ayte. de dirección: Sara Illán
Fotografía y diseño de cartel: Sergio Parra
Diseño gráfico: Nerea García Pascual
Distribución: Tablas y más Tablas
Producción: Tablas y más Tablas y Teatro Español

