Horacio Otheguy Riveira.
Un éxito grande esta versión de una novela de 1990 con numerosas ediciones -incluso de varios sellos editoriales-. Hay en ella una emoción que Josefina Aldecoa (1926-2011) domina como contadora de historias desde la más pura sencillez de su madre y abuela, ambas maestras fieles a una corriente laica, originaria de la Institución Libre de Enseñanza forjada a finales del XIX, y replanteada en el breve tiempo de la Segunda República.
El magnetismo de Manuela Velasco, en el papel de Aldecoa, funciona maravillosamente como narradora -que en determinados momentos interviene activamente, pero está siempre en escena viendo, observando, escuchando-. Con este gran acierto de la adaptación comienza un espectáculo que conmueve por la cercanía de tiempos idos, revoluciones frustradas, esperanzas incesantes, amores de parejas, de madre-hija, de ensueños que trepan con ahínco por los terribles episodios nacionales de un país atrapado -cada dos por tres- por corrientes fascistas que triunfan en 1939, año en que termina esta obra y el libro, primero de una trilogía que sigue con Mujeres de negro (1994) y La fuerza del destino (1997).
Esta Historia de una maestra cuenta con un reparto muy implicado en la variedad de personajes asumidos por los mismos intérpretes; un trabajo de equipo que logra una conjunción de intereses de realismo poético, recreado con notable acierto por un montaje formidable de videoescena (Elvira Ruiz Zurita), lo que aporta un panorama de documental para una historia intimista en la que siempre está presente la pujante confianza en que la educación puede cambiar el mundo.
Quizás prevalezca la ingenua idea de que puede lograrse un sistema educativo al margen de ideologías (Aldecoa pensaba que, tras la dictadura, el sistema educativo tenía muchas dependencias del pasado, como por ejemplo, no ser suficientemente laico).
De un modo u otro, tras la representación se produce una estupenda, acaso fantástica, reunión con quienes permanecieron luchando por sus ideales en los peores tiempos… de allí que llene el teatro y se sucedan las ediciones del libro original.
Arriba y abajo, Manuela Velasco (alter ego de Josefina Aldecoa) en un trabajo minucioso, con una permanencia escénica silenciosa, fascinación por parte de quien logra entrar en los sueños de su personaje. Una simbiosis que se modula desde el comienzo de la novela:
«… No sé por dónde empezar. Una vida la recuerdas a saltos, a golpes. De repente te viene a la memoria un pasaje y se te ilumina la escena del recuerdo. Lo ves todo transparente, clarísimo y hasta parece que lo entiendes. Entiendes lo que está pasando allí, aunque no lo entendieras cuando sucedió…».
Un abrazo de enorme trascendencia: La hija (Manuela Velasco) abraza a su madre (modélica protagonista, Julia Rubio) en la memoria del relato, el pasado intenso de la acción teatral.
Fusionando la comedia sentimental con el cruel drama político, de pronto irrumpe el cine mudo de Buster Keaton en una de sus espléndidas secuencias: un mundo nuevo para un alumnado ávido de novedades.
El globo terráqueo como mágica sorpresa que llega de las dulces manos de una joven maestra que confía en cambiar el autoritarismo de los padres de familia ligados a la castradora iglesia católica.
Una edición fácil de conseguir. Tras el espectáculo resulta un complemento esencial leer la novela, también releerla, pero para quienes no consigan entradas, sin duda, una lectura muy recomendable.
Reparto (por orden alfabético): Esther Isla, Thomas King, Andrés Picazo, María Ramos, Julia Rubio, Víctor Sainz, Ainhoa Santamaría, Fernando Soto, Alfonso Torregrosa, Pablo Vázquez, Manuela Velasco
Adaptación Aurora Parrilla
Dirección Raquel Alarcón
Dirección asociada Laura Ortega
Escenografía Pablo Chaves
Iluminación David Picazo
Vestuario Paola de Diego
Música y espacio sonoro Kevin Dornan
Videoescena Elvira Ruiz Zurita
Movimiento Alba Blanco
Ayudante de dirección Sabela Alvarado
Ayudante de escenografía Amalia Elorza
Ayudante de iluminación Marina Cabrero
Ayudante de vestuario Vanessa Actif
Ayudante de sonido Giovanni Mandrisi
Ayudante de vídeo Alba Trapero
Diseño de cartel Emilio Lorente
Fotografía Geraldina Leloutre
Tráiler Macarena Díaz
Producción Centro Dramático Nacional
