Horacio Otheguy Riveira.

Adaptación escénica de parte de la prolífica obra poética de José María Gabriel y Galán, Aromas de soledad se erige como un espectáculo único en torno a uno de los más celebrados poetas de comienzos del siglo XX.

Festejado y estudiado por Miguel de Unamuno y otros eximios coetáneos, Gabriel y Galán fue un señorito de familia acomodada que supo identificarse con el mundo rural, a tal punto que por sus versos circulaban agonías y triunfos «de las mozas y mozos» extremeños que se introducían naturalmente entre tertulias y cátedras -a menudo tan pomposas-, acompañando siempre el arrobo de campesinos y pueblo llano.

«El 31 de diciembre de 1904 al finalizar una jornada supervisando las labores del campo, Gabriel y Galán comenzó a encontrarse mal y, transcurrida una semana, el 6 de enero de 1905 -ya cumplidos 34 años- falleció probablemente a consecuencia de una apendicitis aguda.

El profundo arraigo del poeta en la población de su comarca se manifiesta en los testimonios de quienes presenciaron el duelo: «Pobres y ricos, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, todos, absolutamente todos, acudieron presurosos a la casa mortuoria para orar ante el cadáver por el eterno descanso de su alma y besar sus pies y manos. Las mujeres llorosas y los hombres entristecidos fueron besando los queridos restos»» Santiago Montero. «Muerte del poeta Galán. La Semana Católica de Salamanca. 11 de enero de 1905.

 

Escultura de Gabriel y Galán en Salamanca.

 

 

Carmen del Valle y Jesús Noguero con Nacho Vera brindan conmovedores Aromas de soledad. Dicen, cantan y bailan los seductores versos de un poeta excepcional.

 

Sobresaliente equipo

 

Emociones compartidas para festejar la existencia de campos maravillados ante la pureza y sensualidad de la naturaleza, de pronto golpeada salvajemente por tormentas o pirómanos.

Tal el ambiente creado por Ana Contreras en una puesta en escena abierta a la paleta de coloridas situaciones. Así, la dimensión poética del escritor cobra una vitalidad más allá de los límites del tiempo, de manera que el talento de sus intérpretes puedan navegar con la tensión, felicidad y dramatismo de sus personajes.

Colaboran en gran medida las proyecciones de Violeta Némec, forjadora de imágenes que casan prodigiosamente con la preciosa dramaturgia de Raúl Losánez, quien articula su selección de poemas como si hubieran nacido para decirse en escena.

La iluminación de Clavija Estudio aporta los paisajes que deliciosamente expresa Carmen del Valle cuando evoca el adolescente descubrimiento del deseo y el amor, o con intenso dramatismo en otros momentos, siempre bien acompañada por Jesús Noguero -ambos tantas veces aplaudidos en su muy rica trayectoria-.

El triunfo del amor y la desdicha ante la muerte repentina de la compañera, conforman solo una parte emotiva de un fresco muy profundo y a veces muy ligero, reflejo variopinto de los cambios bruscos de la fantástica y desolada naturaleza, devorada en gran medida por el despiadado auge de las ciudades. En la Extremadura profunda del autor y en el urbe er orbe de la actualidad.

Breve temporada de un espectáculo que merece más larga estancia, en Madrid y en todo el país, ciudad a ciudad, favoreciendo el encuentro con el universo de un poeta y su amplia visión de un mundo desaparecido, y sin embargo más próximo de lo que podamos soñar.

 

 

Dramaturgia: Raúl Losánez (a partir de la obra poética de José María Gabriel y Galán)
Dirección escénica: Ana Contreras
Reparto: Jesús Noguero, Carmen del Valle y Nacho Vera

Escenografía: Iván López-Ortega
Iluminación: Clavija Estudio (Inés de la Iglesia / Carlos Carpintero)
Vestuario: Lara Contreras
Videoescena y ayudantía de dirección: Violeta Némec
Composición y dirección musical: Nacho Vera
Composición de canciones preexistentes: Raquel Riaño
Producción de canciones preexistentes: Óscar Claros
Producción ejecutiva y prensa: Manuel Benito
Diseño gráfico: Nuria Cuesta
Fotografías: Enrico Bárbaro Jr.
Producción: La Otra Arcadia

TEATRO FERNÁN GÖMEZ. SALA JARDIEL PONCELA. HASTA EL 7 DE NOVIEMBRE 2025