Por María de Ancos
El teatro Alfil, templo madrileño del humor, acoge al polifacético Alberto San Juan para la puesta en escena de su última creación: un monólogo escrito, dirigido e interpretado por él, y en el que se abre ante el espectador, revisando su vida y, con ella la historia de nuestro país y la actualidad a la que ésta nos ha llevado.
“Soy capitalista. Tengo cuenta en un banco que especula con alimentos. Tengo un seguro médico privado. Tengo la luz contratada con una empresa que roba a sus clientes porque su objetivo es el máximo beneficio. Cuando trabajo cobro el sueldo más alto que pueda conseguir, sin preocuparme de cuál es el sueldo y el resto de las condiciones laborales de mis compañeros. Puedo ayudar económicamente a un amigo, pero nunca a costa de rebajar mi nivel de vida. Quiero preservar mi fama, mi cotización comercial, mis propiedades. La sociedad en la que vivo es injusta hasta la crueldad. Me gustaría que cambiase, pero no estoy dispuesto a perder en el intento aquello que he logrado acumular. Estoy hablando muy en serio.”
¿Es realmente Alberto San Juan quien habla? ¿Es su personaje, creado por él mismo para la ocasión? Si uno y otro se encontraran, ¿arreglarían el mundo, su mundo, compartiendo unas cañas?, ¿discutirían acaloradamente?, ¿se despreciarían o se caerían bien?
Creador del personaje o personaje creado por la historia que le ha precedido, Alberto San Juan presenta sobre las tablas del Alfil un espectáculo valiente, irónico, inteligente, documentado, potente. Una excelente clase de Historia, con referencias bibliográficas, un humor bastante ácido y un profesor que sostiene el espectáculo solo, ante el público, abriéndose al espectador e incluso invitándole a comentar.
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La tarde que yo asistí a tan peculiar clase se oyeron carcajadas, asentían las cabezas… aunque ningún alumno levantó la mano para opinar desde su pupitre. Pero todos sentíamos poder hacerlo. Porque San Juan consigue transportar a cada uno de los asistentes a la habitación en la que esparce sus libros, de los que lee a la luz de una pequeña lámpara. Uno se siente compartiendo esta clase de historia con un amigo de toda la vida, en su casa, de madrugada… escuchándole, viéndole cómo se quita la máscara sin pudor, convencido, planteándose preguntas y haciendo que su interlocutor también se las plantee. Cuestionando realidades, creencias, sistemas… tratando de desentrañar qué nos ha traído hasta esta actualidad en crisis (crisis económica, crisis de valores…) y poniéndonos a todos frente al espejo: ¿de verdad queremos cambiarla?
Enhorabuena a San Juan por un espectáculo sólido, que enseña y da qué pensar, que divierte con inteligencia. ¡Enhorabuena!
Autoretrato de un joven capitalista español
Lugar: Teatro Alfil
Horario: Viernes, a las 22.30h; domingos, a las 20.30h.
Precio: 18 euros en taquilla; 13 desde http://teatroalfil.es
Asistí al monólogo de Alberto San Juan y me pareció fantástico, una lección de historia en toda regla. Me gustaría saber qué bibliografía utilizó para realizar este elaboradísimo trabajo.
Ayer estuve viendo este espectaculo en el Teatro Alfil , y me quede atónito escuchando cada palabra que salia de su boca , cada trozo de historia de los ultimos treinta y tantos Años de nuestras vidas , algo que ya habiamos oido hablar en algunas tertulias pero nunca , tantos datos recopilados y que nos dan un perfil de lo que realmente nos han ocultado todos y cada uno de los personajes que han protagonizado nuestro Pais durante estos Años de mala Gestion de lo que yo llamo el Bien Comun , Alberto San Juan nos empuja a reflexionar , y sobre todo a contagiarnos de algo que es la energia de querer cambiar las cosas desde el Debate , poniendo todas las cartas encima de la mesa , ahora solo quedar jugar a nuestra ultima partida , ya que quizas si no jugamos bien , perdamos todo en una sola apuesta .
Pues yo, y 3 amigas mas discrepamos totalmente. Con el panfleto/discurso estamos de acuerdo hasta la ultima coma, pero teatralmente? Nos parecio una obra plana, floja y con cero elementos dramaticos y/o comicos… Gran capacidad para memorizar, asi como para rebuscar datos en bibliografia asequible… Pero, holaaaa!, hemos ido al teatro, y no hemos visto ningun despunte teatral… La gracieta de la masturbacion o la repetida de azotar a la mujer, dan muestra de lo anterior… Teniamos mucha expectativa y nos hemos quedado con un panfleto interesante sobre papel… Un beso