Por Lucía Perdomo.

La propuesta que Tonika Games ha desarrollado para Sony aprueba con nota. Una aventura gráfica en la que aprenderemos inglés mientras nos sumergimos en una ligera trama de suspense y humor, siguiendo las efectivas técnicas del “método Vaughan”.

Nadie mejor para valorar este título que aquellos que, como quien suscribe, van a la caza de métodos alternativos al clásico “hincar codos” para ver si de una vez terminan de hacerse con el inglés. Y si bien cada lanzamiento de un “juego útil” (la DS en esto la reina, con célebres títulos como Autoescuela o English Training) despierta en quienes tienen una necesidad cierta esperanza en que la interactividad les facilite las cosas, hay que decir que no siempre han salido bien parados en las reviews.


Pero este no es el caso de PlayEnglish, porque es muy buen juego. Tal vez no tanto por su jugabilidad como por ser un híbrido equilibrado y muy logrado entre diversión y aprendizaje lo que, siendo lo que se pretendía, lo convierte en un éxito.

El argumento se inicia cuando un agente secreto, Jaime Rubio, (Blond, James Blond, en inglés) es reclutado por el MI6 en colaboración con su organización para recuperar un objeto robado y atrapar a su escurridizo ladrón. Un punto de partida engañosamente típico que rápidamente mejora: humor, giros inesperados, complicaciones en la trama, el colega insoportable, la chica… y el inglés.

El inglés es el auténtico reto al que debe enfrentarse Rubio para resolver el caso, vengarse de su compañero sabiondo e intentar camelarse a su partenaire en la historia. Para ello el juego cuenta con un personaje estelar en el reparto: el inspector Vaughan.

Quienes somos fans de su método sabemos que funciona, por dos razones: que no es gramática “pura y dura” –aunque ésta no falta- pero tampoco un insustancial “curso milagro”. (Al contrario, él siempre alienta a trabajar más); La clave reside en aprender practicando.

Así, en cada capítulo habrá una parte en que nuestra práctica esté totalmente implicada en la trama del juego –y auspiciada por el “inspector Vaughan” gracias a un curioso dispositivo que lo mantiene en contacto con nuestro Agente Rubio-: deberemos escuchar a los personajes, elegir entre las respuestas que darles, formular preguntas, etiquetar pruebas… partes del juego todas ellas que plasman lúdicamente los ejercicios que normalmente suele plantear Vaughan para quienes le ven en TV y escuchan por la radio, y que se presentan de forma más densa al final de cada capítulo de la aventura gráfica en una especie de “batería de retos”, siendo responsable el porcentaje de aciertos en ellos que se desbloquee, o no, el capítulo siguiente. Elegir la imagen que corresponde con la palabra que se escucha, elegir sinónimos y antónimos, formar la pregunta que se pide a partir de una “nube” de palabras propuestas, responder a una pregunta eligiendo el orden de las palabras de la respuesta, poner post-it a los elementos de una escena, escuchar preguntas y responder de forma afirmativa o negativa… son los ejercicios a que deberemos enfrentarnos, y que incluyen la posibilidad de variar el nivel en cualquier momento de la trama.

Todos los ejercicios están planteados por “voces” que a muchos resultarán familiares, estando las correcciones de los fallos locutadas por el propio Vaughan, quien presta su imagen (dando pie a un avatar muy conseguido, por cierto, que es el indiscutible coprotagonista del juego), dobla a su personaje y hace gala de todo el estilo que tanto ha triunfado en las ondas, sin deformidades de ningún tipo por sometimiento a un guión.

Por decir algo malo, a veces la mecánica de las pruebas se hace algo repetitiva, pero es un detalle sin importancia para quienes aprecian aprender de forma seria pero sin torturarse.

Lo mejor: El personaje de Vaughan, que el estilo de éste y de los ejercicios es “clavadito” al de sus programas. La seriedad y efectividad de los ejercicios.

Lo peor: La mecánica a veces se hace un poco repetitiva.

Puntuación: 8,5