Una entrevista de Silvia Domínguez.

  1. Quién es Ruth Gabriel?

  ¡Gran y peligrosa pregunta! La persona que yo crea que soy y la persona que los demás perciban que soy pueden ser totalmente diferente sin dejar de ser cierta ninguna de las dos versiones. Quizá pensar en esto forma una parte muy divertida para mí de ser actriz. En mi personaje siempre pienso en la autopercepción y luego busco qué piensan los otros personajes de ella… así que… no tengo una respuesta cerrada y mucho menos corta.

 2. Si solo pudieses quedarte con una… ¿actriz, escritora o productora?

En este orden sería

1 actriz

2 formadora

3 escritora

4 productora si es el fin del mundo y no hay nadie más que haga el trabajo. Se me hace muy cuesta arriba.

3. El sábado 4 estrenáis MUJERES DE ORO en el Teatro Infanta Isabel. ¿Qué se va a poder encontrar el público en la obra?

 Un espectáculo sorprendente: Por un lado, a muchas personas les sorprende que haya habido tantas mujeres relacionadas con el teatro en el Siglo de Oro español. Y no solo actrices, sino también empresarias, dramaturgas, músicas, artistas plásticas… España en aquella época era una grandísima contradicción entre el poder de la religión y el brillo que aportaban muchas mujeres al arte, aunque luego se borraran sus nombres porque no convenía darles importancia. Pero lo otro que resulta sorprendente es que algo que podría considerarse tan didáctico pueda resultar tan lúdico, divertido y hasta gamberro. Lo que iba a ser un recital clásico se ha convertido en una especie de Cabaret del siglo de Oro.

 

 

4. ¿Qué mensaje os gustaría transmitir a los espectadores?

 Que debemos estar muy orgullosas y orgullosos de las mujeres que formaron parte de nuestra historia, mujeres de armas tomar con increíbles talentos, fuerza, sabiduría y en ocasiones un sentido del humor verdaderamente sorprendente.

 

5. ¿Con qué mujer de la obra te identificas más? ¿Por qué?

A mí solo decir: JUSEPA VACA, LA GALLARDA, ya me parece que estoy invocando a una grandísima mujer. Lo triste del tema es que tenemos muy poca información de todas ellas y tenemos que trabajar mucho con las leyendas, coplas y habladurías. No sé mucho de ella, pero la describen como una mujer de una presencia en escena que me fascina. Casi me la imagino con un empaque y una elegancia como la de Katharine Hepburn en “Un león en invierno”.

 

 6. En tu libro MUJERES DE CINE, aparecen 30 de las mujeres más importantes de la historia del cine y teatro. ¿Qué has aprendido de ellas?

Me ha interesado mucho indagar en el proceso que les hizo llegar a la conclusión de que lo que querían era ser actrices, pese y sobre todas las cosas. Para mí fue un proceso casi natural: Seguí los pasos de mi padre, pero para muchas no fue tan fácil y mucho menos en esa época. Esa determinación me conmueve y fundamentalmente me inspira.

 7. ¿Con qué mujer del libro te gustaría trabajar?

 Con algunas de ellas ya he trabajado, y otras ya no están aquí para que se pudiera cumplir ese sueño. Por supuesto sería un honor con cualquiera de ellas, pero me haría especial ilusión que alguien nos juntara a mi tía, Susi Sánchez, y a mí en algún proyecto que pudiéramos disfrutar juntas.

 

8. Si pudieras viajar a tu infancia y darle un consejo a tu yo pequeño, ¿qué le dirías?

Que tus sueños no limiten las posibilidades que hay a tu alcance. Mucho más es posible.

9. ¿Cuál es la decisión más difícil que has tenido que tomar en tu carrera?

Fue entre una película internacional y otra nacional. La nacional hubiera arropado más mi carrera, pero el personaje era mucho mayor que yo y un perfil que hubiera sido para mí inverosímil. La internacional tenía un perfil adecuado para mí, pero no tuvo repercusión en la industria española, que hubiera arropado más mi carrera. Escogí la internacional. Nadie se enteró de que hice esa película, pero era lo que tocaba hacer y lo cierto es que disfruté el proceso, aprendí y conocí gente estupenda

11. Si no hubieras sido actriz, ¿a qué te habrías dedicado?

Siempre he tenido alma de formadora. Pero eso no lo descubrí hasta después de los 35 años, cuando de pronto ya no recibía tantas ofertas y tenía que buscarme la vida como fuera.

¿Cuál es la lección más valiosa que has aprendido de un fracaso?

Uno de los fracasos más rotundos que recuerdo ha sido mi terror paralizante a hablar en público por ser tan boca chancla en mi adolescencia. Y lo que he sacado de eso es crear mi sistema ECO (Estrategias de Comunicación Oral) donde enseño a manejar la comunicación de una forma competitiva, segura, persuasiva y eficaz.

13. La última pregunta me la haces tú a mí.

  ¿Qué buscas aprender de ti misma cuando preguntas sobre la vida de los demás?

También me hago a mí misma esa pregunta muchas veces…

 

Wooow, buena pregunta. Quizá bucear en mis profundidades. No te puedes imaginar todo lo que aprendo gracias a cada una de las personas que he entrevistado. En muchas ocasiones he descubierto cosas con las que me sentía absolutamente identificada, me habéis ayudado a conocerme más. Y quizá por eso os debo mucho.