Horacio Otheguy Riveira.

Estrenada en Broadway hace 22 años, y con dos películas en su haber (2024 y Parte II, 2025), al fin llega a Madrid, Wicked (Malvada) un espectáculo que irrumpe con fuerza en la tan explotada veta de la brujería (Potter, y en el origen, El Mago de Oz), y lo hace con potente ingenio y creatividad a través de una puesta en escena que hechiza, con notables efectos escénicos, una gran escenografía que va desde un ambiente muy barroco a otros muy bien medidos, refrescantes, que invitan al asombro, mientras una orquesta -en el foso- brinda un muy brillante contexto.

Es verdad que la partitura no aporta nada nuevo, muy estándar en un permanente aire pop con dúos y solos rara vez pegadizos. Una creación poco efectiva, orquestada con gran profesionalidad y unas voces admirables que en algunos cuadros aportan emocionantes cadencias.

Veintidós años después del estreno, y tras muchas temporadas en versiones internacionales, hoy resulta sumamente actual el perfil neo-fascista de quienes abusan de su poder popular para atacar a la muchacha de verde, tan distinta a los demás y a los animales que hablan y actúan como humanos, una persecución implacable contra los diferentes, un hecho muy minoritario hace veinte años, hoy en día alarmantemente expandido en países de cultura muy diferente.

En Wicked se canta y baila con una orquesta de sinfónica potestad para difundir el panorama trágico del bien y el mal confundidos aposta para dominar, y por tanto ejecutar planes demenciales con alta dosis de crueldad. Claro que, fieles al espíritu de la mágica condición de la auténtica bondad, justiciera y triunfante, se desliza un definitivo cuento de brujas-hadas para bien de los más necesitados y castigo a los tiranos.

 

Adaptación al castellano de los hermanos David y Alejandro Serrano.

 

Con dirección de David Serrano, un equipo de extraordinario nivel, entre los cuales cumplen con ecos de su fantástica trayectoria: Juan Gómez Cornejo-Carlos Torrijos, a cargo de la compleja iluminación; Joan Miquel Pérez en la dirección musical; Ricardo Sánchez Cuerda en el diseño de la escenografía, que, viste maravillosamente el amplio escenario, junto al fabuloso diseño de vestuario de Antonio Belart.

 

Cristina Picos y Cristina Llorente: actrices-cantantes que triunfan por todo lo alto en el enfrentamiento, la traición y la gozosa hermandad final.

 

Xabier Nogales irrumpe con fuerza como el guapo ricachón, encantado de haberse conocido, felizmente egocéntrico, gran vividor «que no piensa jamás»… hasta que sí lo hace y cambia radicalmente. Del sobrado de tontería al valiente enamorado de La Chica Verde que todos recelan, atacan o desprecian, para lo cual canta, baila y actúa con la fértil disciplina de un profesional que aporta mucho talento a su estupendo personaje.

 

Una de las escenas más íntimas donde Elphaba y Glinda alcanzan estados de gracia. Movimiento escénico y registros vocales recibidos con entusiasmo por un público conmovido.

 

Un cuerpo de baile que se entrega en numerosos cuadros, cubriendo diversos papeles en muy variadas situaciones. Un trabajo riquísimo con sobresaliente presencia a lo largo de toda la función. [Espléndidas coreografías de Iker Karrera con Carla Diego Luque como ayudante].

 

 

DETALLES DEL MAGNÍFICO ESPECTÁCULO

  • La producción española de Wicked es totalmente nueva, con diseños de escenografía, vestuario, luces, decorados, arreglos musicales y coreografías originales.
  • Más de 1000 piezas de vestuario, 150 pares de zapatos, más de 100 pelucas y 25 máscaras de utilizan en cada función.
  • La técnica de caracterización de la actriz que interpreta a Elphaba requiere 2 horas de maquillaje diarias.
  • Los artistas realizan cada día más de 180 cambios de vestuario, muchos de ellos en 30 segundos.
  • En los trajes destacan miles de cristales y adornos metálicos que han sido elaborados de forma artesanal.
  • El mundo de OZ está recreado por 2700 flores de led.
  • La escenografía incluye 5 elevadores para realizar los cambios de decorados y una cabeza animatrónica de 3,20 metros y 250 kg de peso.
  • El seguimiento de la coordinación técnica se realiza a través de 67 pantallas.
  • El teatro ha sido dotado con 103 altavoces que dan cobertura hasta el último rincón.
  • El elenco utiliza 40 micrófonos inalámbricos y el sonido es en riguroso directo.
  • La orquesta de 10 músicos interpreta hasta 60 instrumentos diferentes.

 

 

NUEVO TEATRO ALCALÁ. HASTA EL 1 DE FEBRERO 2026