Horacio Otheguy Riveira.
Un hermoso ejemplar de cachalote varado en una playa. La autopsia descubrió que el asesinato del animal iba cargado de un tipo de dinamita que está destruyendo gran parte de la población mundial, no solo marítima, claro. Nada menos que 37 kg de plástico en su aparato digestivo.
Con este material, realismo y fábula, bajo alta tensión en medio de un juego escénico donde el drama de la espera (el padre está siendo interrogado por la policía) lleva a esposa y tres hijos a rememorar tiempos mejores, y a vivir —con la intensidad de un conflicto de difícil, por no imposible solución—.
Con un fondo de antigua comedia costumbrista se desliza progresivamente un mundo que auspicia la interrelación de lo social con la intimidad familiar, y en esas el plástico que todo lo devora, entre su mismo e inherente potencial destructivo, y la bomba de tiempo de millones de personas que van dejando en el mar —y por todas partes— infinidad de objetos construidos para aumentar el confort.
Es algo que empezó en los 60 del siglo XX. Recuerdo a vuela pluma la escena de la película El graduado, de 1967, en que un atribulado joven recién egresado (Dustin Hoffman) recibe la gran oferta de un empresario que le aseguraba que el futuro estaba en la pujante fabricación de un material sintético flexible, dúctil, moldeable… EL PLÁSTICO.
De aquel poderoso impulso (al que el personaje de Hoffman no hace caso, dicho sea de paso) llegamos a esta barbarie que el capitalismo intenta domesticar cobrando las bolsas de los supermercados e invitando a la gente a reciclar en contenedores poco o nada satisfactorios.

Espacio escénico en el que suceden todos los misterios y las revelaciones. Campo abierto de familia de agricultores despojados de su labor por la invasión de plásticos, esos bultos blancos, que se han sacado de sus cuerpos… ©Marta Ruiz Espinel.

De izquierda a derecha: Ricardo Teva, Frasco Contreras, Mar Galera y Juan Asego, actor, autor y director. Un cuarteto lleno de brío, cadencia de la musicalidad en el habla almeriense, y con ello simpatía de la que fluyen los chispazos de humor para transgredir todas las normas de la desolación.
Animales en Apnea es una excelente apuesta teatral con tiempo minuciosamente trabajado. En efecto, la elaboración del conjunto proyecta un sensible acercamiento al ecosistema con un enemigo a menudo invisible, aunque brutalmente presente en todos los estigmas no solo de producción excesiva, sino de indisimulada irreverencia de la población.
La obra establece un paralelismo poderoso entre una familia almeriense y una manada de cachalotes, reunidos —de forma tan absurda como reveladora— en la sala de espera de una institución policial. En este espacio liminal, la narrativa oscila entre lo personal y lo colectivo, entre lo real y lo simbólico, hasta construir un relato que es a la vez historia familiar y grito ecológico.
El clímax llega cuando la tragedia doméstica se funde con la catástrofe medioambiental: el cachalote en descomposición, la madre que lucha por salvar a sus hijos, el hijo que traiciona, el plástico que asfixia, el mar convertido en cuna y tumba al mismo tiempo…
Todo converge en un acto de resistencia escénico, con un grito que atraviesa el silencio, como en cualquier familia. Con ráfagas de ternura y poético enlace a una canción de 1968 -con letra y música de Almagro y Villacasas-, popularizada por Manolo Escobar, cuya voz con característica entonación se escucha de contrapunto a la penosa situación de Almería, y el mundo en general, con bolsas de plástico que el viento arrastra… una canción de amor al lugar de infancia, cuando todo lo bueno parecía posible…
… Almería, un inmenso coral
es tu hermosa bahía.
Almería, es tu Virgen del Mar
mi estrellita y mi guía.
Almería, paraíso de amor,
tus mujeres son flores.
Tu alcazaba de luz
y tu embrujo andaluz.
Reina mora eres tú
para los españoles…
Animales en Apnea es un ecodrama de Juan Asego escrito durante el Laboratorio de Creación Dramatúrgica En Verde 2023, perteneciente al proyecto ETC (Espacio Teatro Contemporáneo). Se trata de la segunda entrega de la Temporada Verde: La emergencia climática a escena. La primera, también la comentamos en estas páginas: Solarpunk.
Texto y dirección Juan Asego
Ayudantía en dirección Clara Oliver
Intérpretes Mar Galera, Ricardo Teva, Frasco Contreras, Juan Asego
Mirada externa Juan Ollero
Acompañamiento Artístico Alberto Fonseca
Iluminación Elena Santos
Escenografía y vestuario Antiel Jiménez
Espacio sonoro Vibro: Cele Díaz & Gema Escudero
Cartel y Diseño gráfico La Pitadisain
RRSS y Comunicación-Prensa Factoría Jarana & Colectivo Trance
Jefe de Producción Pablo Villa Sánchez
Distribución Colectivo Trance & Plan A
Una producción de Colectivo Trance y Factoría Jarana con ayuda a la producción de Cuarta Pared
Con la colaboración de Plan A y Ology
TEATRO CUARTA PARED HASTA EL 20 DE DICIEMBRE 2025



