Por Sergio Vargas / La banda original de Amy Winehouse ofreció el sábado momentos únicos, que te evocan a la icónica cantante, con un espectáculo bien armado de principio a final. Hace 13 años que nos dejo Amy, alcanzó la fama de forma acelerada con su magnífico álbum, Back to Black de 2006, sin embargo sus malas compañías y adicciones la llevaron por el mal camino y fué carné de cañón para la prensa rosa que terminó de apuntalarla.
Ahora, que hay tantas bandas tributos, demasiadas desde mi punto de vista, ver una formación original que consigue ser capaz de estar por encima de ellos, como es The Amy Winehouse Band es de aplaudir.
Por lo pronto, cuenta con una poderosa vocalista Bronte Shand que domina el escenario con sus contoneos y unas sublimes interpretaciones de los clásicos de la cantante londinense y unos registros de voz para echarse a temblar. Rodeada de la antigua banda oficial de Amy comandada por Dale Davis amigo y confidente de la artista, que toca el bajo y dirige al grupo. Dale estuvo junto a la leyenda ocho años y consiguió que la banda se reuniera en 2016, el mismo admitió que no quería una cantante clon de Amy, quería que fuera una frontman que mantuviera el espíritu artístico de la difunta cantante.
Ya, desde la primera nota de “Tears Dry On The Their Own”, hasta el último bis con la acertada “Valerie”, solo había que cerrar los ojos para estar envueltos en la magia de las actuaciones de Amy y ver que el público sentía desde lo más profundo la presencia de la Winehouse en cada uno de nosotros.
Bronte posee un rango de voz cautivador y el resto de la banda la sigue sin rechistar. El teatro Victor Jara de Vecindario se vino arriba con trallazos como: Rehab, Love is a Losing Game y Back to Black.
A lo mejor hubo demasiadas presentaciones de la banda, pero el calor apretaba y necesitaban respirar para soltar más descargas como por ejemplo More You’ll Eve Know y muchas más. El público al final terminó levantándose para ovacionarlos porque la actuación rayó lo perfecto. La Amy Winehouse Band puede volver cuando quiera, estoy seguro que será recibida con los brazos abiertos.
