Horacio Otheguy Riveira.
El pozo y el péndulo, cuento de Allan Poe publicado en 1842: un prisionero de la Inquisición Española padece tortura física y psicológica mientras una guadaña desciende hacia él. Lo hace de modo pendular… hasta que el ejército francés le salva. Angustia que entra de lleno en el terror ante situación semejante.
En este teatro de Personas, lugares y cosas, se trabajan estos tres sustantivos como base del tratamiento en un centro de desintoxicación. Todos padecen el angustioso péndulo que avanza y retrocede con y sin las drogas que parecieron ser salvadoras. También se sufre en el proceso de enfrentarse a aquello que debe primar en su liberación definitiva para decidir con qué personas en qué lugares y para qué cosas se habrá de impulsar.
Vida y terror, profunda soledad del adicto y asunción de responsabilidades en el esfuerzo decidido por dar en la diana y dejar de destruir su vida y la de sus familiares y amigos. Un proceso intenso en un espectáculo en el que prima la entrega psicofísica de todo el reparto, a tal punto que es digna de aplauso la actriz Josefina Gorostiza, Doble de Emma, con una sola palabra en toda la obra. Su deambular por las lagunas mentales de la protagonista tienen una muy emotiva plasticidad.

Entre euforias y lúdicos encuentros, disfrutes que acaban abruptamente para buscar urgente válvula de escape…
Esta obra del inglés Duncan McMillan, ha tenido largo recorrido en Reino Unido con numerosos premios, e igualmente considerada por el público allí donde se representa mundialmente. En el Teatro Español de Madrid está agotando las localidades desde su estreno el 25 de noviembre.
Todo gira en torno a Emma, una actriz que interpreta La Gaviota de Chejov cuando entra en colisión consigo misma y sucumbe a una violenta crisis que le lleva, una vez más, a intentar desintoxicarse, adicta al alcohol y diversas drogas. De entrada, vemos esa escena en que rompe el clímax de la pieza del autor ruso como un efecto brutal, antes de que todo empiece de nuevo: el terror a seguir así de adicta y el pánico a relacionarse con otros, a mostrarse vulnerable y perdida, superados ya intentos de suicidio… vive sin morir y muere cada día sin vivir en plenitud…
Pero en el lento y circular proceso de alejarse de la pendular agonía y volver a entrar, descubre que tiene que volver al lugar de infancia, donde empezó todo, la raíz en la boca del lobo, y allá que va menos vulnerable que al comienzo, se atreve y consolida la capacidad de pedir ayuda y avanzar, preguntándose el porqué… de todo y de tanto, pero con las manos tendidas ante Personas que la animen, en lugares donde se sienta a salvo, y entre cosas donde no haya lugar para un devenir entre la vida y la muerte.
Empatía en una gran producción
La puesta en escena de Pablo Messiez desarrolla brillantemente un texto que se excede en lugares comunes -ya leídos en artículos y novelas, y escuchados en audiovisuales diversos-. En manos de este director tan minucioso como vitalista, las vivencias de los personajes se expanden en un gran escenario de paredes negras, con una cama blanca y sillas verdes que manipulan los miembros del Centro. En estas se sientan para sesiones de grupo rara vez satisfactorias para la protagonista que interpreta Irene Escolar con una entrega profundamente tocada por emociones profundas, desgarrada y conmovedora en su desolación, cargando con una antipática actitud propia de un ser autodesahuciado que, sin embargo, sale al frente, combatiente de primera o última fila, pero batiéndose en una lucha tremenda, ya que a su lado, en el Centro, hay quien logra lo que parecía imposible, y quien se desbarranca para siempre.

Un esfuerzo mayor para Irene Escolar en un personaje demoledor, tratado con una delicadeza y un amor que proclama la importancia fundamental de este sentimiento en la recuperación de cualquier trauma… y desde luego en la consagración del arte escénico.

Sonia Almarcha está a cargo de tres personajes autónomos que, sin embargo, tienen un perfil único que se resuelve al final. En la foto: la doctora que se ocupa de Emma en una serie de situaciones clave.

Con Daniel Jumillas, escenas de rara intensidad, logrando profundo desnudo emocional de un hombre arrepentido de lo vivido bajo dominio de su adicción. No hay interrelación auténtica por parte de Emma, quien sin embargo escucha con mucha atención. Actriz y actor logran una de las escenas más potentes de la función.
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Otras creaciones de Irene Escolar en CULTURAMAS:
Otras creaciones de Sonia Almarcha en CULTURAMAS:
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PERSONAS, LUGARES Y COSAS
Autor: Duncan Macmillan
Adaptación y dirección: Pablo Messiez
Reparto (por orden de intervención):
Emma: Irene Escolar
Konstantin/ Marc: Javier Ballesteros
Pol/ Padre: Tomás del Estal
Pastor: Brays Efe
Doctora/ Terapeuta/ Madre: Sonia Almarcha
Charlotte: Claudia Faci
Juan: Daniel Jumillas
Laura/ Enfermera: Mónica Acevedo
Moni/ Enfermera: Blanca Javaloy
T: Manuel Egozkue
Doble de Emma: Josefina Gorostiza
Escenografía: Max Glaenzel
Vestuario: Silvia Delagneau
Iluminación: Carlos Marquerie
Espacio sonoro y Música original: Óscar G. Villegas
Movimiento escénico: Josefina Gorostiza
Ayudante de dirección: Miguel Valentín
Ayudante de escenografía: Gonzalo Acero
Ayudante de vestuario: Beatriz Carballo
Residente de ayudantía de dirección: Ares B. Fernández
Fotografía cartel: Pablo Zamora
Fotografía de escena: Mario Zamora
Equipo técnico compañía
Regiduría: Ana Gómez Salamanca
Iluminación: David Benito
Sonido: Ale de Miguel y Arsenio Fernández
Maquinaria: Miguel Angel Jiménez Marrupe y Emilio Enríquez
Sastrería: Estrella Baltasar
Ayte. de producción: Aurora Carragal
Realización escenografía y atrezzo: Readest Montajes, Big Image
Realización gaviota: Jaime Polo
Realización vestuario: Iñaki Cobos, Crin escénica
Equipo producción Mogambo: Ignacio Salazar-Simpson, Alicia Calôt e Irene Escolar
Producción: Mogambo y Teatro Español con la colaboración del Teatro Calderón de Valladolid
Agradecimientos: Ruy Arroyo (fundador Charlas adictivas y especialista en el tratamiento de las adicciones), Francisco Pereña, Juan Carlos de Vicente (Gabinete Asistencia Médico Psicológica), Alicia Moreno, Mar Montávez, Carlos Marqués-Marcet, Carmen Marcet, Pablo Zamora, Jesús Rodríguez Pyn, Irene Vivas, Sala 25, Manoir de la Moissie y Rocío E.Viñolo y CREA SGR.
TEATRO ESPAÑOL. SALA PRINCIPAL DEL 25 NOVIEMBRE 2025 AL 11 DE ENERO 2026

