La novela de tu vida: Mara Torres

Por  Mara Torres*

Bella del Señor, de Albert Cohen

Maquetaci—n 1Como la gran mayoría de los lectores, no tengo una novela favorita sino decenas de ellas que nada tienen que ver las unas con las otras, que no se corresponden con autores ni con nacionalidades ni con géneros o temáticas sino con lo significaron durante un  periodo de mi vida y la forma en la que, inesperada y sorprendentemente,  el tiempo devuelve de cuando en cuando por la huella que dejaron.

Belle du Seigneur, de Albert Cohen, obtuvo el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1968 y se la situó a la altura narrativa de las obras de Shakespeare o de Proust. Elogiada por la crítica y devorada por lectores de medio mundo hoy está considerada una de las novelas cumbre de la literatura francesa.

Me regalaron Bella del Señor cuando cumplí 30 años y me costó comenzarla, de hecho, la novela se tiró meses apoyada en el cabecero de la cama junto a otros libros y no me animaba a abrirla porque sus 600 páginas con una letra más que pequeña se me hacían cuesta arriba. Una noche me decidí. Abrí el libro de tapas rojas y leí «Hoy, primer día de mayo, se atrevería y ella le amaría». Han pasado 8 años desde mi primera y única lectura de Bella del Señor y su recuerdo sigue provocando en mí un sentimiento, sencillamente, perturbador.

Solal es un alto funcionario de las Naciones Unidas y Ariane una refinada mujer casada con un burócrata con aspecto de pelele y ambición sin mesura. El nexo entre ambos protagonistas es la búsqueda absoluta del amor y la historia describe la relación de los amantes desde su primer encuentro hasta la agonía final pasando por la conquista, la pasión, los celos, el intento de cotidianidad y la implacable degradación de los sentimientos. ¿Puede perdurar la pasión romántica? ¿Cuánto permanece el deseo? ¿Existe la posibilidad de alimentar el enamoramiento sin que decaiga la atracción física, el desenfreno y la alteración de la propia conciencia? ¿Puede sobrevivir el amor al asilamiento social, a la exclusividad dual dentro de una burbuja sin respiraderos? Bella del Señor describe y reconstruye las fases de un amor basado únicamente en el deseo: patológico, enfermizo, adictivo, patético y letal. Un callejón cuyo camino es la soledad y la única salida, el fracaso.

Albert Cohen realiza una minuciosa exploración de los sentimientos con un lenguaje abrumador  y, a su vez, nos ofrece una despiadada descripción de la alta burocracia europea, con un sentido del humor macabro y excepcional. 

Tantas veces como me pregunté si estaba ante una novela de amor me encontré descubriendo que estaba ante una novela contra el amor, ante una provocación brutal que me producía empatía y rechazo a partes iguales. Una historia que parece demostrar que el deseo por sí solo no sirve.

 Aún sigo sonriéndome ante la dedicatoria: “A mi mujer”.

* Mara Torres es periodista y escritora. Con su primera novela, La vida imaginaria, resultó finalista del Premio Planeta 2012.

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